Pese a que lleva casi 30 años siendo conocida y formando parte de la televisión, Belén Esteban (51 años) no deja de conceder entrevistas con las que deja confesiones de lo más llamativas. Este fin de semana, la colaboradora ha sido una de las protagonistas del programa ‘Col·lapse’ de la cadena catalana 3cat. Belén, coincidiendo con el día de su cumpleaños, se ha sentado en el plató para responder a las preguntas y para hacer un repaso por algunos de los momentos más significativos de su vida. Sobre uno de ellos, ha dejado una valiosa reflexión por uno de los grandes aprendizajes que ha inculcado a su hija.
Belén Esteban se ha remontado ni más ni menos que a su infancia. Pese a que ahora la colaboradora de ‘Ni que fuéramos shhh’ tiene solvencia económica y su labor tanto en televisión como en sus empresas le reportan éxito, cuando era una niña su familia pasó ciertas dificultades relacionadas con el dinero. Tal y como ella misma ha contado, su madre incluso les decía a ella y a sus hermanos que se colaran en el metro por la falta de dinero que había en casa.
Belén Esteban cuenta cuál ha sido el gran aprendizaje que ha inculcado a su hija
Una situación tras la que ella recibió un valioso aprendizaje que ahora presume de haber transmitido a su hija. “He pasado una infancia feliz, pero ahora con la edad que tengo, me han sabido mucho inculcar y yo he sabido inculcar a la persona, que nadie da nada por nada. Y me siento muy orgullosa de haber nacido en la familia que he nacido”, ha comentado sobre cómo eso que aprendió desde bien pequeña, es algo que quiso enseñar a la hija que tiene en común con Jesulín de Ubrique.
Sobre ese relato de su infancia, Belén Esteban ha recordado cuestiones que le marcaron mucho como que “yo iba a un colegio de monjas y mi madre limpiaba ese colegio. Mi padre era pintor de brocha gorda. En mi casa no ha sobrado el dinero. Me crió una monja que se llamaba sor Mercedes y yo sé de dónde vengo. En mi infancia pasaron cosas que quiero que la gente las sepa. Entonces, quiero contarlo”.
Entonces, la de Paracuellos ha pasado a contar en el programa algunos de esos instantes de dificultad que vivió en casa. "Tengo la imagen de que, antiguamente, pagaban a la semana, y lo daban en un sobre marrón. Me acuerdo cuando llegaba el viernes mi padre y le daba a mi madre el sobre, y se ponían los dos a contarlo. Mi madre, éramos tres niños y vivíamos en una casa de 48 metros que hemos sido de lo más felices, pues recuerdo a mi madre bajar al ultramarinos que teníamos abajo y cuando se acababa para la comida, la Pili no lo apuntaba en su cuaderno”, ha comentado sobre cómo gestionaban la economía en casa, que no era para nada boyante.
Emocionada, y recordando a su padre, al que ella estaba muy unida, Belén Esteban ha contado uno de los gestos que él tuvo con su madre. “A mi madre siempre le ha gustado mucho el oro y no se lo podía comprar. Toda su vida quería tener el Sagrado Corazón en una cadena. Mi padre, por mediación de un amigo suyo, su mujer vendía oro y lo pagaba a plazos. Le daba cien pesetas. Y le había costado cinco mil y pico, tú imagínate mi padre”, ha comentado sobre esa gestión del dinero por la que, en gran parte, sacó uno de sus mayores aprendizajes.
Belén Esteban habla de cómo superó sus adicciones
A lo que también se ha referido Belén Esteban durante su presencia en ‘Col.lapse’, ha sido a sus adicciones. Aunque es un tema al que ha hecho referencia en numerosas ocasiones, no le gusta perder la oportunidad de comentarlo puesto que es algo que ha marcado su vida y dándole visibilidad intenta ayudar a quienes lo padecen.
Belén Esteban se ha remontado a ese momento tan convulso de su vida y ha dicho que “yo quería salir. Yo buscaba la palabra libertad pero era muy difícil. Yo no hecho la culpa a nadie. Tú tienes una adicción porque tú quieres tenerla, las compañías no pueden ayudar”. Además, ha contado que “yo cuando me quité hice una limpieza de gente. Tuve mucha ayuda con mis jefes Raúl, Carlota y Valldeperas, pero luego tienes que tener ganas. Y me ayudó mucho mi familia. Pero si quieres se puede salir”. Como aprendizaje, en este sentido Belén Esteban ha destacado que “es bonito ver cómo tu vida cambia. De estar metida en la mierda, subí para arriba y conseguí muchas cosas. En especial, respetarme a mí misma y que me respetaran”.
Además, Belén Esteban ha reconocido en la cadena catalana lo importante que fue para ella ponerse en manos de un terapeuta. "Me puse en manos de un terapeuta y me enseñó a tener la autoestima… Aunque a veces tengo baches, mi vida ha cambiado por completo”, ha afirmado. Y sobre lo más importante de su vida, ha vuelto a hacer referencia a su familia. “Tengo un marido que me quiere muchísimo, tengo a lo más importante de mi vida que no se dedica a lo que yo me dedico, tengo a mi madre que es una señora de 81 años pero que es… Tengo una familia normal”, ha dicho orgullosa.