Mario Alonso Puig, una de las mentes más importantes de nuestro país, ha compartido una nueva reflexión sobre la felicidad que tanto ansía la mayoría. El experto en bienestar asegura que alcanzar este estado de bienestar es mucho más sencillo de lo que parece, pero pocos conocen la verdadera clave. El cumplimiento de metas, los logros profesionales o los intereses tangibles no son determinantes para ser felices en la vida, aunque es cierto que influyen en cierta medida. Aun así, la gratificación instantánea no es el camino para ser feliz. Tras varios años de estudio, Mario Alonso Puig ha llegado a una nueva conclusión sobre este importante asunto. “La felicidad no se busca, se descubre”, asegura.
El error más frecuente en la búsqueda de la felicidad, según Mario Alonso Puig
La felicidad es uno de los asuntos que continúa suscitando mayor interés y las búsquedas sobre esta no dejan de crecer. Por este motivo, los expertos en bienestar también se centran ahora en compartir las herramientas y claves para lograr este ansiado estado. El doctor y conferenciante, Mario Alonso Puig, es uno de ellos. “Perseguir la felicidad es como intentar atrapar tus propios ojos”, cuenta en una de sus últimas reflexiones publicadas en redes sociales. El experto asegura que quienes se centran en la búsqueda de la felicidad más allá de sus fronteras está cometiendo un grave error.
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En su lugar, este estado de bienestar está mucho más cerca de lo que creemos. "¿Cómo puedes buscar algo que ya tienes?”, cuestiona. La respuesta es sencilla. “Nuestro error es pensar que la felicidad está fuera de nosotros en algo que aún no hemos conseguido, pero lo cierto es que si nuestro ser es amor entonces la felicidad ya está en nosotros”, explica en su perfil. Mario Alonso Puig asegura que no se equivoca cuando confirma que “la felicidad y el amor son lo mismo”, algo que muchos todavía confunden.
La falta de amor, afecto y compañía se traduce inevitablemente en infelicidad. Por el contrario, cuando nos sentimos rodeados, tenemos relaciones cálidas y somos conscientes de ello, nuestro estado de bienestar mejora. “El problema es que nos hemos desconectado de ese amor. Nos olvidamos de lo que realmente somos y al hacerlo perdemos de vista la felicidad que siempre ha estado ahí”, cuenta el experto.
Mario Alonso Puig recomienda dejar de focalizarse en la búsqueda constante de la felicidad más allá de nuestras fronteras. De lo contrario, nunca llegará. “Es como tener un tesoro oculto bajo nuestros pies y seguir rebuscando por ahí lejos. La felicidad no es algo que debas perseguir, es algo que puedes descubrir”, explica.
Su mensaje tras compartir esta enriquecedora reflexión es claro. “Hoy, en lugar de buscar fuera, mira dentro”, señala. La clave de la felicidad forma parte de nosotros mismos. “Reconecta con ese amor que ya tienes y verás que la felicidad no es un objetivo, es tu estado natural”, añade.
La ‘paradoja de la felicidad’ como principal enemigo del mayor estado de bienestar
La ciencia también está de acuerdo con el experto sobre este importante asunto. El estudio ‘Happiness depletes me: Seeking happiness impairs limited resources and self-regulation’ elaborado por la Universidad de Toronto Scarboroygh y publicado en la revista ‘Applied Psychology’ asegura que cuanto más intentamos ser felices, más nos alejamos de la felicidad. Es lo que se conoce como la “paradoja de la felicidad”. La realidad es que el intento constante por alcanzar este estado de bienestar termina consumiendo toda nuestra energía. En este sentido, es un proceso mucho más dañino que beneficioso ya que nos agota. Termina con nuestras ganas de ser felices.
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Algunas de las claves para evitar que esto ocurra es “vivir el presente”. Disfrutar del día a día, de los encuentros sociales e incluso de las tareas más insignificantes puede ayudarnos a ser felices. También restarle importancia a lo material y focalizarse en los aspectos sensoriales de la vida es clave, según el experto Mario Alonso Puig. El amor propio también es fundamental.
“Es capaz de transformar las dolencias del ser humano”, señalaba el experto en otra de sus reflexiones publicadas en redes sociales. Lo mismo ocurre con el encuentro junto a otras personas. "Hoy es incuestionable que el amor es capaz de transformar muchísimas dolencias, por no decir todas las grandes dolencias que el ser humano atraviesa", añade el experto. Varios estudios científicos también están de acuerdo.
"El amor tiene un impacto profundo en la sanación. La ciencia nos demuestra que las relaciones humanas no solo consuelan, sino que también curan. El apoyo de seres queridos, el vínculo médico-paciente e incluso una palabra amable pueden influir en la recuperación y fortalecer el sistema inmune", concluye Puig.