La Luna Llena de marzo, también conocida como Luna de Gusano, es toda una invitación al renacer. Su brillo suave encierra un poderoso simbolismo natural: el del deshielo, el fin del invierno y el comienzo de la naturaleza. Así los astros nos recuerdan que, al igual que la tierra se prepara para florecer, también nosotros podemos soltar lo viejo y abrir espacio para lo nuevo.
Este año, además, su energía se tiñe con la influencia de Virgo. Este signo impulsa al orden, al cuidado personal y a la introspección. Es por eso que esta combinación mágica, de la Luna de Gusano y la constelación de la doncella, parece una invitación personal para cuidar de ti misma. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que por medio de un ritual que cuide de tu cuerpo y de tu alma?
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Crea tu propio santuario personal
Para este ritual, que pretende utilizar al máximo la energía de la Luna llena y de Virgo, tenemos que preparar bien nuestro espacio. Basta con que dediques unos minutos para preparar un rincón especial de tu casa: puede ser en el salón, en el dormitorio o incluso en el baño.
No necesitas grandes cosas, solo un espacio en el que te sientas cómoda y tranquila. Puede encender una varita de incienso, o añadir aceites esenciales, como lavanda o romero, que conectan con la energía calmante y purificadora de Virgo. Si quieres, pon música suave o sonidos de la naturaleza, y deja que la magia surja. Este es tu momento, tú mandas.
¿Lo tienes todo? Entonces empezamos con este ritual que consta de cinco partes, todas ellas muy importantes:
Baño de renovación para limpiar el cuerpo y la energía
Empieza tomando un baño templado para limpiar tu energía. Añade sales aromáticas, o sales de Epsom (son ricas en magnesio, ayudan a relajar los músculos y a eliminar toxinas). En ausencia de estas opciones, basta con un poco de sal marina.
Mientras el agua acaricia tu piel, imagina que arrastra todo lo que ya no necesitas: tensiones, pensamientos negativos, cansancio.
Si prefieres una ducha, acompáñala de una exfoliación suave. Te ayudará a deshacerte de lo malo y renovar tu energía personal.
Automasaje para nutrir y conectar con tu cuerpo
Después del baño, sé generosa contigo misma. Date un automasaje con algún aceite corporal que te guste (te recomiendo especialmente el de almendra o lavanda, para conectar mejor con Virgo). Hazlo despacio, sintiendo cada parte de tu cuerpo, dándole las gracias por sostenerte cada día.
Este debe ser un momento de contacto, un acto de amor propio. Piensa en todo lo que has conseguido en tu vida, en el milagro de estar vida, y concéntrate en la sensación física del masaje.
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Diario de emociones: suelta y abre espacio
Acabado el baño, vuelve a ese lugar sagrado que has preparado para ti misma, a tu santuario, y toma papel y boli. Es hora de que escribas todo lo que sientes. Aquí no hay reglas: puedes desahogarte, soltar preocupaciones o plasmar tus sueños.
Si quieres, puedes hacer una lista de aquello que quieres dejar atrás y otra con cosas que quieres atraer a tu vida. Escribir bajo la Luna Llena tiene un poder simbólico: ayuda a cerrar ciclos y abrir puertas hacia nuevos comienzos.
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Meditación con afirmaciones para equilibrar cuerpo y alma
Al acabar de escribir, siéntate cómodamente en el suelo, sorbe tu cama o sobre una silla, y cierra los ojos. Es importante que tus pies toquen el suelo, para conectarte con el elemento Tierra de Virgo. Respira profundo varias veces, y luego repite (en tu mente o en voz alta) estas afirmaciones:
- Me libero de lo viejo y abrazo lo nuevo.
- Mi cuerpo y mi alma están en equilibrio.
- Merezco cuidarme y darme amor.
Permanece así durante unos minutos, dejando que cada palabra cale dentro de ti.
Intenciones para el ciclo lunar
Para acabar el ritual, escribe tres pequeñas acciones de autocuidado que quieras mantener durante este ciclo lunar. Pueden ser cosas tan sencillas como dormir mejor, leer antes de ir a la cama o caminar cada día. Luego guarda estas intenciones en tu cuaderno y revísalas en la próxima Luna Llena para ver cómo has evolucionado.
Este ritual es, al fin y al cabo, un regalo para ti misma. No importa si lo haces al completo o sigues solo una parte, lo importante es que lo vivas desde el amor propio. La Luna de Gusano, con su energía de renacer, te acompañará en este viaje de cuidado y equilibrio. Deja que su luz te inspire a florecer desde dentro.