Como cada jueves, Tamara Falcó (41 años) ha acudido, junto a sus compañeros Nuria Roca, Juan del Val y Cristina Pardo, a la tertulia de 'El Hormiguero' con Pablo Motos (57 años). Durante esta conversación, los colaboradores hablan de temas de actualidad, anécdotas personales y dan su opinión sobre situaciones hipotéticas. Con el tiempo, este espacio se ha convertido en uno de los favoritos de la audiencia y, por ello, han querido darle su propia banda sonora.
Después del divertido momento que protagonizó Tamara hace unas semanas escuchando la nueva canción de su hermano, Enrique Iglesias con Yotuel, el programa ha decidido poner 'Fría' como apertura de la tertulia. Aunque ya hace algún tiempo que este tema suena en el plató de Pablo Motos, no ha sido hasta hoy cuando la marquesa de Griñón ha realizado una confesión al respecto. "Creía que me ibas a decir algo de Enrique Iglesias", ha empezado Motos al mirar a su compañera de trabajo.
Tamara, entre risas, ha revelado que su marido, Íñigo Onieva (34 años) se piensa que la canción es sobre él. Para analizarlo, han vuelto a poner un fragmento en el que se oían unas frases muy reveladoras. "Baby, confía-fía-fía-fía; Solo salí por una fría-fría-fría-fría-fría; us amigas te mentían-ían-ían-ían; Yo sé que tú te habías pensado; Que yo era un descarado", se oye entonar a Enrique. Durante el último de los versos, Falcó ha admitido que "bueno, eso sí es verdad".
Tamara Falcó revela la prohibición que le ha impuesto a Íñigo Onieva
Esta no es la primera vez que la hija de Isabel Preysler hace alguna revelación sobre su matrimonio. Justo la semana pasada ya habló de su esposo con sus compañeros. En aquella ocasión, relató la prohibición con la que había cortado las alas a Íñigo Onieva. Todo empezaba cuando la marquesa explicaba sus vacaciones de Semana Santa. Durante su relato, la hermana de Ana Boyer confesó que le había impuesto una línea roja al joven sobre su convivencia.
¿De qué se trata? Por todos es sabido la gran devoción de Tamara con la religión. Durante estas fechas tan señaladas para el calendario cristiano, la marquesa quería que su hogar fuera un lugar de "recogimiento y oración". Es por eso que, cuando Onieva le propuso invitar a unos amigos a su ático, se negó en rotundo.
"Íñigo quería invitar a unos amigos y no le dejé, le dije que se fuera a otro sitio con ellos, mi casa estaba en recogimiento", afirmaba, muy clara. Un límite con el que Tamara ha demostrado que sabe defender sus espacios dentro del matrimonio y que se mantiene firme en cuanto a sus ideales.