Pablo Motos pone en un aprieto a Miguel Ángel Revilla en 'El Hormiguero' al sacar a la luz su desconocida profesión

Miguel Ángel Revilla ha vuelto a 'El Hormiguero' donde Pablo Motos le ha sorprendido al sacar a la luz su peculiar y desconocida profesión

Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Actualizado a 19 de septiembre de 2024, 07:02

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Miguel Ángel Revilla (81 años) es uno de los invitados más recurrentes de ‘El Hormiguero’. Ha acudido tantas veces al programa que el plató de Antena 3 es como su segunda casa. No hay temporada que falte. Una de sus últimas fue en mayo de este mismo año con motivo del 20 aniversario del enlace de los Reyes de España. Acudió para contar algunas anécdotas de aquel día histórico en el que el expresidente de Cantabria y secretario general del PRC estuvo presente.

Es tal la confianza con Pablo Motos y 'El Hormiguero' que, por su último cumpleaños en junio, se autoinvitó al programa para celebrar esa fecha tan señalada. Otra prueba más es que son muchos los ciudadanos que le preguntan por la calle al expresidente de Cantabria que si cobra por ir. Este miércoles, Miguel Ángel Revilla visita de nuevo a su amigo Pablo Motos (59 años) para analizar el nuevo curso político en la que será su trigésima aparición en el programa de Pablo Motos. 

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Sin embargo, como ya es usual, aparte de temas serios, siempre hay hueco para las anécdotas. Esta vez ha sido Pablo Motos el que ha iniciado una conversación totalmente inesperada y que ha sorprendido al expresidente de Cantabria. "Hay una cosa de tu biografía que tienes oculta. Has sido profesor, has trabajado en un banco... y has sido exportador de caracoles a Francia", ha lanzado el presentador.

Revilla se ha quedado atónito durante los primeros segundos antes de exclamar: "¡Gui!". Al terminar las risas y aplausos del público, Miguel Ángel ha contado más detalles de esta peculiar profesión. "Yo tenía un amigo que tenía un camping. En aquella época empezaba a llegar gente al camping y me dijo 'Miguel Ángel, '¿Tú podrías conseguir una licencia de exportación?", ha comenzado.

Al parecer, ese amigo se había dado cuenta de que "en Francia devoran los caracoles" y había pensado una estrategia: los niños que acudían al camping podían recoger caracoles "a 10 pesetas" hasta acumular 3.000 kilos. "Tú te encargas de la exportación, cogemos una furgoneta... Imagínate exportar en aquella época", ha seguido narrando. Después de que le arreglaran la carta verde y tras conducir cinco horas y media, llegaron a Burdeos. Sin embargo, "todos los caracoles habían escapado del coche. Hasta en los faros había caracoles", ha dicho.

El encuentro de Miguel Ángel Revilla con el rey de Noruega

Uno de sus chascarrillos más famosos fue su encuentro con el Rey de Noruega en el cuarto de baño. "Había una puerta entreabierta y pensé: 'Esta es la mía, no hay nadie'. Pero estaba el Rey de Noruega. Es un tío de dos metros, que llevaba 20 kilos de medallas y un espadón de dos metros. Estaba en el trono. Como tenía la espada, no le dejaba cerrar la puerta y por eso estaba entreabierta", recordó el político. 

Parecía un simple chascarrillo, pero tuvo que dar explicaciones por este encuentro en el Parlamento de Cantabria: "Me pidió que tenía que pedir una carta de disculpa a la casa de Noruega. Me pusieron la contestación a huevo. ¿Quién no ha entrado alguna vez a un baño y había alguien dentro? Respondí que de quién era la culpa y que quién no ha entrado alguna vez en un baño y había alguien dentro". De hecho, con su peculiar sentido del humor, se quejó al mismísimo Don Juan Carlos de que solo dispusieran de cuatro baños en el banquete del enlace. Padece un problema de próstata desde hace años y tiene que acudir frecuentemente al lavabo: "Se lo dije al fugado en su día, ¿cómo es que hay solo cuatro baños? Si aquí todos los que vienen son de la tercera edad. ¡No podía más!".

La mayor debilidad de Miguel Ángel Revilla

Seguro que él también escritor, economista y profesor tendrá palabras para la mujer de su vida, Aurora Díaz Abella. Fue diagnosticada de un cáncer de colon en 2022 y aunque es fuerte, no ha atravesado su mejor momento. Afortunadamente, la situación evoluciona favorablemente después de que le interviniesen y le sacasen 35 centímetros de colon. Tras esto, y según contó el propio Revilla en ‘Viajando con Chester’, también recibió quimioterapia.

Miguel Ángel Revilla siente verdadera admiración por su mujer desde que la conoció hace más de tres décadas. Sus caminos coincidieron cuando ella comenzó a trabajar como secretaria en la sede del Partido Regionalista de Cantabria. Se enamoró nada más verla.

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Siempre cuenta cómo la conquistó. Como no podía ser de otra manera, eligió la localidad de Salceda, en la que nació. Hacía mal tiempo. Algo que no mejoró al cantarle una ranchera. No les importó porque aquello terminó en boda y con el nacimiento de su tercera hija, Lara.

Revilla tiene otras dos hijas fruto de su primer matrimonio con María Pilar del Hoyo. Su pasión por la política le impidió dedicarle todas las horas que le hubiese gustado a sus hijas cuando eran pequeñas. Ahora que no está tan atareado con sus compromisos laborales, aprovecha para disfrutar de su único nieto, Bruno, que llegó al mundo en 2014. Un momento que recuerda con especial cariño, como así confesaba en ‘Las Mañanas de Cuatro’: "Me ha hecho ilusión, lo que pasa es que me coge un poco mayor para que nos disfrutemos mutuamente, me hubiera gustado tenerle con 60 años".

La nueva vida de Miguel Ángel Revilla en un modesto piso

Miguel Ángel Revilla y su mujer, Aurora, viven felizmente casados en un modesto piso de decoración clásica y con vistas al puerto. Cuenta con 115 metros cuadrados y se sitúa en Astillero, un municipio situado a diez kilómetros de Santander. Se trata de una de las zonas más tranquilas de Cantabria, en la que el político disfruta de la paz y la naturaleza que les rodea. Aunque no siempre es así.

Son muchas las muestras de cariño que recibe de aquellos curiosos que se acercan para visitarle. De hecho, han tenido que hacer, como él dice, los sábados de fotos. "Hemos tenido que crear aquí los sábados de fotos porque vienen autobuses de personas para hacerse fotos conmigo, con los niños y con los perros...  Así que el finde lo ordenamos de esta manera. ¡Que yo trabajo todos los días de la semana, tío!", contaba en una visita anterior a ‘El Hormiguero’.

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