La borrasca Nelson ha ensombrecido la Semana Santa de muchos con diluvios y fuertes ráfagas de viento, pero también ha sido un respiro para el problema de sequía que sufre el país. Como consecuencia, han aumentado las reservas de muchos embalses y, aunque las jornadas de lluvias no van a acabar por completo con la sequía, van a contribuir positivamente sobre su capacidad.
A pesar de todo, los expertos alertan de un exceso de lluvia que podría provocar riadas y que ya han activado avisos rojos en algunas zonas del país por inundaciones y desbordamientos.
Un respiro para la sequía
Desde finales de 2022, España afronta una problemática sequía que ha empeorado con el paso del tiempo. Hasta el momento, es la sequía más duradera, pero, afortunadamente, no es la más intensa. Como consecuencia, distintas comunidades autónomas con alto déficit de lluvias y en situación de emergencia han tenido que tomar medidas al respecto que no han gustado a muchos. En Cataluña, por ejemplo, se han restringido los lavados de coche, excepto en zonas acreditadas exclusivamente para esta actividad. También se han reducido el un 80% el riego agrícola, en un 50% el de la ganadería y en un 25% el de uso recreativo e industrial. Además de Cataluña, otros pueblos de Andalucía sufren la sequía desde hace un año sin agua potable, ya que los embalses que la proporcionaban como el Sierra Boyera, están secos.
Ahora, la racha de lluvias que ha traído consigo la borrasca Nelson, ha provocado un notable crecimiento de los embalses. El domingo se registró un aumento del 8% en las reservas del embalse de la cuenca del Guadalquivir. Según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, desde la semana pasada, las reservas se han situado al 38,82% de su capacidad. La zona del Guadalquivir no ha sido la única.
También el río Ebro ha notado un incremento de su cauce al norte de la provincia de Huesca. Como consecuencia, el caudal del Ebro se mantendrá en niveles bastantes altos como mínimo hasta el miércoles. Así lo ha informado la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en su Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Según las previsiones, se estima que el caudal del río Ebro continúe creciendo hasta las 4 de la madrugada del miércoles. En consecuencia, alcanzará unos 703,7 metros cúbicos por segundo.
Otro problema por el exceso de lluvias
Aunque la llegada de las lluvias ha supuesto un buen pronóstico para paliar la problemática de la sequía, también pone en riesgo el cauce de algunos ríos. El caudal del Guadalquivir se ha duplicado en Córdoba y ya está en nivel rojo en Fuente Palmera con 1.144 metros cúbicos. El exceso de chubascos es un problema para el caudal de algunos ríos que pueden sufrir desbordamientos. Según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Córdoba es, de momento, en único lugar de Andalucía donde se han activado los avisos por peligro de desbordamiento.
De hecho, algunas zonas peatonales cerca del río Guadalquivir se han visto afectadas por la entrada de agua procedente del río. Los puntos más cercanos al río ya se encuentran inundados. En solo dos días desde el sábado, el caudal del tronco del Guadalquivir ha aumentado de 229 metros cúbicos a 594. También en otros puntos de la comunidad de Andalucía como Marmolejo se han activado avisos amarillos con 441 metros cúbicos por segundo.
Según la Agencia Estatal de Mereología (AEMET), el domingo se triplicaron los niveles de lluvia respecto a la media normal del resto de marzo. Una de las inundaciones más grandes en España que algunos recordarán se produjo en 2010, cuando la riada del Guadalquivir registró 2.400 metros cúbicos por segundo. Es un dato todavía lejano al que presenta el río a día de hoy, pero alcanzable en caso de que las lluvias continúen llenando su cauce.