Hace algunos meses que dejó de ser un secreto. La relación de Bárbara Rey (74 años) y el rey emérito Juan Carlos I (86 años) veía la luz. Primero fue ella la que habló abiertamente sobre ello y poco después era Ángel Cristo Jr el que vendía algunas imágenes de sus encuentros privados a una revista holandesa que dieron la vuelta al mundo. Tras ello llegaron aquellos famosos audios que confirmaban este romance y en los que también se pudieron escuchar algunos asuntos de Estado.
En cualquier caso, desde antes incluso que todo esto viera la luz fueron muchos los que lanzaron una posibilidad de que Sofía Cristo (40 años) pudiera ser hija del emérito y que hubiera estado silenciado durante todo este tiempo. Pero por otra parte también se ha hablado largo y tendido de la coincidencia en la elección del nombre de la hija de la vedette con el de la reina Sofía, algo que también ha querido aclarar para zanjar todas las dudas existentes a este respecto.
Bárbara Rey zanja todas las dudas sobre la posibilidad de que Sofía Cristo sea hija del rey emérito Juan Carlos
Este lunes hemos podido ver la segunda parte de la entrevista más personal de la actriz murciana. En ella ha dejado a un lado todo lo relativo a su historia con el emérito para dar paso a toda la polémica familiar en la que se ha visto envuelta desde hace más de un año. De hecho, confesaba que se trataba del momento más doloroso porque no pensaba tener que llegar a estos términos en televisión con su hijo e incluso le ha lanzado un desafío muy claro.
En cualquier caso, durante mucho tiempo circulaban ciertos rumores sobre la paternidad de su hija pequeña. Por muchos era conocido el romance de la vedette con el abuelo de la princesa Leonor y algunos sembraban la duda sobre la paternidad de esta hija. De hecho, son dos las preguntas que muchos se hacían a este respecto y la de Totana no se ha cortado y ha zanjado todas las dudas existentes.
La primera de ellas era la relacionada con la paternidad de Sofía. Bárbara se ha mostrado de lo más contundente a este asunto. “No he escuchado decir una gilipollez tan gorda en los años que tengo”, decía con total rotundidad. De este modo, se zanjaba la polémica pero ha ido más allá en su explicación. “Si tienen una cinta donde yo digo que mi hija es hija del rey...”, apostillaba para dejar claro que si eso existía se trataría de una broma del momento pero duda de haberlo dicho en alguna ocasión aunque sea en broma.
Pero la cosa no ha acabado ahí. La vedette explicaba los motivos por los que estaba segura de ello. “Si yo tuviera la menor duda se lo hubiera dicho pero no puede ser porque yo jamás en mi matrimonio he estado con él”, concluía. De esta manera, mantiene lo que siempre ha comentado que durante su matrimonio nunca se vio con el emérito. Por ello, nunca ha tenido dudas por mucho que se especulase con ello y razón por la cual nunca le pidió una prueba de paternidad.
Bárbara Rey aclara la elección del nombre de su hija, Sofía Cristo
La segunda cuestión que se ha comentado durante muchos años es la de nombre de su hija. También se ha hablado durante mucho tiempo que podría ser una especie de venganza de la actriz con el monarca por no haberle facilitado las cosas cuando ella lo pidió. De hecho, en su primera entrevista ella misma confesaba haberle pedido trabajo que nunca obtuvo por su parte, además de aquel veto que señala que le hizo el emérito por su poder.
Por ello, Bárbara nuevamente ha querido aclararlo en esta entrevista. “No lo decido yo, sino él, porque como su padre era griego... esto es una cosa que se ha comentado mucho”, expresaba. Así dejaba patente que se trataba de una decisión de su marido en la que quería hacer un guiño a sus antepasados helenos, no porque tuviera que ver el hecho de incordiar a la reina Sofía o aumentar los rumores sobre la paternidad de la colaboradora.
Por último, la murciana también ha tenido espacio para el sarcasmo y ha querido recordar un detalle desconocido hasta la fecha relacionado con este asunto. “Los Reyes nos mandaron también un mensaje de felicitación, así que igual lo cogió de ahí”, expresaba sobre la opción del domador de haber leído el nombre de la emérita en aquella felicitación y haberlo escogido para el nombre de su hija.