‘First Dates' ha recibido este miércoles a una nueva remesa de solteros dispuestos a encontrar el amor. Carlos Sobera (63 años) y todo su equipo hacen todo lo posible para que las citas salgan bien, para que sus comensales disfruten mientras tratan de ver si son o no compatibles. Sin embargo, y pese a los esfuerzos, son muchas las que no terminan bien. Es el caso de Natali (39 años) y Sergi (46).
Sergi ha llegado a 'First Dates' muy seguro de sí mismo, aunque algo nervioso por volver a abrirle su corazón a alguien. "Para lo feo que soy, ligo mucho. No soy ni Julio Iglesias ni Arturo Fernández, pero me considero bastante galán. Sobre todo, de primeras", ha confesado a Carlos Sobera. Divorciado y con dos hijos, confiaba en sus cualidades para conquistar a su chica después de ser "un imán para las mujeres guapas pero peligrosas". La cosa no le ha salido bien con Natali.
La esteticista de Barcelona le ha sorprendido en ‘First Dates’ con una extraña petición nada más aparecer. "La chaqueta me la dejo puesta porque voy a necesitar que me ayuden con algo", le ha dicho a Carlos Sobera. Apenas unos minutos después le ha pedido a su cita que le subiese la cremallera del mono blanco que llevaba puesto. Solo entonces podría quitarse la chaqueta. "Como vivo sola, necesito que me ayudes a subir la cremallera, si es posible, por favor", le ha comentado ante la cara de incredulidad de Sergi.
"A mí una mujer de primeras, sin conocerla de nada, no me pide que le suba la cremallera. Pero me ha gustado. Ha sido una sorpresa y por tocar", ha reconocido a las cámaras de ‘First Dates’. Además le ha conquistado porque "está fit y tiene todo bien puesto". Natali, en cambio, ha estado más reticente desde el principio con su cita, aunque se ha permitido conocerle porque es "más de energías y de tener conexión". Además, estaba buscando a alguien caballeroso. "Quiero que me cuide y si me abre la puerta del coche, se me caen las bragas", ha reconocido.
En un primer momento, Sergo parecía cumplir con todos los requisitos menos con uno. No ha habido química entre ellos. Se ha notado cuando se han dado un beso en el reservado. Natali no estaba tan dispuesta a besar a su pareja de cena. Esto ha sido una prueba más de que las cosas no han terminado de fluir (pese a que Sergi ha puesto toda la carne en el brasador). Incluso ha invitado a su cita, como buen caballero.
"No tendría una segunda cita porque eres muy expresiva y de primeras se ve que sí, pero luego me has dado a entender que no. Me has gustado mucho, pero ha faltado pasión", le ha dicho Sergi a Natali. Ella, por su parte, también se ha negado a volver a quedar con él porque no ha sentido esa conexión que tanto necesita: "No por lo sexual, pero te he sentido algo inseguro".