Ayer fue el turno de los vástagos de Gièle y Dominique Pèlicot en el juzgado de Aviñón, al sur de Francia, donde se está produciendo el mayor caso de violación sexual por sumisión química de nuestro país vecino. La madre de los tres es la protagonista y víctima, y su padre el principal acusado de los presuntos hechos perpetrados durante más de una década.
"Es el juicio de toda una familia aniquilada", ha sentenciado sin remilgos durante su declaración en sede judicial el mayor de los hijos en la que ya es la undécima semana de sesiones y, también, la última fase del largo litigio que no solo juzga por varios delitos a su padre y exmarido de Gisèle, sino también a otros cincuenta acusados de abusar sexualmente a la francesa que previamente era intoxicada con fuertes somníferos por Dominique en contra de su voluntad.
El hijo mayor de ambos pide que su padre y los 'cincuenta' "sean castigados por sus horrores"
Así pues, David, al hilo de la sentencia anterior ha continuado su discurso dirigiéndose directamente al magistrado del caso, Roger Arata, para solicitarle encarecidamente que esté "a la altura" del sufrimiento que tanto él como sus hermanos padecen desde que el retorcido asunto saliera a la luz pública y que, por supuesto, los cincuenta acusados y su propio progenitor "sean castigados por sus horrores".
Porque además de David (50) y Florian (38) el matrimonio tiene una tercera hija, Caroline Darian, de la que el primero tampoco se ha olvidado en su alegato en el estrado del juzgado de Aviñón. Además de dirigirse a los acusados y el juez, también ha tenido el valor de mirar a los ojos a su padre, sentado en el banquillo, para espetarle lo siguiente: "Dinos qué le has hecho a mi hermana y a mis hijos".
¿Supuestamente también drogó y violó a su propia hija?
Una pregunta directa que no es producto de una espontánea hipótesis que, desde luego, podría surgirle perfectamente a un hijo que se entera de que su padre ha violado presuntamente bajo sumisión química a su madre y ha captado también a otros hombres para cometer mismas fechorías. Detrás de la pregunta hay mucho más. Al parecer, Caroline mantiene que Dominique le hizo en una ocasión fotos tras haberla drogado y antes de violarla. Es decir, lo mismo que hizo con Giséle, con la diferencia de que los horribles hechos perpetrados contra su exesposa los reiteró durante diez años.
En su derecho a réplica, Dominique -pese a que desde el comienzo del proceso ha reconocido ser el autor principal de los delitos de los que se le acusan- ha contestado así a David: "Di el máximo de lo que pude a mis hijos, a mis nietos, deseo que un día tengáis la prueba de que nada ocurrió. Les hice fotos porque sufría un chantaje. Te pido disculpas".
"¿Por qué hiciste esto?", le pregunta angustiado su hijo menor en sede judicial
Florian, el hijo menor del matrimonio que ha declarado inmediatamente después de David, ha sido todavía más incisivo con su padre con una dura pregunta retórica a la que él mismo da respuesta. "¿Por qué hiciste esto? Decías que nuestra madre era una santa, pero tú eras el diablo", asegurando contundentemente además que, tras conocerse los duros hechos, "perdió" a un padre y sus tres hijos a un abuelo.
El último turno ha sido para Caroline Darian (45), quien principalmente ha querido dejar muy claro que está completamente convencida de haber sido agredida sexualmente por su propio padre. "No es una hipótesis, lo sé", ha sentenciado.
El alegato final de Gisèle, la víctima principal
Todo esto sucedió este lunes, pero este mismo martes Gisèle volvía a sentarse en el estrado como hacer su alegato final. Momento nada difícil en el que la septuagenaria ha sacado fuerzas de flaqueza para denunciar otra vez más todo el calvario sufrido aunque en los precisos momentos de las violaciones planificadas por su marido -se calcula que fueron unas 200- ella no fuera consciente por la sumisión química a la que era sometida repetidamente.
"He perdido diez años de mi vida que nunca recuperaré. La cicatriz no se cerrará nunca", ha sido lo más destacable de su nueva declaración en la que además ha tenido que responder a las duras preguntas de la abogada de los acusados, Nadia El Bouroumi, quien ha 'echado en cara' a Gisèle que estaba siendo más ‘benévola’ con su exmarido que con el resto de los cincuenta acusados.
Ya no queda mucho para que la pesadilla que Pèlicot y sus hijos están viviendo en sede judicial termine, también como protagonistas de un proceso completamente mediatizado desde que saltó la terrible noticia en el país galo. Entre esta semana y la que viene se procederá a escuchar los alegatos de la acusación particular, y ya la siguiente la Fiscalía solicitará las condenas por cada uno de los cincuenta acusados. Y para terminar, el turno del juez. El veredicto final.