Último giro en el caso Rafa Mir: dos testigos ratifican la versión de las presuntas víctimas y desmontan la del futbolista

Los guardias de seguridad de la urbanización aseguran que las chicas si les hablaron de una agresión sexual.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Rafa Mir
Instagram @rafamir33

El caso Rafa Mir continúa bajo el foco mediático después de que una nueva pareja de testigos haya declarado durante la fase de instrucción. Han sido los vigilantes de la urbanización quienes ponen en entredicho la versión de los policías locales sobre lo ocurrido y, por lo tanto, también la del propio futbolista acusado de un presunto delito de agresión sexual.

Dos nuevos testimonios contradicen la versión de los policías locales ya interrogados

La causa judicial que investiga al futbolista Rafa Mir y a su amigo, Pablo Jara, por una presunta agresión sexual todavía no ha terminado. Fueron dos jóvenes de 25 y 21 años las que presentaron una denuncia ante la policía tras los hechos que habrían ocurrido durante la madrugada del 1 de septiembre. Sin embargo, el futbolista niega estas afirmaciones y sigue defendiendo su inocencia casi cinco meses después.

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Desde entonces, el caso se encuentra en fase de instrucción en el Juzgado Número 8 de Llíria. Ahora han sido dos nuevos testigos los que han declarado sobre lo ocurrido aquella noche para tratar de esclarecer los hechos cuanto antes. Durante la nueva cita judicial de esta semana han declarado dos guardias de seguridad de la urbanización privada Torre en Conill. Su testimonio ha sido claro y ha cuestionado la versión de los policías locales que acudieron al chalé ya interrogados.

Según ‘Levante emv’, los nuevos testigos han avalado la versión de una de las denunciantes y aseguran que se produjo acceso carnal. Estos guardias de seguridad han declarado frente a la jueza encargada del caso que una de las chicas explicó a los policías que el futbolista le habría tocado bajo la falda. Además, han hecho hincapié en que según la joven esto ocurrió en dos ocasiones. Una de ellas se habría producido en la piscina y otra en el baño.

Frente a este nuevo relato, la defensa de Rafa Mir pretende demostrar que la presunta víctima ha ofrecido dos versiones durante el proceso. Según el equipo legal del futbolista, la chica nunca habría hablado de una agresión carnal durante su primera declaración de lo ocurrido aquella madrugada. Además, la defensa de Rafa Mir ha cargado contra los dos guardias tras escuchar sus declaraciones y ha cuestionado la falta de actuación. “Por qué no hicieron nada ante semejante afirmación?”, es la principal cuestión que ha abordado el equipo legal del futbolista.

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Por su parte, los guardias han señalado que no era su deber dirigir a la policía ni explicarle qué tenía que hacer. No obstante, ambos guardias han destacado que les llamó la atención que ninguno de los agentes detuviera al futbolista. Este mismo relato encajaría con la declaración de las jóvenes quienes aseguraron que la policía local de Bétera “no mostró mucho interés en averiguar lo sucedido”. Además, las presuntas víctimas reprocharon en su declaración que estos agentes mantuvieron un “conversación distendida” con el futbolista.

Más allá de avalar la versión de las chicas, el testimonio de estos nuevos testigos contradice la de los cuatro policías locales también interrogados. Estos ratificaron ante la jueza el pasado 28 de noviembre que las jóvenes nunca les dieron a conocer que hubieran sido víctimas de un delito sexual. Según sus testimonios, este es el principal motivo por el que tampoco se recogieron los hechos en el atestado.

Los agentes locales de Bétera consideraron la acusación contra Rafa Mir como “una cuestión leve”

Los abogados del futbolista y de su amigo, Pablo Jara, ya señalaron durante los primeros días que el informe de estos policías apoyaba la versión de sus clientes. Los agentes no observaron indicios de ninguna agresión sexual, motivo por el que tampoco se aplicó el protocolo habitual para ese tipo de delitos. "Lo tomamos como una cuestión leve. De haber detectado una agresión sexual, habríamos seguido protocolos", declaraban en su momento ante la magistrada los agentes de la policía local.

Además, relataron que se limitaron a tranquilizar a las jóvenes denunciantes y también intentaron esclarecer lo que había sucedido de puertas hacia dentro. Según los testimonios recogidos, no observaron lesiones ni hematomas. Tampoco habrían sido notificados de un relato relacionado con una agresión sexual en ese momento. Por otro lado, el informe posterior de la Guardia Civil señalaba que el testimonio de la presunta víctima "no tiene atisbo de duda".

Además, este mismo documento sostiene que en el momento inicial podría haber influido el shock como motivo para no ofrecer más detalles a los agentes locales. Es más que evidente que el caso Rafa Mir continúa envuelto en un mar de incógnitas y quedan varios asuntos por esclarecer para determinar si se produjeron o no los delitos de agresión sexual denunciados. La jueza instructora todavía tiene que analizar y valorar a fondo estos nuevos testimonios para seguir adelante con el proceso que podría terminar con el joven futbolista entre rejas.