Tragedia en el quirófano: muere una española en Estambul tras una operación estética

La madrileña de 42 años falleció poco después de la intervención quirúrgica a causa de una parada cardiorrespiratoria derivada de varios problemas respiratorios.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Quirófano
CANVA

Las operaciones estéticas son más populares que nunca con un considerable aumento de intervenciones quirúrgicas. De hecho, Turquía se posiciona ya como uno de los países con mayor número de operaciones por sus asequibles precios y sus avanzados métodos en medicina estética frente al resto de países de Europa. Aun así, también es uno de los que más incidencias presenta. La última que ha saltado a los titulares es la muerte de una española de 42 años tras someterse a una cirugía estética. La madrileña viajó a Estambul para realizarse una operación sobre la que no han trascendido más detalles. Las primeras horas tras la operación transcurrieron con normalidad, pero un día después la mujer empezó a manifestar dificultades respiratorias. Tras acudir a un centro hospitalario, la española ingresó con un grave pronóstico. Poco después, fallecía a causa de una parada cardiorrespiratoria. La fiscalía de Turquía ya ha abierto una investigación para esclarecer los hechos por un presunto “homicidio por negligencia”. Por el momento, el cirujano que llevó a cabo la operación ha quedado en libertad con cargos.

Esta no es la primera tragedia que ocurre en Turquía tras una intervención estética. Lo cierto es que tanto hospitales púbicos como privados ofrecen todo tipo de operaciones estéticas. De hecho, el Ministerio de Sanidad otorga certificados de licencia para el ‘Turismo Sanitario’. Aun así, también existen muchas clínicas ilegales que trabajan en la sombra sin control alguno. Es ahí donde se produce el mayor número de incidencias tras las operaciones. De hecho, hace un año que salió a la luz uno de los mayores escándalos de salud de Turquía tras denunciarse la intoxicación de 250 pacientes que se habían sometido a una intervención para adelgazar. Aunque las investigaciones relevaron que los centros implicados estaban homologados, el bótox que se utilizó provenía del mercado negro, ya que superaba los límites autorizados por el Gobierno.

Más españoles afectados por su intervención en Turquía

Otro joven español denunciaba hace pocos días en ‘TardeAR’ la estafa que había sufrido tras viajar al país turco para someterse a una intervención estética. “Fui a Turquía a ponerme carillas y me timaron”, explica en el citado programa. El joven viajó a una clínica turca que encontró a través de redes sociales y le destrozaron los dientes y las encías. “Me empezaron a sacar un montón de problemas que no había con mis dientes. Antes de irme a Turquía me había gastado unos 3.000 euros en el dentista en España para arreglarme las caries, un implante y una corona. Yo ya fui con la dentadura bien y lo único que tenían que hacer era pegarme las casillas y ya está, pero me dijeron que tenía una infección en la encía, cosa que era mentira ya que te molesta, te duele y yo no tenía absolutamente nada”, denuncia el joven.

Tal y como relata en el citado programa, el chico pagó 4.200 euros, un precio superior al que se puede encontrar en España. Pese a ello, sostiene que la intervención incluía un pack turístico por el país. Tras los problemas que surgieron con la clínica, no disfrutó de las ventajas de este. “Íbamos a ver un montón de cosas que al final no vimos”, señala. Por si fuera poco, el joven asegura que, una vez allí, la clínica quería aumentarle el coste de la intervención. “Me dijeron que tenían que recortarme las encías y me subían el precio de 4.200 euros a 5.300”, señala. Tras finalizar el proceso estético, las carillas del joven se desprendían por momentos. “Me dijeron tú puedes comer, tú puedes lavarte los dientes que si se te caen no pasa nada, te los vuelves a pegar”, sentencia.

Pese a las numerables incidencias tras las intervenciones de este tipo, parece que la fiebre por las operaciones estéticas es cada vez mayor. Los expertos alertan de los peligros que supone someterse a una operación innecesaria por los numerables riesgos que implica de por sí una sedación general. De hecho, las incidencias por operaciones estéticas no solo ocurren en países extranjeros. Hace dos años que una joven de 39 años fallecía tras someterse a una lipoescultura. Es decir, una operación en la que se extrae la grasa acumulada de diferentes partes del cuerpo.  La española fue intervenida durante 5 horas en una clínica de Alcantarilla (Murcia). Poco después de la intervención, la mujer era hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). 29 días más tarde, la joven perdía la vida en el hospital público Santa Lucía de Cartagena por múltiples lesiones y perforaciones en el hígado, el riñón, el colon y el intestino. Durante la investigación del caso, las autoridades descubrieron que el médico que operó a la chica estaba especializado en cirugía vascular y no estética como hizo creer. Cada vez con más sucesos trágicos los que ponen de manifiesto los riesgos de someterse a una operación estética.