Mario Vaquerizo visita 'El Hormiguero': de las dos muertes que tuvo que afrontar a las secuelas de su último accidente

Mario Vaquerizo se sienta en el plató de Pablo Motos junto a su grupo, Nancys Rubias, para presentar su nuevo single y comentar todos los detalles de su gira

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Mario Vaquerizo
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Cuatro meses después de que un accidente sobre el escenario de Cáceres casi le dejase paralítico, Mario Vaquerizo (5O años) se sienta en el plató de 'El Hormiguero' junto a los integrantes de su grupo Nancys Rubias para presentar su nuevo single y ofrecer todos los detalles de su nueva gira. Ya hace tiempo que el madrileño dejó de ser conocido por la etiqueta de ‘el marido de Alaska’. Se lo ha ganado a pulso. Es cantante, humorista, escritor y colaborador de radio y televisión, todo un showman en sí mismo que ha conseguido conquistar al gran público.

El hijo de Ángel Vaquerizo y la sevillana Ángeles Caro se crió en el madrileño barrio de Vicálvaro junto a sus hermanos Ángel y Marta. Su infancia no fue fácil. Sufrió bullying en el colegio por ser diferente. "Llegaron a tirarme piedras y a llamarme maricón porque prefería leer el 'Super Pop' en vez de jugar al fútbol. Ahora el bullying no te lo hacen a la cara, sino a través de las redes. Por eso hay más", explicaba el cantante en una entrevista en Jaleos.

Nunca dejó de hacer lo que verdaderamente le gustaba. Detrás de ese showman hay un hombre formado y curioso. Tiene dos carreras. Se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en 2015 cumplió su sueño de matricularse en Biblioteconomía. Desde los 21 años empezó a ejercer como periodista en Canal+ y desde entonces ha colaborado en publicaciones como El País de las Tentaciones, Vanidad, Primera Línea, Rolling Stone y La Razón.

En 1999 decidió adentrarse en el mundo de la música, comenzando a trabajar en la compañía de discos Subterfuge Records, donde le encargaron la producción del último disco de Alaska. Fue en ese momento cuando se enamoró perdidamente de Olvido Gara. Tras casarse, Vaquerizo cambió de profesión para ejercer de representante de artistas. Tuvo en sus manos las carreras de Elsa Pataky, Leonor Watling, Dover o Merche. Quizá fue eso lo que le hizo que le picase el gusanillo y en 2004 decidiese montar su propio grupo, las Nancys Rubias.

Mario Vaquerizo y Alaska
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La fama le llegó con su participación en el reality ‘Alaska y Mario’, del canal MTV. De golpe y porrazo, le conocía toda España. Acostumbrarse a ese éxito no le resultó nada fácil. 

"Con mi afán de hacerlo todo de la forma más profesional me acabé volviendo loco. Me levantaba a contestar mails a las cuatro de la mañana. Eso ya es de loca pirulera. Yo empezaba a no ser yo mismo y me acuerdo que el espíritu de las Nancys se perdía, que era un auténtico coñazo para mis amigos. Me afectó hasta con Alaska porque estaba como irascible y desde entonces se acabó. Fue cumplir los 40 años y me puse como nueva, como dice ella", contaba en una rueda de prensa.

Las muertes que cambiaron la vida de Mario Vaquerizo

Mario Vaquerizo se ha tenido que enfrentar a varias desgracias en su vida. La peor cuando su hermano Ángel perdió la vida en un accidente de tráfico en el año 2004. Apenas tenía 32 años. "Él iba en moto y una ambulancia se lo llevó por delante. Yo estaba en Málaga, y me lo dijeron cuando llegamos a casa de mis padres, en Madrid, y la putada fue que era el momento en el que mejor estaba mi familia", dijo el artista en el programa de Bertín Osborne, en diciembre de 2015.

Era un pilar fundamental en su vida. "Perder a un ser querido es muy mala suerte y estamos destinados a ello porque todos nos vamos a morir. Mi hermano era esencial en mi vida en el momento de su muerte. Los últimos tres años de su vida estuvimos juntos. Salíamos juntos, viajábamos juntos, estaba en casa... y aunque me gustaría seguir haciéndolo, me quedo con eso", explicó, emocionado, en el programa '10 momentos'.  

Cuatro años después, la vida le volvía a asestar un duro golpe con el suicio de Jesús Galindo, integrante de las Nancys Rubias. Rebautizada como Susi Pop, murió un 23 de noviembre de 2008 al arrojarse desde el viaducto de la madrileña calle Bailén. Era su amiga y compañera de batallas, dentro y fuera de los escenarios.

La enfermedad que afecta a su día a día

Lejos de estas dos desgracias, hay otros dos momentos que han cambiado la vida de Mario Vaquerizo. La primera de ellas fue cuando le diagnosticaron artrosis crónica a los 45 años. Una tarea tan común como secarse el pelo entrañaba dificultad para el cantante. Tuvo que lidiar con ello y poco a poco fue aprendiendo hasta dónde podía llegar y hasta donde no. Dos años después de su confesión, reconocía a ‘Lecturas’ en exclusiva que no era fácil: “Sigo con mi fisio, tengo que seguir cuidándome y haciendo ejercicios de hombro porque tengo una parte cogida. Algunos días tengo unos pinzamientos horrorosos”. 

Durante todo este tiempo, ha tenido que lidiar con muchos dolores y a aprender a convivir con ellos. En repetidas ocasiones, Alaska ha reconocido que fue muy difícil para él. “Se vino abajo y lo entiendo. Una persona joven, que nunca ha tenido ningún achaque y, de repente, se ve imposibilitado”, dijo. 

Las secuelas que sufre Mario Vaquerizo tras el accidente

La segunda sucedió hace tan solo cuatro meses. Fue mientras que estaba subido al escenario del festival de Horteralia (Cáceres). Tuvo una caída de lo más aparatosa. Se quedó cuatro minutos inconsciente y el golpe casi le deja paralítico. Sufrió una retinopatía de Purtscher, una enfermedad ocular rara en la que se daña parte del ojo, y se rompió dos vértebras. Este accidente, del que aún se encuentra recuperándose, ha supuesto un antes y un después en su vida. "Después del hostión que me di, ha cambiado la concepción que tenía del mundo y de mí mismo", confesaba recientemente en una entrevista en El Mundo.

Los rumores de divorcio con Alaska

Alaska y Mario Vaquerizo llevan más de dos décadas unidos. Su primera (y secreta) boda la celebraron en Las Vegas. Llegó tras una pedida de mano atípica en un after. Aunque su matrimonio no siempre ha sido perfecto y ha tenido sus baches, forman una de las parejas más estables y admiradas del panorama nacional desde que se conocieron en 1999 en un trabajo.

"Convives mucho, te vas a hacer las giras de promoción, a las firmas de discos, luego te vas al hotel a cenar… y te vas dando cuenta de que hay una persona que es tu jefa que te gusta", confesaba Vaquerizo en una entrevista con Toñi Moreno para Canal Sur. Decidió arriesgarse y confesarle su amor, y la jugada le salió bien.

Mario Vaquerizo y Alaska en los años 2000.
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Ni Alaska ni Mario Vaquerizo han querido tener hijos. La cantante confesó la razón hace unas semanas a sus compañeros del programa ‘TardeAR’. Eligió "no tener problemas", aunque es cierto que le costó tomar esa decisión. "Con 31 años me pregunté si quería ser madre, tuve un cuestionamiento profundo y decidí definitivamente que no. Hasta ahora la pregunta siempre era '¿no vas a tener niños?' Como si fuera una obligación. No quiero tener hijos y punto", explicaba hace unos años en una entrevista.

Aunque es cierto que Vaquerizo sí hubiese tenido un hijo, pero quiso respetar los deseos de su mujer. "A mí sí me hubiera apetecido ser padre porque creo que hubiera sido un buen padre, pero si no era con mi mujer, yo no quería", contaba en el podcast ‘A solas con…’ de Vicky Martín Berrocal. Tuvo que renunciar a su sueño por amor en parte, como él mismo señalaba, también por culpa de la diferencia de edad que tienen. 

En estas más de dos décadas de casados, los rumores de separación les han acompañado. Pero en los últimos meses más, algo que ambos han negado aunque reconociendo que evidentemente han tenido problemas en algún momento de su relación. "Hombre, es que si después de 25 años no tuviésemos crisis, seríamos dos muñecas. Y para 'El valle de las muñecas', ya está la novela", comenzaba explicando Vaquerizo en una entrevista reciente en Vanity Fair. Y añadía: "Hay momentos de enfado, de no estar al 100%. De Edad de Hielo. De celos e inseguridades por mi parte. De Olvido sentirse un poquito abandonada. De todo".