Josep Maria Mainat (Canet de Mar, Barcelona, 1946) es uno de los productores más importantes del país. El catalán ha vuelto al primer plato informativo después de que saliera a la luz que se investiga a su mujer, Angela Dobrowolski, por intentar asesinarlo para frustrar los trámites de divorcio y así poder optar a su millonaria herencia.
Aunque estudió arquitectura, carrera que nunca terminó, y es programador, Mainat se dio a conocer gracias a su carrera profesional en la pequeña pantalla. Josep Maria es uno de los referentes de la televisión Española con formatos a sus espaldas como Operación Triunfo o Crónicas Marcianas.
Mainat comenzó su carrera profesional junto a Miquel Àngel Pasqual y Toni Cruz, con quien creó el grupo musical de humor La Trinca. Juntos publicaron más de 20 álbumes y dieron el salto a la televisión a finales de los 80 con el programa Tarito, tarito. A partir de ahí comenzó su inclusión en el mundo de la televisión al fundar Gestmusic junto a Cruz, productora de formatos tan exitosos como Crónicas marcianas, Operación Triunfo o ¡Mira quién baila! Una empresa que vendían en 2007 por 90 millones de euros, de los cuales 45 fueron a parar a su bolsillo
En el plano personal, Mainat comenzó una relación sentimental con Rosa María Sardá, fallecida en junio de 2020 víctima de un cáncer linfático. La pareja estuvo casada durante tres décadas, hasta que en el 2002 decidieron tomar caminos separados. Juntos tuvieron un hijo, Pol, que nació en 1975, y su amistad continuó incluso tras su separación.
Después, Mainat mantuvo una nueva relación con una pareja con la que adoptó dos niños. El amor volvió cuando tenía casi 60 años, cuando conoció a Ángela Dobrowolski, con quien se casó en mayo de 2012. Juntos tienen dos hijos, Jana y Joan Ramón.
En la actualidad, Mainat afronta el tétrico culebrón de su supuesto intento de asesinato. Los Mossos detuvieron a Dobrowolski, de 37 años, el pasado mes de junio después de que hallaran indicios de que había intentado matar a su marido. Al ser diabético, le administró insulina mientras dormía, lo que le produjo un coma que pudo acabar con su vida. El objetivo, según la investigación policial, no era otro que beneficiarse de su millonaria herencia antes de firmar el divorcio.