Es difícil vaticinar lo que va a ocurrir en 'First Dates', y sino que se lo digan a Lucas, que se topó con una ingeniera informática que era guapa. Agar es consciente de que a los chicos les suele chocar su profesión. "No sigo el típico prototipo de camiseta negra, gafas y descuidada", confesaba a las cámaras del programa esta chica de 36 años. Desde el primer momento dejó claro que es "exquisita" para encontrar novio. Lo que no se imaginaba es la excusa que iba a tener que ponerle a su cita para decir que 'no' a un segundo encuentro: "Le voy a decir que la culpa es del perro".
"Es verdad que cuando quedo con alguien tiene que cumplir ciertas cosillas para que me cuadre. A lo mejor no sé lo que quiero, pero sí se lo que no quiero y lo que no voy a aguantar", dejó claro. Quería alguien con quien pasárselo bien, con quien compartir algo sano. Se topó con Lucas, un vigilante de seguridad, entrenador personal y asesor de nutrición de 38 años. "Soy el yin y el yang. Me gusta la fiesta y el arte de la Semana Santa, pero no soy religioso. Soy cariñoso, pero no me gusta que me agobien", decía entre risas.
Lucas ha experimentado un importante cambio físico, pero parece que no fue suficiente. "Yo pesaba 108 kilos. Lo que no sabía era comer. A mí me enseñaron qué es lo que debía comer. Al final es un 80% nutrición y un 20% ejercicio", añadía. A él sí que le gustó Agar. "Se cuida y eso se ve. A mí sí me ha gustado", confesaba a las cámaras de 'First Dates'. "Busco una persona más alta, más fuerte, de cara también con otros rasgos...", dijo ella antes de empezar la cita. Vaya, que no le había gustado Lucas. Ahora le tocaba buscar la excusa perfecta para decirle que 'no' a una segunda cita.
La cita, más allá de las primeras impresiones, tampoco comenzó con buen pie. "Podíamos haber empezado hablando de otra cosa", aseguró Agar. El tema que Lucas eligió fue la intolerancia al gluten de su cita. "Lo he contado ya 80 veces y esto no es lo más importante de mí, es solo una parte", añadía ella. Después hablaron de sus viajes, aunque también en este tema Lucas tuvo un comentario desafortunado. Él viajó pero "cuando era joven". "Viajero, pero no mucho", resumió Agar. "Yo el año pasado viajé a cinco países y he empezado este año viajando también. Eso es ser viajero, no decir que hace 15 años viajabas por trabajo o he recorrido Andalucía", espetaba a espaldas de su cita.
Pero, ¿cuál es el verdadero motivo por el que Agar no quería repetir su cita con Lucas? "Para mí era importante también que estuviera en las expectativas salariales que estoy yo. Para decir que puede hacer cosas sin tener problema y por lo que me ha contado no termina de cumplir", respondía. Tampoco le gustó que Lucas tuviera el propósito de leer 10 libros de crecimiento personal. "Uno crece conociéndose y viendo lo que ha hecho bien o ha hecho mal", añadió. Ni que viviera con su madre: "¿Quién vive con su madre a los treinta y pico?". Lo único que parecían tener en común el deporte. Él lució callos de crossfitero; ella, heridas de pegarle al saco.
De todos los motivos que podía haber elegido Agar, se decantó por el menos creíble. "Me dan pánico los perros y soy alérgica", le dijo. "Tenlo claro que el hecho de que tenga perro me va a servir de excusa para decirle que no", confesó a las cámaras de 'First Dates' y así fue. "Sintiéndolo mucho voy a decir que no, primero porque tiene un perro", dijo, provocando las carcajadas de Lucas. "Para mí es un hándicap enorme y luego porque busco otro tipo de cosas, otro perfil", añadió en un intento de excusarse, pero no mucho.