Todo apuntaba a que Javier Rey (44 años) iba a ser ciclista profesional. Era su sueño. Hasta que se dio cuenta de que no era lo suyo. La vida le llevó por otros derroteros. Lo que se hubiese perdido el mundo audiovisual sin su interpretación de Sito Miñanco en ‘Fariña’ o Mateo en ‘La Cima’. A día de hoy, se ha consolidado como uno de los actores de referencia de la nueva generación, el noyés sigue, pasito a pasito, acercándose al éxito de Pepe Sacristán, su gran maestro y referente de éxito.
Para la promoción de su nuevo proyecto, ‘La mujer dormida’, ha acudido al plató de ‘El Hormiguero’, donde ha conversado con Pablo Motos y sus hormigas Trancas y Barrancas, acompañado de su compañera de reparto, Almudena Amor. Además de descubrir algunas pinceladas de la nueva cinta, Javier Rey ha revelado un superpoder desconocido.
Era Pablo Motos quien introducía este don del actor a la audiencia. "Tu superpoder es poder dormirte cuando te da la gana e inmediatamente", ha dicho el presentador. Tras sonreír pícaramente, Javier ha explicado este hecho. "A veces, me duermo incluso antes de que mi cabeza impacte en la almohada. No es narcolepsia, creo", ha dicho Rey.
Este superpoder lo ha llevado a vivir situaciones algo incómodas en su trabajo. "Había una serie donde el personaje que interpretó aparece muerto. Estábamos en una playa y mi personaje estaba mojado y pintado todo de blanco. Yo tenía mucho frío", ha empezado a relatar. Al ver que tenía tantísimo frío, los técnicos le sugirieron que se metiera dentro de las bolsas donde suelen colocarse los fallecidos. Estas bolsas crean "un microclima y se está que te cagas".
Javier les hizo caso y se metió dentro. "Estaba cada vez más cómodo y me sobé de repente. Al mismo tiempo, la cámara seguía a unos personajes y luego enfocaba a mi personaje. Y, claro, se encontraron una persona de blanco roncando", ha acabado de narrar, entre risas. Tal es su relación con el sueño que hasta ha llegado a soñar que estaba dormida. "Sueño que estoy rodando. Y pienso 'mierda, te has quedado dormido en el trabajo'. Entonces, recompongo la escena para que no se den cuenta. Y, al cabo del rato, me doy cuenta que estoy dormido", ha acabado de contar.
Los inicios de Javier Rey: de querer ser ciclista a una prolífica carrera como actor
‘O fillo de Divina Lago y Javier Rey’, como le conocen en su amada tierra, se crió en un pueblo muy deportista. De ahí que decidiese que quería ser ciclista. "He sido muy mal estudiante siempre y me he criado en el deporte: correr, jugar al fútbol, al fútbol sala, al vóley en la playa... Todo, todo. Cuando me di cuenta de que a nivel de afición el deporte me abrazaba, pero a nivel profesional era un auténtico loser, tuve que buscar otra cosa", reconocía en una entrevista en El Mundo en 2021.
"Mis notas eran basura y apareció la interpretación por gente que se cruzó en mi camino. Entonces vi esta posibilidad de tener un futuro laboral aunque soy muy pudoroso. Xosé Manuel Esperante, que es un actor gallego fabuloso, es el gran culpable de que yo sea actor porque él fue la primera persona que vio un actor en mí y me empujó. ¡Ni siquiera lo decidí yo!", añadía. Dejó el esfuerzo físico por el mental que implica meterse en la vida de un personaje, no sin antes probar suerte durante dos años como técnico de laboratorio para dedicarse a la enfermería. Pero su camino era otro.
La oportunidad que cambió la vida de Javier Rey
Se mudó a Madrid con el fin de empezar a formarse en una escuela mientras se ganaba la vida trabajando como pescadero. Conocía a la perfección el oficio por su padre. También fue teleoperador y acomodador en los cines Acteón de la capital española. La primera vez que se subió a las tablas, donde se inició como actor, estuvo a punto de echarse para atrás. "Qué putada que ya estás aquí porque ahora no te puedes marchar", se dijo en ese momento, como así confesó en una entrevista en ‘Días de cine’ de TVE. A falta de un minuto para que empezase la obra, su único deseo era largarse corriendo. Menos mal que salió todo bien. A partir de ahí todo fue rodado.
Después de interpretar a varios personajes con menor relevancia en su carrera, le llegó su gran oportunidad de la mano de la serie ‘Velvet’. El papel de Mario Ruiz en la ficción de Antena 3, con el que se ganó la etiqueta de galán, le puso en el escaparate que merecía para después ganarse la ovación como actor y la entrada al cine con Sito en ‘Fariña’. Después llegaron ‘Los pacientes del doctor García’, ‘La casa de caracol’ o su último filme y por el que ha ido al programa de Motos, ‘La mujer dormida’.
Viendo su carrera queda claro que no reniega de ningún formato. Le da igual que sea en televisión o en la gran pantalla, mientras que sea un personaje que tenga algo especial: "Ahora hago más cine, pero la tele es realmente mi casa. Es lo que más he hecho durante los primeros años junto con el teatro. Soy de una generación de actores a los que le da igual el formato. Me guío por el personaje que más me gusta, que más me reta o que más distinto es a lo que he hecho", decía en la citada entrevista que concedió en El Mundo.
Sí, a Rey le obsesionan sus personajes: "Trabajo mucho en casa y cada vez que pasa más tiempo, me hago más obsesivo del trabajo en casa. He variado mucho mi manera de trabajar del principio a ahora. Cada vez me obsesiona más los pasados de los personajes, construirlos. La psicología del personaje".
Ha hecho del cine una forma de vivir que ni siquiera ve como un oficio de lo mucho que le gusta, pero es un intérprete poco usual. Ha hecho del misterio sobre su vida, su imagen de marca. Tiene la creencia de que cuanto menos se sepa sobre él, mejor actor es: "No me interesa por una cuestión de pudor y porque creo que cuando se sabe mucho de la vida personal de un actor acabas viéndole a él y no a sus personajes. Y con el paso de los años, cada vez soy más tajante. He llegado a un punto en el que si en un titular donde dicen que soy el que ha provocado la pandemia mundial, no voy ni siquiera a desmentirlo".
La inexpugnable intimidad de Javier Rey
Una firme creencia que extiende a su vida personal. En sus redes sociales no publica nada que no sea de sus proyectos en el mundo de la interpretación o alguna tontería de su día a día. "No lo llevo bien porque la gente no tiene ni puta idea, básicamente. Entonces me hace mucha gracia leer algunas cosas que leo. A veces consigo distanciarme tanto que lo veo como un experimento. Es como: '¿Ah, sí? ¿Me pasa esto?'", ironizaba.
Justo después, seguía desarrollando su idea. "Al final lo importante es que mi madre sepa como soy, que mi hermano sepa como soy, que mis amigos de Noia sepan como soy... Que la gente que quiero sepa quién es Javi Rey. De Javier Rey, el actor, que piensen lo que quieran. Si pagas la entrada para ir al cine, puedes decir que te ha gustado o que Javier Rey ha hecho una caca. Tienes derecho a eso. Pero ya está, mi vida personal es mía", reconocía en esa entrevista.
Su discreta relación con Blanca Suárez
Dentro de esa inaccesible vida privada se encuentra su relación con Blanca Suárez, con la que empezó a salir en el año 2020 después de enamorarse perdidamente en ‘El verano que vivimos’. La química traspasó la pantalla, aunque en unos primeros instantes a la actriz no le cayese bien: "Cuando yo te conocí me caíste mal, bastante mal. Me pareciste un imbécil. Y ahora veo que eres una estafa porque toda la imagen que se proyecta de ti es absolutamente falsa", decía Suárez en la promoción de la película.
Ya se conocían tiempo atrás del rodaje de ‘Lo que escondían sus ojos’, pero ambos estaban comprometidos con sus respectivas parejas: la intérprete estaba con Mario Casas y él mantenía una relación con la actriz canaria Iris Díaz, con la que tuvo a su único hijo, Gonzalo, después de 16 años juntos.
Blanca Suárez sí es algo más abierta a la hora de hablar de su pareja, aunque en general llevan la misma tónica. Hizo una excepción sentada junto a Vicky Martín Berrocal para el pódcast ‘A solas con…’, donde incluso le llegó a llamar marido y saltaron todas las alarmas. Pero no, no han llegado a pasar por el altar, como así confirmó ella al momento, aunque es como si lo fuese. También rompió su habitual discreción al felicitarle por su cumpleaños a través de las redes sociales con dos imágenes de él.