Laura Ponte visita ‘El Hormiguero’: de los complejos que marcaron su adolescencia a su vínculo con la Familia Real española

Laura Ponte se sienta en el plató de 'El Hormiguero' junto a Inés Sastre, Judit Mascó y Nieves Álvarez horas antes de que les concedan un premio por sus trayectorias en el mundo de la moda

Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Actualizado a 15 de octubre de 2024, 11:57

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Llama la atención que Laura Ponte (51 años) pasara su adolescencia acomplejada por su físico, el mismo que la llevó a convertirse en la tercera top model mejor pagada del mundo. Nuncio quiso dedicarse a esa industria, pero encontró un refugio en el que dejar atrás sus complejos. Con más de tres décadas de carrera, la viguesa sigue al pie del cañón como símbolo de mujer madura y defensora de la belleza real. Reivindica este papel con campañas recientes como la protagonizada para la colección de la diseñadora británica Phoebe Philo. Este miércoles le concederán un Premio Telva de Moda 2024 por su carrera junto a Inés Sastre, Judit Mascó y Nieves Álvarez. Para hablar de ello y sus trayectorias, acuden este martes en ‘El Hormiguero’.

La de Laura Ponte en concreto empezó de casualidad. Con la idea de estudiar Ciencias Políticas y no Periodismo como sus padres, la modelo se trasladó a Londres. Allí conoció a un fotógrafo que se enamoró de sus rasgos y de esa belleza fuera de lo común. La animó a probar suerte y con 19 años ganó el concurso de la prestigiosa agencia Elite, Look of the Year. Esto le cambió la vida.

En infinidad de ocasiones ha asegurado que no se ve nada especial físicamente. Pese a eso, la gallega consiguió acaparar las miradas de todos. Ha llegado a trabajar con las mejores firmas del mundo, como Valentino, Loewe, Hugo Boss, Ralph Lauren o Christian Lacroix; además de posar para fotógrafos de la talla de Steven Meisel o Mario Testino. 

El complejo que marcó su adolescencia

Vivió un tormento durante su adolescencia, acomplejada por su físico. "La complejidad del paso a la adultez, dejar atrás una infancia maravillosa, fue duro. Yo era una persona muy sensible. Han sido muchos años de terapias, lecturas, experiencias. Hoy abrazo la vida cada día. Solo me importa lo que me digo a mí misma. Hace tiempo que dejé de vivir a través de lo que piensan los demás", contó en una entrevista reciente en Vanity Fair.

Jamás imaginó que ese físico que tanto la atormentó terminaría siendo de los más cotizados del mundo: "Encontré mi sitio. La moda me ayudó a descubrir que una persona como yo merecía un espacio. Me hizo contemplar el mundo de otra manera. Convivía con gente de mi edad y más mayor. La palabra libertad existía de una manera más amable: podías ser distinto, y no pasaba nada. Así conecté con algo que tenía dentro, que era una persona muy libre. Yo soy como cualquier ser humano, único e irrepetible, pero sin una belleza clásica, convencional".

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Pese a todo, nunca quiso dedicarse al mundillo como tal. Tras coronarse como una de las supermodelos del momento, en 2003 abandonó las pasarelas para fundar su propia marca de joyería, Luby & Lemerald. También abrió un taller de costura en su propia casa de Madrid donde elabora vestidos de novias e invitadas a medida. "Ser modelo nunca me ha gustado. Me lo he pasado bien, he aprendido mucho, pero nunca me ha llenado", dijo. 

Laura Ponte, emparenta con la Familia Real

Laura Ponte también se convirtió en la reina del papel couché después de que su camino se cruzase con el del primo del Rey Felipe VI. Beltrán Gómez-Acebo, hijo de la Infanta Pilar y sobrino de Don Juan Carlos, trabajó como su chófer en el año 2001 en una de las semanas de la moda de París. Se enamoraron perdidamente. Tras tres años de noviazgo, la pareja se dio el ‘sí, quiero’ en 2004 en La Granja de San Ildefonso (Segovia) ante 500 invitados. Fruto de su matrimonio nacieron los amores de su vida: sus hijos, Luis Felipe Gómez-Acebo y Ponte (2005), y Laura Gómez-Acebo y Ponte (2006). 

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Laura Ponte y Beltrán Gómez-Acebo ponían fin a su matrimonio en el año 2009 por diferencias irreconciliables. La relación siempre ha sido buena entre ambos y la modelo solo tiene buenas palabras para la Familia Real. Tenía especial cariño a la que fue su suegra. "Era muy cariñosa, muy sabia, muy inteligente. Sabía escuchar. Bruta, en el sentido de que decía las cosas tal y como las pensaba, algo que por otro lado me parece sanísimo. Era una mujer muy sabia. Tenía mucho sentido del humor, y muchas ganas de vivir. Y era una supermadre", dijo recientemente en esa misma entrevista. 

Tras su matrimonio, Laura Ponte rehizo su vida con Mario Conde Junior, hijo del exbanquero. Pero las cosas no le fueron bien. Otro Beltrán apareció en su vida después. Beltrán Cavero de Carondelet, empresario, músico y sobrino de Esperanza Aguirre. Formó parte de su vida durante un año hasta que ambos decidieron separar sus caminos en 2014. A día de hoy no se le conoce pareja. 

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