'First Dates' sigue demostrando, noche tras noche, que en el amor todo vale. En cada entrega, una decena de comensales se da cita (a ciegas) en el restaurante capitaneado por Carlos Sobera. Excepto Miguel. Él ya había encontrado el amor sentado en el sofá de su casa. Estaba viendo el programa cuando apareció Ana. "Me deslumbró, sentí que me enamoraba", confesó al presentador, que le recibió en la barra. Ana no se podía creer lo que estaba ocurriendo: "A mí nunca me han dicho cosas así". ¿Surgirá el amor entre ambos?
Miguel se quedó prendado de los encantos, el humor y la inteligencia de Ana. Quería conocerla y, para ello, necesitaba la ayuda de 'First Dates'. Escribió al programa para que hiciera, como es habitual, de celestina, aunque esta vez la cita no sería a ciegas para los dos. El joven busca a una mujer que sepa y quiera pasárselo bien, y estaba convencido de que Ana era justo lo que estaba buscando. Quería conquistarla, pero primero le iba a dejar claro por qué quería conocerla. El mensaje se lo dejó escrito en un posavasos.
Ana recibe un mensaje de Miguel, en 'First Dates'
"Me encantó tu amor, tu inteligencia, eres divina", leyó Ana, quien aseguró sentirse como un pájaro enjaulado en lo que al amor se refiere. Llegó nerviosa por lo que le pudiera esperar. "A ver qué personaje me espera", dijo; sin embargo, al conocer a Miguel se quedó más tranquila. Le definió como alguien normal, "neutro". Ella quiere a su lado un hombre al que no le importe hacer el ridícilo, bailar, cantar o lo que haga falta. Está buscando a su Mario Vaquerizo.
Ella tiene las ideas claras, es de "perreo máximo", pero él no tanto, lo que podría ser un problema. Ana ha roto con parejas anteriores por no compartir gustos musicales. O por otros. Lo cierto es que no le duran más de año y medio. Miguel, por su parte, no ha tenido ninguna experiencia traumática en el amor. ¡Hasta en eso han discrepado!
Ana trata de enseñar twerk a Miguel, en First Dates
Él estaba feliz de estar con Ana, embobado, pero ella necesitaba más acción por su parte. Esperaba que se sumara a ella en sus locuras, pero se quedó mirando. Ana incluso trató de enseñarle a bailar twerk, pero nada. En la decisión final, Miguel se deshizo, una vez más, en piropos hacia Ana, pero a ella le faltó algo más de acción. Aseguró no haber sentido nada especial y que no ver entre ellos algo más que una amistad. A Miguel no le quedó más que asumir ese 'no' por respuesta, pero le advirtió: "Cuidado con lo que deseas porque termina cumpliéndose".