Los cinco motivos por los que Anabel Pantoja es la concursante perfecta de 'Supervivientes'

Anabel Pantoja llegó a los platós de Mediaset sin mucho conocimiento de causa para defender a su primo, a Kiko Rivera. De aquello han pasado diez años más, en los que se ha afianzado como uno de los rostros de la cadena. Su principal arma es, tanto en el plató de 'Sálvame' como en Cayos Cochinos, que es puro corazón. Todo, literalmente todo, lo vive al máximo. Es generosa con los demás, sobre todo con los que estamos sentados en el sofá, a la hora de compartir sus emociones. Solo con observar su cara puedes saber si está de acuerdo con lo que está sucediendo, si prefiere callarse algún comentario o si simplemente es algo que no va con ella. Y lo más honesto, que no se esconde tras el orgullo cuando algo le hace daño.

Anabel es peleona como ninguna. Que sí, que en 2014 abandonó 'Supervivientes' en cuanto pudo, pero rectificar es de sabios y esta nueva oportunidad le está permitiendo mostrar esa faceta que ya se había dejado ver por los platós de Telecinco. Es guerrera e incansable cuando tiene una causa por la que luchar. Si no, que le pregunten al clan de los Pantoja, a los que lleva diez años defendiendo a capa y espada. Pero toda arma tiene su doble filo y a veces este tesón se convierte en tozudez, sobre todo cuando no atiende a razones y no da su brazo a torcer, algo que suele ocurrir cuando hay algo que o no le gusta o no quiere hacer.

La sobrinísima ha dado rienda suelta a sus sentimientos en 'Supervivientes', algo que desde la organización de cualquier reality siempre insisten. "Lo mejor para vivir una experiencia como esta es dejarse llevar". Dicho y hecho. Lo que no se esperaba ningún espectador es que estuvieran tan desbocados. Anabel llegó a Cayos Cochinos tras una complicada separación de Omar, su 'negro'. Ambos han compuesto durante años una de las parejas más carismáticas del mundo Mediaset, puede que justo por eso muchos nos esperanzásemos al ver que el canario aparecía una y otra vez en las reflexiones de la supervivientes. Hasta que Yulen entró en juego. 

Anabel y el deportista se han acercado poco a poco, y todo apunta a que Yulen ha querido aprovecharse de esto. Solo hay que ver la reacción que ha tenido al recibir una carta de amor de colaboradora de 'Sálvame'. Ha dado un paso atrás en su relación excusándose en las referencias de Anabel a Omar. "Tú me haces una carta, mazo bonita, y le dices a Anuar después de la carta que eso lo puede ver el Negro. Me ha jodido, porque me estabas escribiendo una carta a mí pero también estabas pensando en él...", le recriminó Yulen. Esto huele a excusa. 

La veteranía es un grado, y Anabel Pantoja lo ha desarrollado. Lleva una década pasando las tardes en el plató de 'Sálvame'. Y, como ya ha dicho Jorge Javier en nuestras páginas, no es que haya aprendido el oficio observando y aprendiendo de sus compañeros, es que "tiene madera": "Tras esa apariencia de mujer tímida que pisó hace diez años los platós, se escondía una joven que había mamado conciertos y conciertos de su tía. Y que de tanto verla y admirarla se le empezaron a pegar una serie de comportamientos que la han convertido en el animalito televisivo que es ahora". Su carácter consentido, caprichoso y muy sentido es su mejor baza.

¿Y qué mejor final que la participación, aunque solo sea momentánea, de la mujer que ha inspirado tanto a Anabel? ¿Os imagináis que Isabel Pantoja acudiera a plató para darle la bienvenida a la sobrinísima? No sería la primera vez que la tonadillera apareciera por sorpresa en un reality (véase cuando se coló en la casa de 'GH Dúo' durante el concurso de Kiko Rivera). Viajar hasta Cayos Cochinos es algo más laborioso y se antoja imposible poner a la cantante en esta postura, pero algo más verosímil es que acuda a plató para felicitar a Anabel por superarse a si misma, por dejar sus miedos a un lado y dar uno de los concursos más sinceros. Se lo 'debe'. Anabel sí que estuvo en plató cuando Isabel regresó de la isla.