Si has escuchado por ahí que a partir de los 65 años solo puedes aceptar tus limitaciones, estás muy equivocada. Así lo demuestra el experto Marcos Vázquez, entrenador personal que lleva la filosofía estoica al gimnasio, y que asegura que “el secreto de la juventud eterna es seguir movimiento el umbral de `viejo’”. Es decir, no ponernos la etiqueta y renunciar a seguir disfrutando de nuestro cuerpo por el simple hecho de haber cumplido años.
Son muchos los casos de personas que, pasado este umbral, siguen mantiéndose en forma. El propio Vázquez comparte en sus redes un vídeo de un hombre de 73 años que realiza saltos al cajón sin que su edad lo limite. Y qué decir de la gran Mika Takishima, que comenzó a entrenar a los 65 y ahora, a los 94, está más en forma que nunca. Ejemplos nos sobran, solo necesitamos formas de mantenernos activos. Y la mejor de todas, según todos los expertos, es la calistenia.
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¿Qué es la calistenia?
La calistenia no es el nombre del nuevo deporte de moda, es un tipo de entrenamiento que existe desde siempre y que se basa en utilizar el propio peso corporal para desarrollar la fuerza, la resistencia, la flexibilidad y coordinación, cuatro ejes cardinales para mantenernos jóvenes sin importar la fecha del DNI.
A diferencia de otros métodos de ejercicio que requieren pesas, máquinas o equipo especializado, la calistenia se basa en movimientos tan sencillos y naturales como empujar, tirar, agacharse o mantener el equilibrio. Algunos ejercicios clásicos de calistenia ya los conoces: flexiones, sentadillas, dominadas, plancha, abdominales… Lo que hemos hecho toda la vida.
Lo mejor de este deporte es que puede adaptarse a cualquier nivel, desde principiantes hasta personas muy entrenadas. Y como se puede hacer en prácticamente cualquier lugar, no hay excusas para dejar de entrenar.
¿Por qué es tan buen la calistenia pasados los 65?
Seguro que si has cumplido 65 años tienes clara una cosa: quieres aprovechar cada minuto y no perder el tiempo con chorradas. Y por eso la calistenia es ideal para quienes han pasado este umbral. Van al grano, corrigen problemas como la falta de estabilidad, ayudan a conservar la masa muscular (algo que suele perderse con los años de sedentarismo) y permite recuperar la movilidad perdida.
Es un ejercicio ideal para cualquier persona, sea cual sea su edad y su forma física, pero en particular a partir de los 65 te ayudará a:
- Mejora la fuerza. Con la calistenia usas tu propio peso corporal para mejorar tu fuerza física, por lo que esta se desarrolla de manera segura y progresiva. Esto es esencial para no permitir que el cuerpo se deteriore con el paso de los años, dado que a partir de los 65 años el ritmo en el que se pierde masa muscular se acelera. La buena noticia es que es un proceso reversible, puedes recuperar e incluso ganar más músculo a estas edades si entrenas adecuadamente.
- Favorece la movilidad y la flexibilidad articular. Muchos movimientos de calistenia implican estiramientos activos que pueden ayudar a mantener las articulaciones móviles, lo cual previne la rigidez y mejora la calidad de vida.
- Aumenta el equilibrio y la coordinación. Esto es clave para prevenir caídas, que es uno de los principales riesgos que corremos a partir de ciertas edades.
- Ayuda a mantener la masa ósea. El ejercicio de resistencia, incluso cuando se hace sin pesas, estimula y puede ayudar a prevenir la pérdida de densidad ósea, ralentizando la temida osteoporosis.
- Es adaptable y de bajo impacto. La calistenia se puede hacer en casa, en el parque o donde se quiera, y se puede adaptar a cualquier nivel de forma física o limitación articular.
- Mejora la postura y la conciencia corporal. Al trabajar el core y la alineación corporal, la calistenia ayuda a mantener una buena postura, lo que a la larga puede reducir dolores lumbares o cervicales.
- Contribuye a la salud mental. Como cualquier deporte, la calistenia puede reducir el estrés y mejorar la neuroplascitidad. Además, este tipo de entrenamiento trabaja la conexión entre la mente y el cuerpo, dado que requiere de mucha conciencia corporal. Eso hace que en muchos casos quienes la practican sientan una mejor autoestima, claridad mental y hasta un mejor estado de ánimo.
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Empezar después de los 65 años
Nunca es tarde para empezar, nunca. Aunque pienses que habría sido ideal empezar hace veinte años, lo cierto es que el mejor momento para comenzar a entrenar siempre es ahora. Y lo bueno de la calistenia es que puede adaptarse fácilmente a tu nivel de forma física y a cualquier limitación de la edad. Las más importantes que debes tener en cuenta son las siguientes:
- Movimientos suaves y funcionales. Si vas a empezar a entrenar pasados los 65, prioriza los ejercicios que tengan un bajo impacto y que sean fáciles de ejecutar. Otra prioridad debería ser que sean movimientos funcionales. Es decir, movimientos que vas a hacer en tu día a día, como sentarse o levantarse de una silla, marcar en el sitio o elevar los talones y las puntas para mejorar el equilibrio.
- Apoyos y seguridad. Si algún ejercicio te resulta complicado, usa apoyos u otros elementos de seguridad. Puedes usar sillas, por ejemplo, para hacer las sentadillas. O barras paralelas bajas, e incluso una encimera como punto de apoyo para evitar caídas.
- Más calidad que cantidad. En lugar de centrarte en hacer muchas repeticiones, concéntrate en adquirir una buena técnica en tus primeros entrenamientos. Prioriza una buena postura y asegúrate de hacerlo sin dolor.
- Progresión lenta. Tener 65 años no significa que no puedas hacer ejercicio, pero si vienes de una situación de sedentarismo o no estás en forma tienes que ser comprensiva contigo misma. Empieza con lo más fácil y ve aumentando de nivel poco a poco, comprendiendo que tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse. La clave es ser constante, y poco a poco ganarás mayor rango de movimiento, capacidad y fuerza.