Si hace solo cuatro días hablábamos del sorprendente giro de guion por el cambio de postura del fiscal del juicio contra Daniel Sancho por el presunto asesinato premeditado de Edwin Arrieta, ahora hay tres impactantes datos que confirmarían una posible negociación entre el acusado y la justicia de Tailandia, tal y como explica al detalle Joaquín Campos en un extenso reportaje que ha publicado en exclusiva ‘La Razón’. Además, vuelven a ponerse en entredicho los supuestos privilegios que estaría teniendo en la cárcel y de los que hablábamos ya el jueves en Lecturas, cuando también confirmábamos con Juan Gonzalo Ospina, abogado de la familia Arrieta, que el imputado tendría acompañamiento especial en la cita judicial: el vicecónsul de la Embajada de España en Tailandia.
1. - El giro de guion en el juicio de Daniel Sancho
Como si se tratase de una película, la trama ha experimentado un giro impresionante en los últimos días en el juicio de Daniel Sancho en Tailandia, que hace unas semanas se presentaba con un horizonte totalmente oscuro para él y con la mayoría de expertos apuntando a una prácticamente segura pena máxima y ahora parece que puede terminar con una condena mucho menor, si atendemos a todas las informaciones que hemos ido conociendo con el paso de los días durante la tercera semana de proceso en el tribunal de Koh Samui.
El periodista experto desplazado en Tailandia vuelve a destacar para el citado diario el cambio de perspectiva del fiscal del caso, Jeerawat Sawatdichai, que si en un primer momento estaba convencido de la premeditación junto a la acusación particular, ahora le ha quitado ese apellido al principal delito imputado y lo dejaría en un presunto asesinato, por la "dificultad" para demostrar el otro extremo. Pero Campos va más allá en su investigación y es que según la información que maneja se habría visto al responsable de la Fiscalía junto al abogado de la defensa del chef, Aprichat Srinuel, "tomando copas o cenando" juntos por la isla, algo que podría convertirse en un escándalo.
"Estoy viendo cosas muy extrañas estas semanas", nos respondía antes de volar a España para regresar de su segundo viaje a Tailandia el abogado de los Arrieta, Juango Ospina, que observaba con preocupación los beneficios con los que estaría contando Sancho, al que habían permitido declarar esta semana por el fallo en el aire acondicionado, mientras él tuvo que hacerlo en esas condiciones de calor extremo. Además, ya apuntaba a las sospechas de privilegios importantes en la cárcel, algo en lo que también incide el periodista, ya que mientras aqueja un dolor de espalda para permanecer en la enfermería, no ha abandonado la práctica de Muay Thai semanalmente en prisión.
2. - El bloqueo a la prensa en el juicio de Daniel Sancho y los precedentes
Es una de las cosas que más se han comentado durante las primeras semanas de juicio por la dificultad de los compañeros periodistas acreditados en el tribunal de Samui y desplazados a la isla para informar de lo que sucede dentro y fuera de la sala en uno de los juicios que más interés general han despertado en los últimos años, pero el juez ha sido muy tajante con las amenazas a todos aquellos que tuvieran la intención de desvelar lo que estaba ocurriendo dentro de la cita judicial. Por el momento, no parece que nadie de los que han ido filtrando información haya tenido problemas excesivamente graves, pero sí hubo una detención: la de dos periodistas que informan para los programas de 'Cuatro' en la isla de Koh Phangan.
Campos recuerda otro caso muy similar, el de Artur Segarra, juzgado en la capital tailandesa hace ocho años por los mismos delitos y que salió del tribunal con una pena de muerte que luego fue permutada por cadena perpetua. En esa cita, no hubo cerrojo para la prensa y los medios de comunicación pudieron hacer su trabajo, incluso, dentro de la Corte en un juicio público, pero en este caso parece que hay algún motivo añadido para no querer que haya cámaras, micrófonos o exceso de bolígrafos por lo que pueda pasar.
3. - Rodolfo Sancho: un mes antes del juicio y con una compañía singular en Samui
Según la información a la que hacemos referencia, el padre del acusado habría llegado a Tailandia un mes antes de que comenzara el juicio contra su hijo, - la primera vista fue el 9 de abril en la Corte provincial de Koh Samui -, y para adaptarse a esta visita mucho más larga de las habituales en meses anteriores para visitarle en prisión contrataría los servicios de Alice, que actuaría como "fixer" (personas locales que suelen acompañar a periodistas y extranjeros en lugares con ciertos peligros o de difícil acceso), pero que también cuenta con "contactos muy poderosos" que haría más fácil el hecho de mover hilos, según las fuentes a las que ha accedido el citado periodista.
Anan Chuayprabat fue, por otro lado, el prestigioso abogado contratado en un primer momento para llevar la defensa en Tailandia de Daniel Sancho, pero al ver el exceso de importancia de sus letrados españoles se bajó del barco y sus labores pasaron a manos de Srinuel, que seguiría sin problema las órdenes de Marcos García-Montes y Carmen Balfagón por pinganillo, si nos permiten la expresión. Otro dato que llama la atención es la fricción entre el actor y su exmujer y madre de su hijo, Silvia Bronchalo, que aunque iría mucho más allá de este proceso, hay voces que apuntaban a que ella no estaría tan contenta con las nuevas líneas de la defensa.
Esta semana tendremos que estar muy pendientes de lo que ocurra en la isla tailandesa, porque está claro que las cosas han cambiado y mucho desde el 9 de abril, que parece que queda ya demasiado lejos con todo lo acontecido. Es la semana clave, no solo por ese posible acuerdo del que hablamos entre Daniel y la justicia en Tailandia, sino porque precisamente es su turno y llegó el momento de que preste declaración, así como todas las personas elegidas por sus representantes legales, quienes podrían terminar de matizar las conclusiones para que el fiscal y el juez puedan perfilar una sentencia que, ahora mismo, no parece tan desfavorable para el acusado como hace tan solo dos semanas.