‘First Dates’ siempre es una buena opción si necesitas ayudar para encontrar a tu media naranja. Por el dating show pasan corazones de todo tipo, incluso los más confusos. Esos que están dañados por varias experiencias desastrosas en el amor. Son los que más temen volver a abrirse, por tanto no es mala idea que, a la hora de volver a arriesgarse, lo hagan de la mano de la persona más importante de su vida.
Es el caso de Elena (60 años) y Estefanía (41 años), dos administrativas de Barcelona que son madre e hija. Ambas han dejado de creer en los hombres, pero han decidido darse una segunda oportunidad para poder encontrar a ese alguien que les devuelva la felicidad.
“Hemos venido juntas porque nos gusta hacerlo todo juntas. Nos vamos de fiesta y todo. Lo único que no compartimos son los novios, pero a las dos nos gustan guapos”, ha explicado Elena, la matriarca, al llegar al dating show. Tuvo a su hija con apenas 18 años y desde entonces se ha convertido en su mayor apoyo.
En su caso, siempre ha sido muy insegura por lo que no ha sabido frenar ciertos comportamientos de sus parejas. Con la lección bien aprendida y con mucha más confianza en sí misma, busca ahora a alguien con el que pasarlo bien pero a la vez que sea su compañero en lo bueno y en lo malo. Y, por supuesto, que se lleve bien con su hija y sus dos nietos.
Antes de conocer a su cita, Elena se ha encontrado con la de su hija: Raúl (45 años), un entrenador y empresario de Barcelona que ya de pequeño apuntaba maneras. "En mi comunión me bebí la copa de vino entera del calor que tenía. Me emborraché en mi comunión. De hecho, todo el mundo se fue a celebrar mi comunión y yo me fui a casa con mi madre porque estaba borracho”, ha confesado.
No sabía que quien le recibía era su posible futura suegra y ha descartado tener una cena con ella. "Elena me parece una mujer muy guapa, pero considero que está fuera de mi rango de edad, que luego a lo mejor la conozco y no hay tantas diferencias”, ha reconocido a las cámaras de ‘First Dates’. Su cara ha sido de alivio al saber que no era ella, sino su hija, que, por otra parte, le ha encantado. "El quinto paso de una relación lo he dado en el primer minuto. Está bien", ha comentado haciendo referencia a eso de conocer a su posible suegra.
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Han saltado las chispas cuando ha visto a Estefanía, aunque de forma unidireccional. No es el típico chico en el que se fijaría ella. "Cuando lo he visto llegar he pensado que era el típico chulo de discoteca, pero luego le he mirado a los ojos y he visto más allá. La verdad es que me ha gustado. Me gustan más altos y morenos, pero me ha transmitido buen rollo”, ha reconocido.
Como no podía ser de otra manera, para comenzar han hablado de su madre. Estefanía le ha dejado muy claro a su cita que tiene que llevarse bien con ella si quiere formalizar la relación y que encima tiene dos hijos. No le ha importado en absoluto y todo ha cuajado. Al final de la cena, han terminado diciéndose ‘sí’ a una segunda cita sin dudarlo, no sin antes brindar con Elena y su acompañante. Parecían una familia de lo más avenida.
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Estefanía no es la única que ha triunfado en ‘First Dates’. Su madre se ha quedado prendada de Javier (64 años), un técnico de centrales nucleares de Valencia de lo más dicharachero. Nada que ver con antaño. “Es verdad que cuando era chaval hacía la ruta del bakalao y ahora hemos retomado el remember, pero ahora en plan sano. De joven combinaba eso con ser padre, arte dramático, trabajar y bailar y todo pero siempre me recuperaba con la vida sana”, ha contado.
Elena ha tenido la impresión de que su rostro estaba muy castigado, pero aun así ha reconocido que es su tipo. Comparten su pasión por lo espiritual y en un concepto de relación abierta. “Me gusta porque es mi ‘after ego’. Siempre he creído que las personas no pertenecemos a nadie”, ha asegurado en vez de decir ‘alter ego’. Como su hija, ha salido de ‘First Dates’ de la mano de su posible pareja después de morrearse a lo grande en el reservado del programa de citas. Los cuatro han mostrado su alegría con un abrazo grupal y dando buena cuenta de que van a formar un cuarteto muy unido.