Cuando Tita Cervera quiso ser actriz de la mano de Espartaco Santoni y ni imaginaba que sería baronesa

El pasado mes de febrero, Netflix anunció que Carmen Cervera (81 años), o Tita, como también se la conoce, tendrá su propia serie documental. La verdad es que la vida de la baronesa viuda de Thyssen ha sido tan variada y tan intensa que merece la pena ser contada.

De Miss Internacional directa a Hollywood

Antes de ejercer como baronesa consorte, de convertirse en una especialista de arte y de tener su propia colección –con obras valiosísimas–, Tita Cervera fue Miss España en 1961, quedó cuarta en Miss Europa y tercera en Miss Internacional. 

Este último certamen le abrió las puertas de los círculos sociales de Hollywood, en los que conoció, entre otros, a Marilyn Monroe, Frank Sinatra, Sammy Davis Junior, Dean Martin y, claro, al que fue su primer marido, el actor Lex Barker, al que conoció en un avión de Roma a Zurich. Barker se hizo muy famoso por haber encarnado a Tarzán en el cine. Tita y Lex se casaron en Ginebra en 1965.

Tita Cervera estuvo casada con el actor norteamericano Lex Barker, fallecido de un infarto en 1973.

Además de trabajar como modelo y ser considerada como una de las mujeres más bellas de nuestro país, el codearse con la élite hollywoodiense provocó que le picara el gusanillo del cine. Participó en un par de películas junto a su marido, del que enviudó en 1973, ya que Lex Barker falleció de manera inesperada de un infarto.

Ese mismo año, Tita Cervera conoció al productor y playboy venezolano Espartaco Santoni, con el que empezó una relación y se acabó casando en 1975. Tita había rodado unas cuantas películas hasta que Santoni decidió aparcar su trabajo como actor y productor y dedicarse en exclusiva a lanzar al estrellato a su mujer.

Cine de dudosa calidad en los años del destape

Tita Cervera quería usar el apellido de su primer marido, Lex Barker, como nombre artístico y llamarse Tita Barker.

El matrimonio recibía a la revista Lecturas en 1977. En aquel reportaje, Tita Cervera lució para las fotos una sugerente prenda de lencería en seda verde ribeteada de encaje negro en el escote y en el bajo.

"De la mano de su marido, Carmen Cervera quiere triunfar como actriz", titulaba nuestra revista. "Espartaco Santoni ha aparcado su carrera como actor y ahora es productor. Está resuelto a lanzar a Tita y le ha conseguido su primer papel en una película llamada 'Misil X", revelaba Lecturas. La citada película, estrenada en 1978, fue una coproducción de varios países europeos que se tituló en nuestro país 'La guerra de los misiles'. El filme, de acción y suspense, estaba protagonizado por Peter Graves y Curd Jürgens.

Tita participó en 'La guerra de los misiles' (1978), junto a Peter Graves y Curd Jürgens.

Ella hubiera querido ponerse Tita Barker como nombre artístico

"La relación entre Espartaco Santoni y Carmen Cervera está a punto de dejar de ser solamente marital para transformarse también en artística. Carmen quiere ser actriz y su marido, que últimamente ha aparcado su faceta como actor y se dedica a 'organizar' películas con otros productores, piensa cumplir sus deseos", publicaba la revista Lecturas.

Para su estreno como actriz, "Tita ha elegido presentarse con el nombre artístico de Tita Barker [el apellido de su primer marido], algo con lo que Espartaco –hombre poco celoso y de mente práctica y comercial– está conforme", relató Lecturas. Sin embargo, eso no sucedió, tal y como vemos en el cartel promocional de la película en el que aparece como Carmen Cervera, su nombre real.

Tita Cervera y Espartaco Santoni se casaron en 1975.

Un matrimonio tormentoso que acabó en un inevitable divorcio

Claro que el matrimonio de Tita y Espartaco fue de todo menos feliz. El currículum amoroso de Santoni era más largo que un día sin pan. Un seductor nato. Y Tita, que cuando lo conoció se llevó una muy mala impresión de él, también acabó rendida a sus encantos. "Tenía un gran poder de seducción. Cuando lo vi, pensé: '¡Qué horror!', pero a las tres horas ya me encantaba", declaró a la revista Lecturas en 1978, apenas un año después del reportaje en el que anunciaba su relanzamiento cinematográfico.

El matrimonio empezó a hacer aguas muy pronto y a los tres años de la boda, Tita tomó la decisión de divorciarse. "Pondré una nube en mi cerebro para borrar estos tres años que he vivido junto a Espartaco", nos contó.

Santoni le consiguió a su mujer algunos contratos para rodar películas de dudosa calidad.

Su desencanto por el seductor venezolano fue tajante. "Me ha ocurrido lo que le ocurre a todo el mundo cuando deja de querer, de comprender o desear vivir con otra persona: no tengo ningún deseo de seguir viviendo al lado de Espartaco", reveló a Lecturas.

Y es que Espartaco Santoni nunca abandonó su actitud de 'enfant terrible'. Fue un vividor y la justicia acabó enfilándole la proa. Sus extraños movimientos como productor cinematográfico le pusieron en el ojo de la Interpol, que emitió una orden de busca y captura por presunta estafa y falsedad de documento público. Fue detenido y se le puso una fianza de un millón de pesetas (6.000 euros) todo un dineral en la época, que pagó Tita Cervera. Tras salir del calabozo, Espartaco Santoni desapareció del mapa, lo que terminó por colmar el vaso de la paciencia de la actriz catalana.

Tita voló a Nueva York, la ciudad en la que se habían casado, para pedir el divorcio. Santoni, que apareció en Venezuela, no se opuso a la decisión de Tita y se lo concedió sin problemas, aunque con la convicción de que quizá ella estuviera influída por su madre. "Estoy convencido de que alguien la coacciona. Tita me adora y yo la adoro. De todos modos, si lo del divorcio va en serio, se lo concederé. No se puede vivir en pareja si ella desea liberarse", declaró a Lecturas.