Cuando llevas más de media vida casado con la misma persona es muy complicado acostumbrarse a otros brazos y a unas manías ddiferentes a las que vivías a diario con esa pareja. Eso no significa que no se pueda encontrar a otro compañero, pero hay que estar abierto y dispuesto a dejar atrás ese pasado para abrirse a nuevas experiencias. Rosa (81 años), una ama de casa de Badajoz que quiere decirle adiós a la soledad que siente después de quedarse viuda, ha acudido a ‘First Dates’ para encontrar a ese alguien que le haga sus días más alegres. En busca de un "hombre serio y educado" al que le guste tanto bailar y viajar como a ella. Ha conocido a José (83), un oficial de construcción jubilado de su tierra.
Comparten pasiones (aunque a José no se le da muy bien moverse en la pista de baile), pero la cosa no ha cuajado de primeras. "No es mi tipo. Para qué voy a mentir. No me hace tilín. No me ha llenado", ha expresado a las cámaras de ‘First Dates’. Le ha horrorizado que llevase tirantes. Uno espera que no sea determinante a la hora de elegir una pareja, pero para Rosa ha parecido importarle bastante al asegurar que no es su estilo.
Mucho menos cuando su cita le ha confesado el número de hijos que tiene. "Tengo doce hijos. Bueno 13, pero el otro no está entre nosotros", le ha reconocido José en medio de la cena en el programa ‘First Dates’. "¡Madre mía! No has perdido el tiempo. ¡Cuántos hijos!", le ha contestado ella después de quedarse estupefacta ante tal afirmación.
Rosa no le ha quitado ojo a José en toda la cena pero, precisamente no porque la cosa haya sido un flechazo, más bien todo lo contrario. Da igual que el jubilado intentase impresionarla o hacerla reír con su peculiar sentido del humor. Rosa ha estado poco receptiva con su cita. Incluso le ha criticado que se pasase los dedos por la comisura de los labios. "Se ha limpiado la boca con los dedos, no con una servilleta. Yo no soy muy fina, pero esto…", dijo a las cámaras de ‘First Dates’ mientras imitaba su gesto.
Cuando le ha visto bailar en la pista al ritmo de un disc jockey, su cara ha sido un poema. Si a eso se le suma que José le ha confesado que es muy cariñoso, Rosa ha terminado por descartarle. "Yo siempre estoy encima, haciéndote una caricia, dándote un beso, cogiéndote por detrás", le ha explicado él mientras ella ha renegado.
Después de una foto en el "photoshop" (que no fotomatón) de lo más sosa, Rosa ha decidido volver a Badajoz sola. "Bailar bien no baila, tiene que aprender a bailar. No me ha gustado, no es mi tipo. Te tiene que gustar y te tiene que entrar y no ha sido así", ha dicho en la decisión final de ‘First Dates’.