Rafael Amargo (49 años) tiene mucho que decir después de que la Audiencia Nacional le haya absuelto esta semana de las acusaciones de vender droga en su casa de Malasaña. El bailaor de flamenco ha quedado libre de todos los cargos "después de años callado y aguantando maltrato", según ha asegurado en una rueda de prensa junto a su abogado Marcos García Montes tras la resolución judicial. En realidad, se trató de una convocatoria para reunir a los medios de comunicación y cebar su intervención de este viernes en el programa ‘¡De Viernes!’, donde será bien remunerado por hablar de lo que ha vivido durante todos estos meses.
De hecho espera que su testimonio pueda alargarse y dé para acudir en más ocasiones. Quiere sacar una buena tajada de este episodio de su vida. "Tengo mucho de qué hablar y muchas ganas de hablar. Espero que lo entendáis. Esperemos que dé para capítulos, como lo de Rociíto", dijo en referencia a la serie documental ‘Rocío. Contar la verdad para seguir viva’.
Su actitud no sentó bien a los periodistas presentes. Lo dejó claro Susanna Griso en 'Espejo Público' después de que convocara a los medios de comunicación para responder a ninguna de las preguntas. Sí que lo hará en un programa de televisión con dinero de por medio. "No tiene ningún sentido que sigas en la rueda de prensa porque si convocas a los medios, respondes a las preguntas. Para publicitar y decir que va a estar el viernes en un programa de televisión, no convoques porque es una falta de respeto a los compañeros", criticó la presentadora.
Aun así, está claro que su intervención en ‘¡De Viernes!’ será interesante siendo el personaje que es y después de su mediática detención. El pasado 1 de diciembre de 2020 la Policía le arrestó, junto al productor Eduardo de Santos y al socio Manuel Ángel Batista. Sudeció en el marco de la 'Operación Codax' porque, durante los meses de abril a diciembre de 2020, "se venían dedicando de manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes, entre otras metanfetamina, a terceras personas a cambio de dinero". Tras declarar ante las autoridades, los detenidos quedaron en libertad con medidas cautelares con la consiguiente retirada del pasaporte, la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de acudir cada quince días al juzgado a firmar.
Según la Fiscalía, los acusados presuntamente adquirían las sustancias estupefacientes a un traficante detenido ya por la Policía en febrero de ese mismo año para, posteriormente, venderlas a terceras personas en su domicilio del centro de la capital. En el registro que hicieron entonces de varios domicilios encontraron ketamina, cocaína rosa y blanca, metanfetamina, éxtasis y otros narcóticos. A través de esta detención y por la declaración de uno de los presuntos compradores, quien aseguró que Rafael Amargo estaría llevando la distribución personalmente, la Policía llegó hasta el bailaor.
Además hubo una denuncia por parte de sus vecinos en la que aseguraban que había "un continuo tránsito de personas en ese piso que se quedaban a dormir en el descansillo y que habían encontrado jeringuillas, papel de aluminio y colillas en el portal de la finca". Con todo ello, el 16 de septiembre de 2020, un juez abrió diligencias para esclarecer los hechos. La Policía determinó tras varias vigilancias que había indicios suficientes para detenerle.
Anulación de las escuchas
Esta misma semana, la Audiencia Provincial de Madrid le ha exonerado del delito contra la salud pública, por el que le pedían nueve años de prisión, después de que la sala haya determinado que no se cumplieron las exigencias mínimas que exige la ley para acordar la intromisión al secreto de las comunicaciones.
Los magistrados estiman que la base científica que justificaba las intervenciones telefónicas, pruebas de peso para la Fiscalía, era "insuficiente para estimar que la medida fuera proporcionada con base a los elementos en que fundamentaban los agentes la sospecha de la comisión de un delito contra la salud pública", según ha podido conocer Europa Press de la sentencia.
Con esta decisión, "la autorización de entrada y registro y lo encontrado en los domicilios han de quedar también afectadas por la nulidad de las intervenciones telefónicas". Al no existir más pruebas probatorias, la Audiencia Nacional ha determinado su absolución. Por todo ello, Rafael Amargo, junto a los otros dos acusados, fue puesto en libertad este 12 de mayo después de pasar cuatro meses en prisión por quebrantar las medidas cautelares.
Rafael Amargo exige responsabilidades
Después de su absolución, Rafael Amargo ha asegurado que exigirá responsabilidades a la Policía después de la "barbarie" que ha vivido él y su familia durante estos cuatro años. Su abogado, en esa misma rueda de prensa, ha precisado sin pelos en la lengua que ha habido "una mano negra detrás con carné de policía". "En estos cuatro años a mí no me han querido ni gratis, no me han querido hasta que me saliera esta sentencia y ahora, después de cuatro años, voy a grabar y voy como el que va a trabajar con todo pensado y con el corazón abierto", ha asegurado para añadir que lo que tiene que contar "da para capítulos".
Asimismo, el bailaor ha subrayado que no quiere dejarse nada fuera "para que vean y que cada uno se ponga y se posicione". "Cómo se puede hacer tan gratuitamente, a cambio de nada, ni del arte, ni de la construcción, ni de algo en la sociedad, a cambio de nada, tanto daño", ha añadido.