Valentina (25 años), una estudiante de español e inglés italiana, no ha tenido mucha fortuna en el amor. Según ella, el fallo es que tiene mucho carácter y asusta al género opuesto. "Si digo que no es no y si digo que sí es sí", ha dicho a las cámaras de ‘First Dates’. Además tiene un gran problema. Se lo ha confesado a Carlos Sobera (64 años) a su llegada al dating show.
"Soy heterosexual, pero me dan asco los hombres", le ha comentado al presentador. Sobera no ha sabido ni reaccionar. Pasados unos segundos, le ha preguntado: "Un momento, un momento, pero, ¿por qué te dan asco los hombres?". "No he tenido suerte. Pienso en ser una persona feminista, pero por desgracia me gustan los hombres. Y los hombres para mí son el problema principal en el mundo para las mujeres", ha reconocido.
Ha sido entonces cuando Carlos Sobera ha intentado encauzar la conversación. Le ha preguntado por su prototipo de hombre. "Dos cosas tiene que tener: claridad mental y madurez emocional. Y si es guapo, mejor", ha añadido. "Yo lo voy a buscar y que sea lo que Dios quiera", le ha dicho Sobera en ‘First Dates’ a la comensal, que le ha dejado sin palabras.
Le han presentado a Miguel (32 años), un guía turístico que vive a caballo entre Jerez de la Frontera y Granada. "Físicamente está guay": ese es el simple comentario que ha hecho sobre ella mientras le contaba que era de Roma. El joven no ha empezado bien porque una de las cosas que más disgusta a Valentina es que sus citas intenten hablar italiano y Miguel es lo primero que ha hecho cuando ha sabido sus orígenes. Aunque más bien ha chapurreado porque no le ha entendido nada.
En la cena no han parado de hablar, pero lo que es viajar, poco. Según Valentina, su cita ha estado todo el rato buscando algo y mirando al techo. "Como un filósofo", dice ella a las cámaras de ‘First Dates’. Ha sido entonces cuando Miguel ha metido la pata hasta el fondo. "Yo te escucho a ti y me digo ‘Martina sabe hable español perfecto", le dice confundiéndose de nombre. "Valentina y Martina son similares, vale, pero yo me acuerdo de tu nombre y tú no te acuerdas del mío. Está bien", ha dicho ella, intentando tomárselo con filosofía.
Para colmo, a Miguel "se la pela la política". "Pero tú vives en un lugar donde las decisiones políticas afectan tu vida", le ha dicho ella sin entender cómo le dice eso. Para terminar de coronarse ni siquiera ha invitado a cenar a Valentina, lo que ha terminado por balancear la balanza al no. "No tendría una segunda cita con Miguel porque me ha faltado algo, química y mariposas", le ha dicho mientras. "La verdad que me lo he pasado del carajo. Eres una tía gloria bendita, pero no he sentido ese algo. Eso si, estás súper invitada a Granada y quién sabe si allí encuentras al amor de tu vida", le ha contestado él.