Última hora de la desaparición de Jay Slater: de las sospechas de su familia a las "inquietantes señales de vida" en el barranco

Empieza la cuarta semana de búsqueda del joven británico por parte de la familia y los colaboradores que se han sumado a las batidas

Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Actualizado a 8 de julio de 2024, 15:06

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Los padres y el hermano de Jay Slater no descansan y aunque saben que tampoco pueden permanecer durante mucho tiempo en Tenerife, mantienen la esperanza de encontrar al joven, mientras la prensa británica se ha hecho eco este fin de semana de unas "escalofriantes señales de vida en el inquietante barranco" en el que desaparecía. 

Warren Slater conmovía con sus últimas y desgarradoras declaraciones en las que hablaba de "situación frustrante", pero lo último que hemos sabido es que han puesto el foco de la sospecha sobre uno de los hombres que vieron a su hijo antes de que se le perdiera la pista y cuya identidad desvelaban los medios de Reino Unido este domingo. 

El padre de Jay Slater reacciona tras revelarse la identidad de Jonny Vegas: "todo apesta"

Warren Slater, padre del joven desaparecido el 17 de junio en Tenerife, está convencido de que se puede hacer más en la investigación oficial, según el testimonio que publica el diario británico 'The Sun': "lo he dicho desde el primer día. Interroga a los dos hombre y comienza a investigar desde ese punto". Para él, "todo apesta" y considera que se dejó ir demasiado pronto a los dos hombres que estuvieron con su hijo el día antes de que se le perdiera la pista. Sobre todo, desde que la identidad de uno de ellos, "el misteriosos Jonny Vegas", fuera revelada este domingo, antes de que se cumplieran tres semanas de esta pesadilla para la familia. 

Según Ayub Qassim, el hombre que hay detrás de Vegas, el aprendiz de albañil le dijo que había perdido las llaves del apartamento en el que se alojaba con sus amigos, muy lejos de Masca, donde se ubica la 'Casa Abuela Tina', el que tenía contratado este individuo que habrían alojado a Jay. Pero lo que ha descolocado más a la familia es el pasado de el bautizado como Jonny por los investigadores privados. El citado medio de Reino Unido aseguraba que tiene 31 años, estuvo en prisión durante 9 años, se trata de "un narcotraficante convicto" y según el prestigioso ex policía que trabaja en el caso para ayudar a los padres, Mark Williams-Thomas, "han abierto una red criminal establecida con vínculos con las drogas, los delitos violentos y los robos". 

El que se ha convertido en sospechoso mantiene su versión y asegura que el joven "entró y salió vivo de la casa", mientras el reportero y detective asegura que todavía hay otra persona con la que no ha hablado, algo que podría arrojar más luz o añadir dudas a este extraño caso que mantiene a los dos países en vilo. “Al llegar al apartamento, su amigo abrió la puerta, se dirigió hacia la izquierda y se fue directo a dormir. Jay entró detrás, seguido por Qassim. Subieron las escaleras y le dijo que podía usar el sofá, le entregó una toalla, una manta y le dijo que se duchara cuando quisiera", relata Thomas tras la conversación que ha mantenido con él. 

Después de conocer todos los detalles de cómo fue la llegada a la vivienda y los instantes previos a que se fueran a dormir, al día siguiente el aprendiz de albañil tendría la intención de tomar un autobús al apartamento que compartía con sus amigos, que pasaba cada diez minutos. Esa recomendación, que le habría dado una mujer al salir del Airbnb en Masca, no la llegaría a cumplir, porque según las pesquisas emprendió una caminata peligrosa que sería de unas 11 horas para llegar al destino. 

Las "inquietantes señales de vida" de las que habla la prensa británica

Otras de las informaciones que se han publicado en las últimas horas, en este caso en el 'Daily Mirror', hace referencia al lugar en el que habría desaparecido Jay Slater hace ya tres semanas, "el barranco árido y desalentador, pero en el que se han detectado extraños signos de vida". El periodista Fred Kelly sorprendía con "un giro siniestro": "el Mail encontró espeluznantes señales de vida en una de las dos granjas en ruinas en el barranco: cordones de zapatos atados con ramitas para formar símbolos inquietantes como sacados de una película de terror, botellas de agua vacías y, lo más extraño de todo, un conjunto de ropa de mujer limpia". 

Tal y como muestra el diario, los padres pasaron por ese peligroso lugar y es que están dispuestos a asumir el riesgo de cualquier terreno ante tal frustración. Esa que también está provocada también por tener que comunicarse en otro idioma y enfrentarse a los distintos protocolos de investigación. "Hemos bajado hasta el fondo. Hemos caminado lo más lejos que se puede, hasta en zonas que son demasiado peligrosas. Lo único que estoy haciendo es morderme a mi mismo. Quiero decir, que puede que esté aquí, nunca se sabe, pero como padre no quiero que esté allí", decía Warren, el padre, en una de sus recientes conversaciones con los medios.

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