La reacción de Susana Saborido al ver que Joaquín le pide matrimonio (otra vez) en La Vegas

La familia Sánchez Saborido viaja hasta Las Vegas para cumplir algunos de sus sueños, como volver a pedirle matrimonio a Susana

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

El Capitán en América
Atresmedia

La familia Sánchez Saborido se ha trasaldado hasta Las Vegas, la ciudad donde los sueños se cumplen. Joaquín, aprovechando que están en los últimos compases de 'El Capitán en América' quiere que cada una de ‘sus chicas’ formule un deseo. Está dispuesto a concederlos, aunque alguno le ha costado más que otro.

Salma, la pequeña de la familia, ha elegido lanzarse (en familia) por la tirolina más grande de la ciudad. Daniela se ha hecho un tatuaje en honor a su abuela y ha puesto en un compromiso a Joaquín, que ha terminado con el nombre de Salma tatuado en su brazo izquierdo. El de Daniela lo lleva en su antebrazo derecho desde hace años. Susana ha preferido no pedir ninguno: "Para mí el estar todos juntos ya es un sueño hecho realidad". Lo que ella no sabía es que Joaquín tenía una sorpresa preparada para ella. 

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"Me encantaría poder volver a pedirle matrimonio a mi mujer y que me dijera que sí", decía Joaquín al inicio de programa. Después de recorrer algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, el deportista tenía un as guardado en la manga. "El día no ha acabado todavía. Tenemos entradas para ver a uno de los mejores magos del mundo", le decía a su familia después de tatuarse el nombre de Salma. Sus hijas no entendían el plan: "Con el cansancio que teníamos, estar en el espectáculo de magia no tenía mucho sentido". Pasados unos minutos se dieron cuenta de lo que estaba a punto de pasar.

Joaquín llevaba días preparando la sorpresa (de las que sus hijas sabían más bien poco): "Yo estaba muy nervioso. Mat Franco es el mago más importante de Estados Unidos, el truco, el inglés que yo no lo domino muy bien... No sabía cómo iba a salir esto". Al final, salió todo como el deportista se había imaginado. 

"Una de las cosas más emocionantes de Las Vegas es que nunca sabes quién va a estar entre el público. Muchas veces recibimos a estrellas, celebrities, músicos, cómicos, deportistas que vienen al show. Esta noche no iba a ser una excepción. Mi querido amigo en la audiencia que viene desde España. Es un jugador de fútbol. ¡Un aplauso para Joaquín Sánchez!", comentaba Mat Franco a su público.

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Joaquín se levantó y saludó al público. Tras esto, el mago le pidió que subiese al escenario. "¿El mago ha llamado a mi padre? Se viene", pensó Salma al ver lo que estaba pasando. No subió solo. Mat Franco también le dijo a Susana que lo hiciera. "Cuando a mí me dijo: 'Susana, al escenario', yo pensé 'Tierra, trágame'. A mí todo eso me da vergüenza y más allí sin enteder el inglés, que este me puede decir lo que sea y yo no le iba a entender", ha reconocido a las cámaras de 'El Capitán en América'. 

La sorpresa que Joaquín le había preparado a Susana

"Tenía el corazón a mil. Estaba lleno de gente y era un momento especial", ha recordado Joaquín. Una vez en el escenario, Mat Franco bromeó sobre que ni Joaquín ni Susana entendían nada. Les dio un regalo: un hilo y un mechero. La mecha prendió y apareció un anillo. "Joaquín, aquí hay un anillo. Creo que lo mejor es que sigas tú a partir de ahora", le dijo.

Joaquín le devolvió el mechero, cogió el anillo e hincó rodilla provocando una ovación entre el público. "¡No me lo creo!", gritaba Salma desde las gradas, mientras grababa la escena con su móvil. Susana no entendía nada. Tampoco era capaz de articular palabra. Solo movía sus brazos haciéndole entender a su marido que no comprendía qué estaba pasando. 

"Susana, no podía escoger mejor sitio, uno tan maravilloso como este, que es la magia, eso que nos ha representado durante tantos años. Quería nuestras hijas, hoy presentes, pudieran tener una boda como yo creo que nos merecemos. Allá voy. Susana, mi amor, ¿quieres casarte otra vez conmigo en Las Vegas?". "Yes!", gritó Susana. Para ver cómo se dan de nuevo el 'sí, quiero' (esta vez sin bañistas curiosos) habrá que esperar a la próxima semana.