Carlos Sobera (63 años) ha visto desfilar a todo tipo de solteras y solteros por ‘First Dates’. Es raro que algo le sorprenda ya a estas alturas, tras ocho años de emisión y más de 1920 entregas. Pero, en contadas ocasiones, algún visitante del restaurante más famoso de la televisión le asombra con sus ocurrencias o su forma de entender el amor. Jordi (35 años), un administrativo de Barcelona, lo ha conseguido.
Con la apariencia de un tipo duro al que nada o nadie le importa (para protegerse de las malas experiencias amorosas vividas hasta el momento), Jordi ha dejado perplejo al presentador de Mediaset. Su última relación seria fue hace tres años, pero tiene claro qué es lo que le enamora de una mujer: "Un buen culo". Carlos Soebra no daba crédito ante su afirmación.
"¿Que tenga buen culo para enamorarte? Eso será para otras cosas, pero ¿para enamorarte?", ha dicho, sorprendido, el presentador de 'First Dates'. "Es muy importante, lo que pasa es que está sobrevalorado", le ha respondido el soltero, especialista en ligar a través de las redes sociales. "Tú lo sobrevaloras porque le das una importancia total. Entonces tú lo primero que le dices a una chica es ‘date la vuelta’", le ha espetado Sobera. "No se lo digo. La miro primero y después le pido que se vuelva", le contestado. La cara de perplejidad de Sobera era notable. Ha intentado entender al solero, pero ha terminado desesperado y asegurando que está "perdiendo la fe en el amor".
En su cita se ha topado con Cristina (38 años), una esteticista afincada en Barcelona que no ha tenido reparos en decirle durante toda la cena en ‘First Dates’ algunas verdades ante las constantes meteduras de pata que ha tenido Jordi. De primeras ni siquiera le ha gustado, como así ha confesado detrás de cámaras después de un gesto de desaprobación nada más conocerle: "Me gustan los macarras, pero tiene pinta de macarra de manual, que dices ‘yo igual esa etapa ya la he superado y busco otra cosa’".
Ha reconocido quiere encontrar algo diferente en el programa de citas. Hasta el momento solo se ha encontrado con hombres que van a lo que van: "Estoy tratando de utilizar más la cabeza y un poco menos el corazón".
Todo ha apuntado a que Jordi iría por el mismo camino, pero, con el paso de la cena y con varias meteduras de pata de por medio (entre ellas hacerle una radiografía de su culo aprovechando que le ha cedido el paso para llegar a la mesa que ‘First Dates’ les tenía asignada), ha ido cambiando de opinión."Me ha gustado tu sinceridad. Creo que, aunque has ido metiendo la pata una detrás de otra, has sido sincero y eso es de valorar. Físicamente estás bien aunque de primeras me has parecido un macarrilla. Pienso que todo el mundo se merece una segunda oportunidad, así que quiero pensar que estabas muy nervioso y voy a darte un voto de confianza para ver si así te interesa más por mí", le ha dicho ella ante la pregunta de si tendría una segunda cita con Jordi.