Carlo Costanzia se sienta en '¡De Viernes!', las polémicas a las que tendrá que responder

Carlo Costanzia se sienta nuevamente en el plató de '¡De Viernes!' para hablar de los diferentes escándalos en los que está inmerso

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Carlo Costanzia Jr.
GTRES

Carlo Costanzia (31 años) se sienta en el plató de ‘¡De Viernes!’ (Telecinco, 22:00 horas) para hablar de las numerosas polémicas en las que está envuelto. En los últimos meses, se ha convertido en uno de los rostros conocidos que más titulares acapara por sus líos judiciales, su noviazgo con Alejandra Rubio y por la situación actual en la que se encuentran sus hermanos, Pietro y Rocco, que continúan encarcelados por presuntamente intentar asesinar a otro joven italiano por celos con un machete de entre 40 y 60 centímetros de largo. 

Los problemas parecen perseguir a esta familia. Aunque menos grave, el horizonte judicial del hijo de Mar Flores y Carlo Costanzia di Costigliole tampoco es esperanzador. La Audiencia Provincial de Málaga le condenó el pasado 21 de junio a 21 meses como responsable de un delito continuado de estafa agravada. Ha devuelto el dinero a los perjudicados. Pese a eso, el juez consideró que el actor de ‘Toy Boy’ debía cumplir su condena en el centro de inserción social Josefina Aldecoa, perteneciente al complejo penitenciario de Navalcarnero, en Madrid.

No era su primer encontronazo con la Justicia. En 2015, se fugó de un control policial tras dar positivo en alcohol y drogas. Además, cuenta con más de 100 multas por exceso de velocidad y aparcamiento indebido.

En este momento, Carlo se encuentra en una situación de semilibertad con una pulsera telemática al haber cumplido parte de esa condena. Después de pasarse unos meses pernoctando en este centro, ahora puede vivir en la casa que se ha alquilado en el madrileño barrio de Vallecas. Eso sí, hasta nuevo aviso tiene que acudir cada semana a los juzgados para firmar. Cuenta con el apoyo de su pareja, Alejandra Rubio. Apenas llevan unos meses juntos, pero la relación parece más que afianzada.

Una infancia marcada por la separación de sus padres y el bullying

Carlo Costanzia no ha tenido una infancia fácil. Cuando apenas tenía cuatro años, tuvo que enfrentarse a la separación de sus padres. Un juez decretó que el menor se fuese a vivir a Italia con el conde en medio del escándalo que protagonizó su madre a finales de los años 90. Fue pillada en la cama por la revista ‘Interviú’ con Alessandro Lequio mientras mantenía una relación con el empresario Fernando Fernández Tapias. "El idioma lo controlaba porque mi padre me habla en italiano desde que soy pequeño, pero el cambio radical de ciudad, amistades y costumbres a esa edad... Eso no se lo deseo a nadie", reconocía Carlo en una entrevista a Vanity Fair.

Se cambió de ciudad y convivió a los escándalos que protagonizaba su familia. Además, tuvo que enfrentarse a los constantes insultos que recibía en el colegio: "Mi infancia fue difícil. Nunca ha sido feliz. He vivido la pesadilla de no tener referencias familiares. En el colegio los mayores te insultan, son cosas bestias e insultos fuertes a mi madre".

Con solo diez años empezó a consumir alcohol, tabaco y hachís. Tuvo que ser ingresado durante seis meses por sus adicciones en un centro de rehabilitación. "No quiero justificar mis actos, pero cuando cometo estos delitos no estoy en mi sano juicio ni en mis cabales y lo digo con vergüenza", explicó a Sonsoles Ónega hace unos meses en su programa ‘Y ahora Sonsoles’. Consiguió dejar atrás todo aquello gracias a su constancia y a que acude regularmente a un centro.

Su sueño: ser modelo y actor

Ha cometido muchos errores, pero también ha tenido algún que otro acierto. Antes de la condena de la Audiencia Provincial de Málaga, Carlo Costanzia consiguió cumplir su sueño de convertirse en actor con su exitoso debut en la serie ‘Toy Boy’. Este papel le abrió las puertas de la industria rodando ‘Fuimos canciones’, en Netflix, y ‘El juego de las llaves’, junto a María Castro, Miren Ibarguren y Fernando Guallar. Además, estaba teniendo mucho tirón en el mundo de la música y las pasarelas, como su madre. Eran muchas las marcas que querían trabajar con el joven. Pero con lo sucedido, las ofertas laborales ya no son las mismas. Se ha visto en la obligación de dejar estas facetas de lado para ganarse la vida con un trabajo más corriente a tiempo parcial.