Georgina Rodríguez ya dejó claro que tenía mucho que contar y Netflix fue quien le dio la oportunidad: "Muchos conocen mi nombre, pocos saben quién soy". Ahora es el turno de Tamara Falcó. La marquesa de Griñón repasa en seis capítulos de algo más de media hora toda una vida marcada por las portadas en papel maché. “Lo que a algunos les podría parecer una vida de película, para mí no deja de ser lo más normal del mundo”, dice la hija de Isabel Preysler al inicio de 'La marquesa'. Comienza en la fiesta de su 40 cumpleaños, rodeada de amigos y familiares; pero no todo ha sido siempre de color de rosa, y Tamara no tiene reparos en confesarlo.
"Hay veces en los que no ha sido fácil", confiesa Tamara Falcó a cámara. Ha sido objetivo de los paparazzis, tanto que esto ha condicionado su vida especialmente cuando había alguna información jugosa que acabara de protagonizar. "Ha habido épocas en las que ni siquiera he podido echar gasolina tranquila. Recuerdo estar mirando hacia atrás todo el rato por si venían a por mí. Era continuo el acoso", añadió.
Tamara Falcó muestra su cara más romántica en 'La marquesa'
Tamara Falcó es socialité, influencer, empresaria, colaboradora de televisión y chef Le Cordon Bleu, y todas esas facetas aparecen en 'La marquesa'; sin embargo, tiene un hilo conductor de este nuevo proyecto de Komodo Studios (el mismo de 'soy Georgina'): la puesta en marcha del negocio culinario. Pero también deja que nos asomemos a otros aspectos de su vida como el sentimental. Deja claro que Íñigo es "el amor de su vida". "Si hace tres años me llegan a decir que iba a terminar con él, habría dicho que ‘ni en un millón de años’ porque es totalmente distinto a mí", asegura.
También habla de su fe: "Hace unos años la fe apareció en mi vida. En vez de salir por las noches y tomarme siete copas, lo que me apetecía era quedarme en casa rezando el Rosario. Llegué a plantearme ser religiosa. Pero al final ese no era el plan de Dios". Y de su familia, su padre y El Rincón y la irrupción de Mario Vargas Llosa en su vida. 'La marquesa' es fácil de verdad y divertida, aunque la música a veces desentona. Es el plan perfecto para el fin de semana.