Si a todo cantante le influye la música que escucha en sus primeros años, a los hermanos Muñoz también. David y José, más conocidos como Estopa, crecieron con Los Chunguitos y Los Amaya sonando de fondo en el bar que regentaban sus padres en Cornellá de Llobregat, Barcelona. En 'La Española', situado frente la comisaría del barrio, se pasaron horas sentados escuchando las letras de los mayores exponentes de la rumba catalana. No tardaron en cambiar los libros del instituto por una guitarra. Tenían claro que querían dedicarse a la música. El tiempo ha pasado y este martes han acudido a 'El Hormiguero' para celebrar sus 25 años en la música.
Y es que José y David siempre tuvieron claro que querían dedicarse a la música. Mientras esperaban a cumplir su sueño, se ganaron la vida como pudieron. Pasaron por varios trabajos hasta llegar a Novel Lahnwerk, una fábrica filial de Seat. Entre tornillos y piezas de motor nació una de las bandas más importantes de España: Estopa. Ese nombre que, curiosamente, surgió del grito que les daba el encargado del taller, Keko: "¡Dale estopa!".
Su primera oportunidad llegó al ganar un concurso de cantautores del barrio, algo que ocurrió el 18 de octubre de 1999. De esto han pasado 25 años y lo conmemoran en su disco 'Estopía'. David y José Manuel Muñoz llevan más de dos décadas poniendo banda sonora a muchas vidas a ritmo de rumba catalana, flamenco y pop rock. Lo celebran por todo lo alto con una gira que finaliza en el Palau Sant Jordi el 18 de octubre.
Tras explicar los secretos de la portada de su disco, inspirada en el tríptico 'El jardín de las delicias' de El Bosco, y ver su último videoclip, los hermanos Muñoz han contado algunas de las muchas anécdotas que han vivido en estos años de trayectoria musical. Algunas de ellas están unidas a los muchos y variados premios que han recibido. Por ejemplo, recibieron un premio europeo que no conocían y llegaron a pensar que el nombre del galardón era Award. "Luego descubrimos que el premio no se llamaba así, sino que 'award' significa 'premio' en inglés", ha explicado José.
A nivel nacional, los hermanos han confesado, entre risas, la divertida anécdota que vivieron en los Premios Ondas. Estopa ha recibido dos de estos galardones al principio de su carrera: en 2000, por Mejor Artista o Grupo Revelación y en 2004, por Mejor Álbum. Fue entonces cuando, siendo totalmente nuevos en este mundo, vivieron una graciosa confusión.
"Eso fue cuando éramos muy novatos. A mi no me sonaba nada ese premio", ha dicho José.Al estar nominados a dos Premios Ondas, los hermanos pensaban que el premio real sería otro. "Yo pensaba dos Ondas, nos van a dar dos motos", ha revelado David, refiriéndose a la marca de motocicletas. Al descubrir que no se trataba de dos motos, se llevaron una pequeña (y divertida decepción). "Pensamos, 'pues vaya un premio'", ha relatado David, entre risas.
Así afectó la fama a los integrantes de Estopa
A diferencia de otros grupos de su generación, no han pensando en separarse y probar suerte en solitario. Estos dos hermanos siguen tan unidos como siempre. Lo confesaban al periodista Jordi Bianciotto para 'El libro de Estopa': "No creo que eso pase. Cuando colgamos con la promoción dentro de un rato nos vamos a volver a llamar. Tenemos un pique eterno con la consola y no es que ya no conciba la carrera sin José, sino la vida".
El éxito no les ha cambiado. David y José aseguran que siguen siendo los de siempre, los mismos chicos de barrio que empezaron con canciones como ‘La raja de tu falda’. "Hay gente que les sorprende que vayamos así, con estas ropas, pero yo me las pongo con muy buena sensación", comentaba José Muñoz en la citada entrevista. Lo suyo no es llevar corbatas ni acudir a eventos VIP. Dicen sentirse incómodos en las "fiestas de pijos", como ellos las llaman: "Lo hacemos por salud mental. Nos ha pasado algunas veces de ir a un sitio y sentirte el ‘outsider’, así que buscas a otro y te sientas con él, haciendo migas".
Dos historias de amor muy parecidas
Cultivan la sencillez. Culinariamente son amantes de la paella, las migas extremeñas y las patatas bravas. El resto en su vida está copado con el deporte y la familia. A sus mujeres las conocieron mucho antes de convertirse en famosos. Aun así no se saben muchos detalles sobre ellas.
Los hermanos son más de hablar de su música que de sus intimidades. Eso sí, gracias a Mari Paz consiguieron firmar con una discográfica. Fue ella quien, apasionada por las letras de los hermanos, recorrió todas las discográficas. "Podríamos decir que ella fue nuestra primera mánager", contaban los hermanos Muñoz. La maqueta finalmente terminó en manos del entonces director general de EMI Publishing, que les dio 500.000 de las antiguas pesetas por su trabajo.
Es 'El libro de Estopa' donde cuenta cómo conocieron a sus parejas. "Primero, Mari Paz, y luego, Paloma. A ambas las conocieron en Zarza-Capilla, de donde eran originarias sus familias, si bien Mari Paz vivía en Madrid, y Paloma, en Badajoz. Novias de juventud, sí, ligues veraniegos que irían a mayores y se convertirían en compañeras para siempre", se puede leer.
"Con Mari Paz llevo desde el 92, con 16 años. A partir del 93 iba a verla a Madrid, a mi segundo barrio. Al principio, el papá no me dejaba, pero cuando me comenzó a dar permiso, cada 15 días iba yo a Madrid en Enatcar y cada 15 días venía ella a Barcelona", recuerda David sobre sus inicios con su mujer, marcados por su suegro, el catedrático Pablo Muñoz. La historia de Jose y Paloma es parecida: "Mi relación con Paloma comenzó como un ligue del pueblo que fue a más. Empezó en 1998 o 1999. Vivía en Badajoz capital e iba los veranos a Zarza Capilla, que era el pueblo de sus padres".
Ambos tienen hijos fruto de sus relaciones de adolescentes. José, que se casó con su novia Paloma en 2010; tiene un hijo de 11 años. Por su parte, David tiene un adolescente de nombre homónimo, fruto de su matrimonio con Mari Paz. "Creo que si pensamos en cómo es nuestra vida ahora mismo, lo que más nos ha hecho cambiar de pensamiento es tener hijos. Es una de las grandes cosas que te pasan y te influyen en general. He notado un cambio continuado en mi vida con la llegada de mi hijo, que me hizo ponerme en otro punto de vista", coinciden ambos.