Si bien el 'Gran Hermano' original regresó a Telecinco el pasado otoño de 2024, parece que hay algunas cosas que ya no son como eran. Véase el recorrido de sus participantes en el circuito mediático, todavía por ver, pero con un ejemplo claro sobre cómo han cambiado las dinámicas. Y es que antaño era 'GH' el formato ideal para catapultar a los anónimos a la fama y así poder comenzar su periplo por otros espacios televisivos. Uno de los más concurridos sería 'Supervivientes', con infinidad de 'grandes hermanos' dispuestos a trasladarse hasta el Caribe para vivir la gran aventura de sus vidas. Entre ellos,Pedro Oliva, el ganador de la cuarta edición de la vida en directo.
Uno de aquellos personajes que siempre resultaron simpáticos ante la audiencia. Recordado por el inconmensurable afecto que le profesaba a sus ovejas, así como por la historia de amor de cuento que vivió junto a Inma González, a la que conoció dentro de la casa de Guadalix. Con ella terminaría casándose y siendo padre una hija, y el amor duró mucho, pero que mucho tiempo. No fue hasta el año 2019, tras prácticamente diecisiete juntos, que anunciaron públicamente su divorcio. Tiempo de sobras para haber compartido todo tipo de experiencias, aunque cabe destacar que la de pasar penurias y calamidades en Honduras la pasó Pedro en solitario.
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El paso de Pedro por 'Supervivientes 2007', marcado por su aparatoso salto al mar
Siempre con el apoyo de Inma desde la distancia, claro está. Fue en el año 2007, cinco después de salir de la casa más famosa de la pequeña pantalla, cuando el de Zaragoza aceptó la propuesta de convertirse en uno de los 'robinsones' de la temporada. Y es importante señalar que, a diferencia de lo que sucedió en su primera vez frente a las cámaras, esta vez no consiguió el aragonés llegar demasiado lejos dentro del concurso. Solamente hace falta echar un vistazo a las estadísticas para darse cuenta, pues fue el segundo expulsado de la edición.
El precio a pagar por no conseguir ganarle el duelo a Raquel Bollo, con la que se midió en la palestra de los nominados, cosa que le costó ser eliminado con el 56% de los votos de los telespectadores. En cualquier caso, y por breve que fuese, para nada ha quedado olvidado el paso de Oliva por los Cayos Cochinos. ¿El motivo? Nada más comenzar las emisiones, el entonces todavía marido de Inma fue el protagonista de uno de los momentos más icónicos del estreno del 'reality'. El salto del helicóptero por el que pasan todos los participantes, y que en su caso podría acuñarse mucho más original que de costumbre. Temerario también.
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Imposible que los más acérrimos seguidores del programa lo hayan olvidado, pero no está de más recuperar qué tan surrealista fue lo que sucedió. Comenzando por su indumentaria, que poco o nada tenía que ver con el bañador habitual con el que suelen vestirse los 'supervivientes' para este particular bautizo. Él, en cambio, iba vestido de calle. Con vaqueros incluso. Pero es que más allá de este detalle que pudiera pasarse por alto, lo grotesco vendría cuando su compañera Chiqui Martí lo empujaba para que cayese al agua, y este, cerrando los ojos, caía al mar... ¡Dando la voltereta! Una forma nada convencional y muy aparatosa de hacerlo que evidentemente preocupó a sus seres queridos. "Cayó de lado y se podría haber matado. Yo estaba en plató y en publicidad le tuve que decir a Jesús Vázquez que preguntara cómo estaba", recordó recientemente su exmujer en una entrevista exclusiva para la revista Lecturas.
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Inma González todavía es su gran apoyo en los momentos complicados
La misma entrevista en la que, más allá de rememorar aquel angustioso instante del que afortunadamente salió Pedro ileso, se abrió acerca de su relación actual. "Nos llevamos genial, seguimos viviendo juntos", nos confesaba, exponiendo que "él al principio se fue a un piso que tiene aquí al lado, pero volvió". Lo anterior, además de contar que de esa buena sintonía se extrae también el apoyo mutuo, que persiste a pesar de ya no estar juntos como pareja sentimental como lo estaban en el pasado. Para muestra, el modo en el que Inma ha hecho todo lo posible por ayudarlo tras el último bache de salud que ha vivido.
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"Le han operado de una pierna y lleva liado unos cuatro años. Le han tenido que poner una prótesis, llevar muletas... Ha estado limitado y lo he estado cuidando", revelaba González en estas declaraciones exclusivas. Un relato acerca de sus dolencias con final feliz, pues "en nada le darán el alta para que haga vida normal", a pesar de que ya no sean pareja. Sea como fuere, ¿acaso podría volver a aflorar la pasión entre ellos en vista de esta cercanía y de que incluso conviven a día de hoy? "Mi madre me dijo hace unos días que nuestro final era volver", se sinceraba. Algo que ella prefiere dejar en el aire. Por aquello de que "nunca se sabe", y porque por encima de todo se llevan "de maravilla, de corazón". El tiempo dirá.