Con la llegada del otoño, Lydia Lozano ha vuelto a confirmar que los vestidos son la prenda estrella de su armario. Aunque las opciones son infinitas, la colaboradora, de 61 años, siempre recurre a un modelo que además de favorecer a todos los cuerpos, es muy cómodo y perfecto para las intensas jornadas de televisión. El vestido favorito de Lydia es de manga francesa, de corte amplio, largo por la rodilla y que puede variar en el escote: de pico o redondo. En una de sus últimas apariciones públicas antes de pasar por quirófano, la periodista recurría a un diseño de color blanco que captó nuestra atención por su elegancia y sofisticación, así como su versatilidad.
Aunque Lydia lo lució para un día de trabajo, es perfecto para cualquier evento especial de cara a los próximos meses en los que el calor empieza a decir adiós y con el que además conseguiremos presumir de bronceado. Se trata de un vestido con ligero corte evasé que sienta bien a cualquier mujer sea cual sea su figura porque pone el acento en la cintura disimulando tanto unas caderas anchas como estrechas. Además, el diseño, de escote cerrado, presenta una manga francesa con los hombros fruncidos, un detalle que lo hace aún más especial y que corona con un imponente bordado floral de color negro en mangas y en la parte inferior del vestido. Esta joya es made in Spain y pertenece a la firma Casting Collection, una de las favoritas de la colaboradora.
Lydia Lozano, que recogía su clásica melena rubia en una coleta, lo combinaba con unas sencillas sandalias peet toe con tacón negro y empeine repleto de brillos. Sin duda, el complemento perfecto para arrasar como invitada en tu próxima boda de otoño si tienes 50 o 60 años.
Las limitaciones de Lydia Lozano tras su operación
"Tengo todos los dolores del mundo", confesaba la colaboradora en una intervención en directo en 'Socialité'. Apenas han pasado 72 horas de la intervención y Lydia ya está inmersa en su recuperación. "Estoy destrozada, no me puedo ni mover (...) Yo que soy tan activa verme así. Ayer no me podía poner el sujetador, estoy hecha una mierda", confesaba a María Patiño entre lágrimas. A partir de ahora empieza un arduo proceso de rehabilitación, semanas o incluso meses en los que tendrá que tomarse la vida con más calma.