Raphael y José Bono, una amistad que va más allá de ser exconsuegros

'Lazos de sangre' regresa a la parrilla televisvia con un homenaje a Raphael repasando las más de seis décadas que lleva sobre el escenario

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

José Bono y Raphael
Gtres

‘Lazos de sangre’ (La 1, 23:00 horas) dedica esta semana su programa a Raphael. El cantante lleva más de seis décadas sobre el escenario y sin visos de retirarse. "Mi madre me parió artista, yo moriré en el escenario. No concibo mi vida de otra manera que no sea cantando. Canto porque tengo que cantar, es lo que sé hacer y no mal y la gente se lo pasa bien conmigo", asegura el de Linares. Es un artista y lo ha sido siempre, Con solo cuatro años ya era la estrella del coro del colegio.

Durante la emisión de 'Lazos de sangre' se hará un repaso a la carrera de este prodigio de la música, además de narrar los episodios más desconocidos de su vida personal. Unos que van desde su matrimonio con Natalia Figueroa, la mujer con la que ha criado a tres hijos, hasta su rivalidad con Julio Iglesias. A los colaboradores habituales se suman otros para dar su testimonio. Entre estos rostros conocidos están Abraham Mateo; la política Carmen Calvo; el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; la modelo Remedios Cervantes y la periodista Rosa María Calaf. También José Bono, su exconsuegro. 

La relación del que fuera presidente de la Junta de Castilla-La Mancha y ex ministro de Defensa y el cantante viene de lejos. El hijo de Raphael, Manuel Martos, y la hija de José Bono, Amelia, se casaron el 27 de junio de 2008 en una boda por todo lo alto. Se celebró en la iglesia del Hospital Tavera de Toledo. Entre los casi 700 invitados que acudieron al enlace, se encontraba lo más granado de la política y la música. En el convite, que se celebró en El Cigarral del Santo Angel Custodi, estuvieron la actriz Lola Herrera, María Teresa Fernández de la Vega, los Palatchi (dueños de Pronovias), Manuel Colonques (Porcelanosa), las hermanas Chavarri, Toni Acosta…

Juntos formaron una familia numerosa de cuatro hijos, Jorge, Manuel, Gonzalo y Jaime, con los que hicieron abuelos a José Bono y Raphael. Aunque siempre han demostrado que se quieren, Amelia Bono y Manuel Martos se separaron de forma amistosa después de un impasse anterior. Entonces, la hija del político estuvo con otro hombre.

Intentaron darse una segunda oportunidad, pero las cosas no salieron como ellos esperaban. Ahora, son unos ex bien avenidos. "Somos todos una gran familia de verdad. No hay ningún problema y todo va a estar fantástico. Nos llevamos de maravilla. Nos queremos muchísimo. Vamos a seguir como somos y como estamos que estamos fenomenal. La felicidad se vive como cada uno quiere en su familia", expresó Manuel Martos ante la prensa.

Mucho más que consuegros

Estas dos grandes familias ya estaban unidas mucho antes de que ellos se enamoraran. Incluso veraneaban juntas. De hecho, todos querían que entre Amelia Bono y Manuel Martos hubiera algo más que un simple noviazgo. Lo dijo el propio Raphael cuando José Bono le acompañó a la inauguración de su Casa Museo en El Pósito. Aseguró que pronto se convertirían en "consuegros ‘con-suerte’". "Estoy tan emocionado. Además, este museo seguirá creciendo porque yo sigo en activo. Es todo un detallazo que Pepe haya estado con nosotros. Éramos amigos antes y ahora, somos familia. Somos consuegros ‘con- suerte’, como dice él", dijo entonces el de Linares antes de que sus familias se uniesen.

José Bono y Raphael
Gtres

La separación no ha hecho mella en la estrecha relación que mantienen. Siguen siendo tan íntimos como siempre. Como curiosidad, tanto José Bono como Raphael comparten el mismo especialista capilar para mantener su pelo. Acuden a una de las mejores clínicas capilares de España: el centro Unidad Médica Serrano, ubicado en Madrid.

José Bono, uno de los pilares de Raphael en su peor momento

Raphael no solo le tiene como familia y comparten nietos, sino que nunca olvidará que estuvo a su lado en uno de los peores momentos de su vida. Le acompañó cuando le trasplantaron un riñón en 2003 como consecuencia de la cirrosis hepática que casi le cuesta la vida. "He de decir que Pepe fue una de las personas más constantes en mi casa cuando yo estaba en ese proceso de esperar un órgano. Iba a verme muchísimo. Siempre se lo he agradecido muchísimo. Se portó de maravilla", confesaba en 'Entrevista a la carta' de RTVE.