'Joaquín, el novato': todos los secretos que Dabiz Muñoz confesó a Joaquín

Su pasión por la cocina le viene de lejos, desde que sus padres le llevaban cuando solo era un niño al restaurante Viridiana para celebrar las ocasiones especiales. “Yo soñaba con tener un día un restaurante como ese”, asegura el cocinero. Y, aunque el fútbol se puso en su camino, consiguió su sueño. Estudió y trabajó mucho hasta que lo consiguió. A día de hoy, su restaurante cuenta con tres Estrellas Michelin y, pese a haberlas conseguido ya, no cesa en su empeño. “Tenemos que ir a por la cuarta, aunque no exista”, escribió en un cartel que colgó en las cocinas de DiverXO.

Sin embargo, si tuviera que elegir entre su pasión por la cocina y su amor a la comida, elegiría el segundo. “Cristina (Pedroche) y yo planificamos las vacaciones en función de dónde queremos comer”, confiesa. Es por eso que no sorprende a nadie que Dabiz Muñoz elija comer antes que cocinar. Y sí, le cocina a Pedroche aunque él suela comer en sus restaurantes. “Un día en semana cocino para varios días y se lo dejo preparado en la nevera”, confiesa.

Cristina Pedroche llegó por sorpresa a su vida. Dabiz estaba trabajando con una marca de ropa. Acudió a una reunión que se alargó, tanto que se solapó con una que tenía programa ella. Fue entonces cuando sus destinos se cruzaron. “Siempre he sido muy pardillo en esto de las chicas. Fue ella quien llegó la voz cantante. Me dijo de quedar al día siguiente y me envió una fotografía del cepillo de dientes que me había puesto en su casa cuando solo llevábamos un mes”, recuerda. “Y a los seis meses me decía que nos íbamos a casar”.

Y se casaron. A Cristina le encantan las croquetas y fueron su principal cómplice en su petición de mano. Dabiz llenó un bol con croquetas y en el fondo puso el anillo con el que quería pedirle matrimonio. Hubo un error de cálculo, eran demasiadas y finalmente tuvo que rebuscar la caja entre tanta croqueta.

Joaquín también consiguió que Dabiz Muñoz se sincerase sobre la paternidad. “No es que haya renunciado, es que creo que aún no ha llegado el momento”, confesó. Ambos tienen muchos proyectos y aspiraciones, y tienen claro que el día que sean padres será porque están dispuestos a renunciar a algunos de ellos, pero juntos, para poder ser padres. “A nosotros no nos vale eso de que Cristina haga un paréntesis y yo siga con mi ritmo”, añadió. Para él aún tienen tiempo: “Cristina es muy joven”. Hay que recordar que en la pareja hay una diferencia de edad de nueve años.

Hablando sobre la paternidad y de aprender a hacer un huevo frito con Dabiz, Joaquín no ha podido resistirse a contar una anécdota íntima y divertida que provocó la risa de más de uno en plató. Nació con uno de sus testículos sin desarrollar (del todo). “Nací con un huevo sin hacer”, dijo el futbolista. Entre lágrimas provocadas por la risa, Joaquín explicó cómo solucionaron su problema de nacimiento: “Mi hermana me ponía un ratito al sol cada día”.

También habló de lo importante que fue y es para él Susana Saborido, su mujer y madre de sus dos hijas. “Llegó en el momento oportuno, cuando tenía 21 años. De hecho, Lopera llegó a decir que el fichaje de la temporada era ella porque me tenía tranquilito en casa”, recordó entre risas.