Los dos detalles que (casi) arruinan la cita del diseñador Alejandro Santizo en ‘First Dates’

Fran, un director de una clínica dental, ya conocía de vista al modisto antes de coincidir en 'First Dates' pero él no sabe quién es

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

First Dates
Mediaset

Por el programa de ‘First Dates’ no solo acuden anónimos en busca de su media naranja. hay ocasiones en las que rostros conocidos de mayor o menor envergadura recurren al dating show para que les ayude a encontrar a ese alguien que les devuelva la ilusión. Esto suele ocurrir, especialmente, después de algún que otro fracaso sentimental. Es el caso de Alejandro Santizo (36 años), el popular diseñador de moda flamenca de Sevilla que comenzó su andadura profesional después de ganar un reconocido premio de la ciudad.

Sueña con que su marca crezca tanto que algún día tenga su propio centro comercial lleno de cosas hechas por él. Antes de eso, quiere que las flechas de cupido le alcancen. Para ello, se ha animado a formar parte de los especiales que 'First Dates' ha grabado para celebrar San Valentín.

Este deseo se ha cumplido al conocer a Fran (36 años), un director de una clínica dental de Montequinto, Sevilla. La primera impresión ha sido buena. Le ha ha conquistado nada más verle. "Tiene cara de príncipe de Arabia, así tan moreno, los ojos verdes... Le veo cara como de Aladdín. Que me monte en la alfombra y me lleve por ahí", ha comentado el modisto a las cámaras del programa de Cuatro sobre su cita.

Para Fran, la cita no ha empezado con buen pie. Alejandro le ha traído unas flores (y les tiene alergia). Además, se conocen de vista pero el diseñador no le ha reconocido. "Lo paso fatal cuando alguien viene y yo no sé quién es esa persona", ha reconocido Santizo a las cámaras de ‘First Dates’.

Aunque no supiera quién es al inicio de la cita, ahora que le ha visto, no va a volver a olvidarse. Se ha puesto tan nervioso al conocerlo que de lo que sí se ha olvidado es de su nombre. "Me pasa muy a menudo que me presentan a alguien y automáticamente se me olvida su nombre", ha confesado. Fran se ha negado a decírselo como parte del juego.

Las miradas y las risas no han faltado, muestra de que han cuajado físicamente en esa primera toma de contacto. En carácter y gustos también han coincidido. Son dos personas con una personalidad arrolladora, pero no les ha importado porque han coincidido en su forma de ver la vida. Ambos han dicho sí a una segunda cita sin dudarlo. Lo han hecho con la promesa de cumplir los deseos que cada uno de ellos tenía para esta noche tan especial de San Valentín. Santizo ha confesado que quería una noche de pescaditos en una caseta, mientras que lo que quiere Fran es que su cita le acompañe en una escapada en su furgoneta camperizada por él mismo.