Susana Saborido revela a Pablo Motos en 'El Hormiguero' el agrio momento de celos que vivió con Joaquín Sánchez en 'Emparejados'

Joaquín Sánchez y Susana Saborido se han sentado en el plató de Pablo Motos para promocionar su nuevo programa, ‘Emparejados’, y han desvelado un momento de celos que vivieron durante la grabación

Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Actualizado a 6 de septiembre de 2024, 07:00

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Su historia de amor es una de las más sólidas del panorama nacional. Son guapos, divertidos y carismáticos. Quizá por todo ello sean la pareja perfecta para presentar el nuevo programa que llega este jueves a la parrilla televisiva: ‘Emparejados’. Joaquín Sánchez (43 años) y Susana Saborido ayudan a 100 solteros a encontrar a su media naranja con la ayuda de otros rostros conocidos como María José Campanario (45 años) y Jesulín de Ubrique (50 años). Sobre esto y algunos secretos de su relación hablan esta noche en ‘El Hormiguero’ junto a Pablo Motos y sus hormigas Trancas y Barrancas.

No es la primera vez que esta pareja acude al plató de Antena 3. La última vez que estuvieron desvelaron el secreto para seguir tan enamorados como el primer día: discutir mucho. "Nosotros hablamos discutiendo", ha dicho Susana, precisamente, esta noche de jueves. Esta vez han querido destapar un momento que vivieron durante la grabación de 'Emparejados'. Y no se trata de cualquier anécdota, sino... ¡de un momento de celos!

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El matrimonio estaba explicando el funcionamiento de su programa, en el que van comiendo aceitunas picantes a medida que avanzan las preguntas. En uno de esos momentos, una chica del público dijo que no creía que fuera para tanto. Para probar que sí, Joaquín le dio una de esas aceitunas. "La más guapa del público. Dice 'Yo no creo que pique tanto'. Y ahí se fue él", ha dicho Susana, señalando que su marido no dudó en acercarse a la muchacha.

"Fue casualidad. Eso no fue así", ha dicho Joaquín, entre risas. Susana, también en tono de humor, le ha mirado con incredulidad. Justo entonces, Pablo Motos ha mostrado el fragmento en directo. "Mira, mira, ahí estoy yo como una leona", ha señalado Saborido. A pesar de las palabras, era evidente que la burla entre ellos era una dinámica simpática entre ellos. 

La historia de amor de Joaquín Sánchez y Susana Saborido

Joaquín Sánchez y Susana Saborido se conocieron gracias a un amigo en común, pero la andaluza no se fiaba mucho de los futbolistas debido a su fama de mujeriegos y ligones. "Una noche coincidimos, pero él no me caía bien. Nada, nada, nada, nada. Le veía muy espabilado, yo decía: 'Este me va a coger y me va a soltar'", desgranó en el programa de Bertín Osborne mientras confesaba que aún así le gustaba. 

Ese mismo día, Joaquín Sánchez dio el paso y le preguntó: "¿Qué haces hablando conmigo si tú a mí no me puedes ver?". Fue entonces cuando algo en la cabeza de Susana Saborido cambió y decidió aceptar una cita formal con el excapitán del Betis. Estaba nerviosísima, pero él mucho más. "Llevé cinco botellas de agua para quedar bien. No sé por qué me dio por ahí. Compre tres o cuatro botellas de agua para decir: ‘Es que los deportistas bebemos mucha agua. ¡Y me tuve que beber toda el agua! Me tiré toda la noche en el baño y cada vez que quería atacar, me entraban ganas de ir al baño", confesaba entre risas Sánchez.

Joaquín Sánchez y Susana Saborido se casaron en 2005

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Saborido no se asustó a juzgar por los casi 20 años que llevan casados. ‘Tíntín’, como así le llamaba cariñosamente ella por las mechas rubias que lucía en su pelo, consiguió conquistar al amor de su vida con su sentido del humor. Después de tres años de relación, la pareja decidió pasar por el altar en 2005 en El Puerto de Santa María en una boda por todo lo alto en la que no faltaron sus familiares, amigos y rostros conocidos de la profesión de Sánchez. Además de cientos de curiosos que quisieron ser testigos de su amor y no perderse el gran día de un futbolista querido y admirado por todos.

"La boda fue especial porque yo no la vi entrar en la iglesia. No la encontraba. Cuando la vi pensé, 'pero por dónde ha entrado'. Los invitados no podían ni entrar, había gente que yo no conocía. El cura me dijo que no podía guardarme sitios para los invitados. Que la casa de Dios estaba abierta para todos. Se desbordó porque no esperábamos a tanta gente. Mi hermano me dijo: 'Joaquín, que hay gente de la playa cogiendo sitio'. No he visto más gente en mi vida", contaba Joaquín Sánchez en ‘El Hormiguero’.

Fue tal el lleno de la iglesia que Saborido tuvo que ser escoltada por fuerzas de seguridad para poder llegar al altar: "Lo único que recuerdo es que llegué a la puerta de la Iglesia y la policía me acompañó hasta el altar. Pero vaya, que me levantaron y me llevaron. Había muchísima gente allí que no conocíamos".

Daniela y Salma, lo más importante en la vida de Joaquín Sánchez

Un año después de aquella multitudinaria boda llegaba al mundo la primera de las hijas del matrimonio, Daniela, de 16 años, y tres años más tarde nacía Salma. La vida de la pareja cambió desde entonces, pero mucho más para Sánchez, pues sus prioridades se reordenaron desde que les vio la carita por primera vez. Como reconoció en más de una entrevista, son su faro y las que le ayudaban a reubicarse después de la adrenalina de cada partido. La mayor es todo "bondad y alegría", mientras que la segunda ha heredado el salero innato de su padre. Como dice él: "Es un petardo de los gordos, pero con mucho arte".

Desde que se conocieron, Susana Saborido se ha convertido en el mejor apoyo de su marido. Ha estado a su lado en sus mejores momentos deportivos, pero también en los días más difíciles, como cuando decidió retirarse profesionalmente. "Nos conocimos siendo dos niños, llenos de ilusiones y sueños y desde entonces, cada partido en los que te he visto jugar tuve los pelos de punta y las emociones a flor de piel", le dedicaba la sevillana en sus redes sociales.

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