Última hora sobre el menor de 14 años desaparecido en el pantano de Sant Antoni (Lleida)

La profundidad del pantano supera los 60 metros y la visibilidad es muy reducida, por lo que las labores de búsqueda se complican por momentos.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Mossos d'Esquadra
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Varios equipos de Bomberos de la Generalitat de Catalunya y Mossos d’Esquadra buscan desde el pasado sábado a un joven de 14 años desaparecido en el pantano de Sant Antoni (Lleida). Aunque las autoridades paralizaron ayer las labores de búsqueda, hoy han reanudado su actividad para dar con el paradero del joven desaparecido.

La búsqueda del joven

Un joven de 14 años continúa desaparecido en las inmediaciones del pantano de Sant Antoni en una zona cercana al municipio de Talarn, en el Pallars Jussá (Lleida). Fue durante el mediodía del pasado sábado cuando se vio por última vez al chico en esta zona. Al parecer, el joven acudió para disfrutar de un baño con normalidad. Un testigo que formaba parte de un grupo de bañistas alertó alrededor de las 13:21 horas al 112 y a la policía catalana tras presenciar que el joven se adentró en el agua del pantano, pero no salió de ella. Hasta la zona se trasladaron distintos dispositivos para inspeccionar 500 metros cuadrados de superficie en barca y realizar una investigación intensiva bajo el agua. La primera inmersión se realizó alrededor de las dos de la tarde sin éxito. En la zona trabaja desde entonces el Grupo Actuaciones Especiales (GRAE) de Bomberos, submarinistas de la unidad acuática de los Mosos y bomberos de Tremp y Balaguer para localizar al joven.

Además, el GRAE trabaja con tecnología especial que permite detectar la presencia de elementos sumergidos en las profundidades. Los profesionales realizan inmersiones periódicas cuando el aparato notifica una señal. Durante el pasado sábado, las autoridades competentes también revisaron las bocas de los desagües del pantano, protegidas con rejas, por si el joven había sido víctima de una succión. A pesar de la intensiva búsqueda, el chico no apareció en el lugar. Por el momento, el operativo se ha centrado en las profundidades del embalse donde se sospecha que puede estar el joven. Además, ayer se paralizaron las labores de búsqueda durante la noche por poca visibilidad. Es esta misma línea, el equipo de Bomberos ha señalado que la propia orografía del embalse condiciona las labores de los efectivos de rescate. De hecho, para llevar a cabo las inmersiones son seguridad, deben cerrar las turbinas de la presa.

Pese a las numerosas dificultades, los Bomberos de la Generalitat han retomado el trabajo este mismo lunes con la activación de 9 dotaciones y una nueva embarcación para encontrar al menor. Más de dos decenas de agentes buscan al chico en la zona en la que desapreció y sus inmediaciones con la ayuda de un robot acuático con cámaras que trabaja en las zonas más complicadas. La profundidad del pantano supera los 60 metros y la visibilidad es muy reducida, por lo que las labores de búsqueda se complican por momentos. Además, la orografía del pantano presenta amplias plataformas de suelo de poca profundidad que, en cuestión de metros, se desploman en grandes profundidades. Por su parte, los servicios de emergencias se han coordinado con el resto de los cuerpos para trabajar de la forma más eficiente. El Sistema d’Emergéncies Médiques ha activado el sistema de apoyo psicológico para ayudar a la familia del menor. Todavía no ha trascendido ninguna hipótesis oficial sobre su desaparición, aunque dadas las características que presenta el pantano, el joven podría haber sido succionado por una corriente de agua de las profundidades.

Fin de semana negro en varios puntos de España

Durante el pasado fin de semana, se han producido varios incidentes en pantanos y playas relacionados. El mismo día que desaparecía el joven de 14 años perdía la vida un hombre de 65 años ahogado tras caer de una lancha en el río Noguera Pallaresa, cerca del pantano de Sant Antoni. La principal hipótesis que se sostiene es que la víctima se hubiera golpeado en la cabeza con la embarcación al caer al agua. El mismo sábado, un hombre de 45 años y nacionalidad francesa fallecía en la playa de Portbou en Girona. Tal y como ha trascendido, esta zona no dispone de servicio de vigilancia. Esta es  la séptima víctima mortal en playas catalanas desde que se inció la campaña de verano el pasado 15 de junio.

La desaparición del joven junto a los otros dos incidentes pone de manifiesto la importancia de cumplir con las recomendaciones, prohibiciones y señalizaciones de zonas peligrosas o no habilitadas para los bañistas. Lo mismo ocurre con aquellos lugares que carecen de vigilancia profesional. Se estima que la mayoría de los ahogamientos en espacios acuáticos como playas, piscinas o embalses se producen en lugares sin vigilancia. De hecho, esta situación es más preocupante respecto a los menores de edad. Durante este verano ya se han producido varios ahogamientos en piscinas privadas donde los más pequeños se bañaban sin supervisión. Por ello, las recomendaciones de los profesionales son claras. Nunca hay que dejar a un menor de edad solo, puesto que puede ahogarse en cuestión de segundos e incluso en aguas poco profundas.