Su madre desea agradecérselo: ayudó a su hija adolescente desorientada en su vuelta a casa

La niña, de Miranda de Ebro, fue a pasar un día de sol y playa con sus amigos a San Sebastián, pero todo se torció a la vuelta: un 'ángel de la guardia' sin identificar le sacó de su desesperación

Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Actualizado a 2 de agosto de 2024, 16:59

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De más historias como esta deberían estar repletos diarios digitales como este y redes sociales varias. Porque son muestras de que, en el mundo, no todo son disputas, traiciones o violencia. La bondad y la generosidad siguen teniendo un lugar -cada vez más excepcional- en nuestra sociedad. Este relato basado en hechos reales nos lleva hasta San Sebastián, País Vasco. Sus protagonistas, una adolescente, su madre y un extraño con muy buenas intenciones.

Hace tan solo unos días, la hija de Soledad Giralda fue a pasar un día de playa junto a sus amigos. Como vive en Miranda de Ebro, Burgos, tuvo que coger un tren hasta la capital vasca, donde se reuniría con sus amigos para disfrutar de una jornada de diversión en una de las playas más bonitas de nuestra geografía. Un encuentro muy especial para la joven, sobre todo porque era una de las primeras veces que salía de su pueblo de no más de 35.000 habitantes.

Un feliz día que se torció al final de la divertida jornada

Hasta aquí la historia no sugiere nada especial, pues todo fluyó con normalidad: muchas risas, música, confidencias y, desde luego, más de un chapuzón en el cantábrico -algo casi obligado ‘gracias’ a la fuerte ola de calor que estamos padeciendo-. Los problemas de la joven llegarían tras la despedida de sus amigos en San Sebastián, ya al atardecer. Pero tuvo suerte: su ‘ángel de la guardia’ anónimo le ayudaría a volver a su casa sana y salva.

La de Miranda de Ebro se despide de sus amigos y se dirige sola a la estación de trenes de la ciudad del emblemático festival de cine internacional. Al parecer, la adolescente se relajó tanto después de un día tan distendido que perdió el último tren de vuelta a su casa. Comprensible. Si somos un poco empáticos, todos nos podemos imaginar cómo se sentiría la adolescente que en contadas ocasiones había salido sin sus padres del pueblo… Pero ese ‘salvador’ todavía sin nombre se ocupó de ella casi como si fuera su propia hija, sin oscuras intenciones y, evidentemente, sin buscar nada a cambio.

¿Quién es este ser 'excepcional' de San Sebastián?

La niña, que seguramente por primera vez perdía un tren en su vida, tras unos minutos de desesperación se repuso y actuó de una forma bastante inteligente e incluso madura para su edad. Eso sí, hay que reconocer que tuvo muy buen ojo en elegir a la persona adecuada que por allí pasaba y le ayudó mucho más que, seguro, cualquier otra hubiera hecho en la misma situación. Para bien o para mal, todos ‘vamos a lo nuestro’.

La burgalesa paró a un señor al que le contó su historia, y este no dudó ni un instante en ayudarla. No se sabe nada sobre él ni su identidad, pero posiblemente fuera del propio San Sebastián por saber muy bien cómo orientar a la joven para volver a su Miranda de Ebro. Seguramente la cara de desesperación de la chica le ayudó a tomar la decisión, pero lo importante es que consiguió que esta llegara esa misma noche a su casa, con su familia.

Este hombre -del que todavía se desconoce la identidad- realizó el siguiente ‘acto heroico’ de pequeñas dimensiones: no dudó ni un minuto en acompañar a la adolescente a la estación de autobuses de San Sebastián, desde donde sí seguían saliendo por la noche buses en dirección a Miranda de Ebro. Y no quedó ahí la cosa: incluso le pagó el billete a pesar de que esta llevaba dinero y espero para ver como el bus con la joven dentro partía hacia su destino.

Su madre: "Ojalá todos fuésemos un poco como esta persona"

Posiblemente tildar de ‘heroico’ el suceso es desproporcionado, pero lo cierto es que podría tener tal consideración cuando, hoy en día, una niña sola en cualquier ciudad del mundo puede ser ‘víctima fácil’ de actos de índole completamente antagónica. No hace falta recordar la cantidad de desapariciones o violaciones que, desgraciadamente, tienen como protagonistas a adolescentes que se pierden, como esta, o que pueden ser fácilmente manipuladas por cualquier desaprensivo con retorcidas intenciones en el lugar más inesperado.

Ahora, su madre quiere inundar las redes de publicaciones para conseguir dar con este buen hombre y agradecerle su buen acto. Un mensaje que incluye una frase preciosa y sobre la que tendríamos que reflexionar seriamente: "Ojalá todos fuésemos un poco como esta persona". De momento, su madre ha puesto este post en el grupo de Facebook “No eres de Donosti si…” para dar con este extraño pero bondadoso señor, y en ‘Lecturas Diario’, con la publicación de la emotiva historia, también queremos aportar para que, en algún momento, esta madre pueda agradecer aunque sea virtualmente el pequeño gran gesto que tuvo con su pequeña. 

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