El mejor termómetro del cariño que siente la gente hacia uno mismo se mide en los peores momentos de tu vida. Antonio Resines (70 años) se dio cuenta del amor de España hacia él cuando en 2020 estuvo ingresado 48 días en el centro hospital Gregorio Marañón de Madrid. Fue un momento díficil que aún hoy recuerda con mucho miedo. Es consciente que estuvo a punto de morir, pero también supo ver el lado positivo.
Antonio Resines fue consciente de lo mucho que la gente le admira en lo profesional y en lo personal. Ese cariño se lo había ganado a pulso con su cercanía y simpatía. De eso y mucho más hablará este miércoles en 'El Hormiguero'. La excusa de su visita es la promoción de la nueva película que protagoniza, 'Mikaela'. Este thriller de acción se desarrolla en mitad de un gran atasco formado a raíz de una gran nevada. El actor interpreta a un policía a punto de jubilarse.
Resines ha explicado algunas de las claves de este proyecto, como las escenas que más le costó grabar. Pero, como es habitual, también ha habido tiempo para recordar anécdotas personales. Pablo Motos ha comentado que el refugio de Antonio era Cantabria, donde solía ir a pescar. Pero ya no. ¿Por qué? "Me lesioné y ya no me gusta", ha admitido Resines.
"Fui con un amigo, pusimos unas cañas. Cuando pescas, la caña no estás cogiéndola. Está en un sitio clavada", ha comenzado a relatar el actor. Después de un rato, picó un pez. "Me emocioné, una alegría muy grande. Fui a cogerla, pero resbaló la caña, se rompió, yo caí y me rompí tres costillas. Y no volví a pescar", ha narrado. Un insólito accidente que tuvo un resultado doloroso para Antonio. "No pensé que esa caña, que tenía un aspecto sólido, se iba a romper y que yo me iba a caer y romper las costillas", ha justificado.
La larga carrera profesional de Antonio Resines
La película de la que ha hecho promoción esta noche se suma a su dilatada trayectoria en la pequeña y gran pantalla. Desde pequeño mostró una gran admiración por el séptimo arte, pero por su cabeza nunca rondó la idea de convertirse en intérprete. Se conformaba con ser productor.
"No quería ser actor, lo he sido de casualidad. Yo quería hacer cine, pero no exactamente como actor. Esta gente joven viene mucho mejor preparados que nosotros, pero nosotros sí sabíamos hacer cine, sabíamos lo que era una cámara, un travelling, donde había que ponerse, y todo eso más o menos. Y esto, hay algunos de los que están empezando que no lo saben", dijo en una entrevista en Fotogramas.
Los primeros pasos de Antonio Resines en la industria
Mucho antes de que esa primera oportunidad llegase, estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Lo hizo siguiento los consejos de sus padres, el abogado J. Ramón Fernández Quevedo y la ama de casa Amalia Resines Ruiz de Rebolledo. No tardó en cambiarse a Ciencias de la Información. Una idea que le valió sus inicios en la industria.
En las aulas de la Complutense conoció a dos Fernandos: Boyero y Trueba. "Éramos unos indocumentados de mucho cuidado. Teníamos entre 20 y 22 años. No teníamos ni idea. Nos reuníamos para tomar cañas y ver si ligábamos, pero también es verdad que se nos ocurrían historias y lo curioso es que las hacíamos", contaba en una entrevista en ‘El Español’ en 2017.
Gracias a una de esas ideas terminó debutando y escribiendo el primer nombre a esa larga lista de más de 100 proyectos con los que cuenta en su palmarés. Con 'La buena estrella’, en 1997, se llevó el Goya al Mejor Actor.
El extenso patrimonio de Antonio Resines
Desde aquella primera ilusión han pasado muchos años pero el tiempo no ha hecho que pierda su amor por esta profesión que le ha dado tanto. También una abultada cuenta corriente y su carrera como hombre anuncio desde los años 90 con su debut para IBM OS/2 Warp. El productor, profesor, presentador, colaborador televisivo y escritor cuenta con un patrimonio de entre 10 y 15 millones de euros, según le confesó a David Broncano durante su paso por ‘La Resistencia’. Es cierto que es todo un polifacético que ha trabajado mucho pero también ha salido rentabilidad ese dinero fuera de la industria audiovisual como empresario. Tiene varios restaurantes, agencias de colocación y startups.
Resines, a punto de morir hasta en cuatro ocasiones
Antonio Resines también tiene un extenso historial médico. En 2020 pasó más de 40 días –23 de ellos en la UCI en coma– ingresado en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid debido a las complicaciones por una neumonía bilateral. Su vida corrió peligro e, incluso, tuvo lo que él denominó como alucinaciones.
"Yo decía que eran alucinaciones, pero eran delirios producidos por la medicación, que te están curando, pero a la vez te provocan todo eso", explicaba en una entrevista en El Español. "Vivía en una realidad paralela. Sabía que estaba en un hospital, pero no sabía qué estaba pasando. Estaba convencido de que me habían puesto un microchip y que me querían matar. Se me iba un poco la olla y eso te acojona", añadía. Incluso llegó a pensar que estaba peleando en la Revolución Francesa.
Como afirmaba tuvo una experiencia cercana a la muerte: "Los médicos me dijeron que tuve entre un 95 y un 98 por ciento de haberla palmado. Pero al final no ha sido así. Entonces me libré gracias a la sanidad pública". Su recuperación ha sido muy complicada pero, a día de hoy, lo que tiene son achaques propios de la edad.
Así conoció a Ana Pérez-Lorente, su apoyo incondicional
Mucho antes de aquello le diagnosticaron un cáncer de colon del que fue operado en 2017 y a raíz de eso le descubrieron una angina de pecho. "Entonces ahí sí me acojoné porque hay una cosa muy curiosa, el cáncer como no duele hasta determinados estados avanzados..., pero lo que todo el mundo sabe es que si te falla el corazón te vas para el otro barrio", decía en una entrevista en La Sexta.
Menos mal que a su lado estuvo en todo momento su mujer, Ana Pérez-Lorente. Curiosamente la conoció de casualidad. Se enamoró nada más verla, la invitó a un café y desde entonces no se han separado en tres décadas. "Nos encontramos en un semáforo, ella iba con una amiga, y yo con un amigo. Ellas ligaron con nosotros y fuimos a tomar algo y hasta ahora", explico a Bertín Osborne en una entrevista. Mucho antes estuvo casado con Marisol de Mateo, de cuyo matrimonio nació su único hijo, Ricardo.
El paso de Antonio Resines por el calabozo
Resines no siempre fue el hombre modelo que es hoy. Durante su juventud estuvo en el calabozo por secuestrar un autobús. "A ver, no era secuestrar un autobús, era coger un autobús y obligar al conductor para que nos llevase... Estábamos en la autónoma de Madrid, en Tres Cantos, y había que ir a manifestarse a Plaza Castilla. En esa época no teníamos dinero, ni coches ni nada, sería el año 73 o 74. Y nada, subimos al bus, y venga, '¡vamos a la Plaza de Castilla', y los 2 o 3 que estaban dentro, que pensamos que eran compañeros... pues eran policías de la secreta. Entonces cerraron el bus, nos pillaron y nos llevaron directamente al calabozo de la DGS", contaba en otra entrevista en Fotogramas.