Hay muchas razones por las que los solteros deciden acudir a ‘First Dates’. Aunque normalmente lo hacen para encontrar a su media naranja, no siempre es así. Patricia (27 años) es una estudiante de Bellas Artes de Madrid que vive en Cuenca. Tiene ganas de enamorarse pero, en su caso, ha recurrido al dating show de Cuatro para homenajear a un amigo, Quique. "Llevo un año y medio sola, pero he venido para dar una oportunidad a un espacio al que vino un amigo. Era una persona muy importante que falleció y que estuvo aquí. Le echaba mucho morro a la vida y era muy valiente", le ha contado a Carlos Sobera (64 años) al llegar al restaurante, asegurando a las cámaras que esa filosofía de vida, de tirar para adelante, le ha calado profundamente.
Esta razón ha conmovido a Carlos Sobera. El presentador le ha querido transmitir sus ganas de que encuentre a la persona ideal para compartir su vida. En Diego (31 años), un artista de Madrid, ha visto de primeras todo lo que le gusta en un hombre. Aunque se parece a su expareja, le ha parecido muy atractivo y guapo. Tienen en común su pasión por la expresión artística y su forma de entender la vida.
El problema ha sido que Diego ha metido la pata en dos ocasiones durante la cena. Primero por un comentario hacia la gata de Patricia que, al conocer que se llama Telma, le ha dicho a su cita que sonaba a alguien mayor. "Telma es nombre de vieja", ha afirmado. Entonces, Patricia ha confesado a las cámaras de ‘First Dates’ que le ha parecido fatal porque tiene la cara más bonita del mundo. Encima, Diego ni se ha creído lo que le estaba diciendo.
Después de este comentario desafortunado, ha vuelto a meter la pata. "Venga, suelta prenda, Cristina", le ha dicho, confundiéndose de nombre. "No me llamo así. Me llamo Patricia", le ha contestado ella. Menos mal que se lo ha tomado bien, teniendo en cuenta que ya llevaban un rato cenando juntos.
Tras esto, Patricia le ha hablado de las relaciones que ha tenido con anterioridad para terminar confesando que no lo ha pasado nada bien en el amor. "Mi primera relación era tradicional hasta que la abrimos, pero es una persona que desapareció. Tengo un poco de trauma. Me lo encontré dos meses después en la calle. Llevábamos dos años", le ha contado. "Creo que me ha marcado para otras relaciones en el momento de generar apego. Desapareció la persona de la que primero me enamoré. He estado medicada porque entré en depresión, pero un día decidí dejar la medicación porque no me daba miedo dejarlo", ha relatado.
Diego y Patricia han dejado atrás este emotivo momento de la cita en el reservado, donde la cosa se ha terminando animando hasta tal punto que han acabado besándose. "Se me han empañado hasta las gafas", ha dicho él muy feliz por lo que acababa de pasar. Una prueba de que la cosa ha funcionado entre los dos. Ambos han dicho sí a una segunda cita. "Creo que todavía tenemos mucho que enseñarnos, así que puede ser divertido e interesante", ha confesado Diego en la decisión final de ‘First Dates’.