Acaba de llegar a Netflix ‘El problema de los 3 cuerpos’, una de las grandes apuestas televisivas del año por varias razones. Para empezar, es la primera gran serie creada por David Benioff y D.B. Weiss, los responsables de ‘Juego de Tronos’, tras firmar un multimillonario acuerdo con la plataforma de streaming en 2019. Se trata de una superproducción basada en la trilogía de novelas de Liu Cixin ‘El problema de los tres cuerpos’. Un reparto multitudinario y con algunas caras conocidas más una premisa original que promete un espectáculo visual; parece que esta serie tiene todos los ingredientes para convertirse en el nuevo fenómeno seriéfilo. ¿Lo conseguirá?
Habrá que esperar para responder a esa pregunta, pero las críticas se han volcado con el resultado. Con algunas reservas, la mayoría de los análisis coinciden en su entusiasmo ante una serie que defienden como entretenida y espectacular.
“Los creadores de ‘Juego de Tronos’ lo han vuelto a hacer", reza la crítica de The Guardian. “No contentos con convertir una saga de novelas casi inadaptable en televisión muy disfrutable, han repetido la hazaña con esta serie de ciencia ficción profundamente compleja”. El New York Times le atribuye “grandeza visual, emoción y momentos impresionantes”, y aplaude la trama “vertiginosa”, el “mundo inmersivo” y lo bien que luce el gran presupuesto. En la sesuda revista New Yorker aseguran que ‘El problema de los 3 cuerpos’ “es de una especie rara: entretenimiento comercial que lleva a sus espectadores por caminos originales, vigorizantes y especulativos”.
Basándose en las aclamadas novelas de Liu Cixin, los guionistas nos presentan la siguiente premisa: una invasión alienígena se acerca a la Tierra, pero no llegará hasta dentro de cuatro siglos. Cuando los humanos reciben la noticia, hay todo tipo de reacciones a lo largo del planeta: caos, debates políticos y sociales, indiferencia, e incluso una secta asesina que se propone ayudar a los extraterrestres a colonizar la Tierra.
La amenaza, no inminente pero sí inevitable, sirve como metáfora del cambio climático para explorar la respuesta (o falta de ella) por parte de la sociedad (como ya lo fueron los Caminantes Blancos que asediaban a la Tierra Media en ‘Juego de Tronos’). También hay reflexiones sobre la inteligencia artificial, la posverdad, el negacionismo…
'El problema de los 3 cuerpos'
Vulture considera que ‘El problema de los 3 cuerpos’ es imperfecta pero llena de ideas, dispuesta a tomar riesgos para hacer avanzar la trama: “Parece televisión tradicional, tanto en las mejores como en las más irritantes interpretaciones de esa idea”. Por su parte, Entertainment Weekly sentencia que es “un desequilibrio de ideas interesantes de ciencia ficción y personajes aburridos”.
Su gran problema: sin personajes memorables
En eso coinciden la mayoría de los análisis, por entusiastas que sean. En The Guardian, que otorga al conjunto 3 estrellas sobre 5, prevén que el público no conectará con los personajes, a los que, según el New York Times, les falta “una dimensión extra o dos”. En el periódico neoyorquino comparan la ficción, más que con ‘Juego de Tronos’, con ‘Perdidos’, aunque sin los buenos personajes: “Son los individuos memorables, como Arya Stark o Ben Linus, los que te llevan de la mano a lo largo de las idas y venidas de la historia”, recuerdan.
Así es ‘El problema de los 3 cuerpos’
La primera temporada de la serie, ya disponible en Netflix, consta de ocho episodios de aproximadamente una hora. El reparto, en el que se puede ver a los actores de ‘Juego de Tronos’ John Bradley, Liam Cunningham y Jonathan Pryce, está encabezado por Jovan Adepo, Rosalind Chao, Eiza González, Jess Hong, Marlo Kelly, Alex Sharp, Sea Shimooka, Zine Tseng, Saamer Usmani y Benedict Wong.
Así reza la sinopsis oficial: “La serie cuenta cómo la fatídica decisión de una joven en la China de los años 60 repercute en el presente a través del tiempo y el espacio. Cuando las leyes de la naturaleza se desvelan inexplicablemente ante sus ojos, un grupo muy unido de brillantes científicos colabora con un policía poco ortodoxo para enfrentarse a la mayor amenaza de la historia de la humanidad”.