Telegram crece en popularidad y no es precisamente por ser prácticamente la única competencia de WhatsApp como servicio de mensajería instantánea. Las recientes polémicas alrededor de su CEO, Pavel Durov, serían la clave de que la empresa esté disfrutando en estos momentos de tanto éxito. Y es que al magnate se le acusa de hasta 12 delitos, entre los que destacan como más graves el fraude, el tráfico de sustancias ilegales o la divulgación de vídeos pedófilos.
Duras acusaciones que, según el medio digital especializado ‘TechCrunch’, habrían ayudado a que en la actualidad la app esté en segunda posición de descargas a través de la Store de Google al otro lado del charco, en Estados Unidos. Una mala publicidad que se ha revertido a favor de la compañía también entre los clientes con smartphones de iOS, pues ha escalado bastante puestos en el país norteamericano en muy poco tiempo: del 18 al 8, es decir, una subida en el ranking de diez escalones solo desde el pasado viernes. En menos de una semana.
Se le acusa de presunto fraude o tráfico de sustancias ilegales
Es más, está paradoja que relacionaría casi directamente la detención de Pavel con el inesperado y rápido éxito tras muchos años desde la aparición de Telegram, habría tenido efectos muy positivos también en Europa. Sin ir más lejos, según señalan desde ‘El Español’, en Francia -donde se ha detenido al empresario tecnológico- el servicio de mensajería instantánea es ya la primera opción en la App Store y la tercera más empleada. Eso sí, los expertos ya vaticinan que este crecimiento tiene los días contados, pues se presupone que no será duradero en el tiempo.
Centrémonos ahora en nuestro país. Aquí, en España, los efectos de la tormenta generada por los supuestos delitos del creador de Telegram también habrían sido positivos, aunque no tanto como en la mayoría de países. Y es que según los últimos datos también publicados por ‘El Español’, en la tienda de aplicaciones de Apple ya aparecería en un lustroso puesto 8 -entre las gratuitas- por detrás del novísimo ChatGPT, por ejemplo. Y, en la de Google, sería ya la cuarta más descargada superando incluso al potente WhatsApp.
Una detención de película en París
Vayamos a los hechos. Pavel Durov, uno de los socios fundadores y CEO de Telegram, fue detenido el sábado 24 de agosto. Una escena casi de película, pues la detención se produjo en cuanto bajó de su avión privado en París. Según ha trascendido, el empresario de nacionalidad compartida entre Francia y Emiratos Árabes habría sido capturado por, presuntamente, permitir que durante estos años en su aplicación se hubieran producido múltiples delitos a razón de la ausencia de moderadores y gracias a la falta de cooperación con las autoridades policiales.
Delitos a parte por los que ya está siendo investigado, la ‘guinda’ de la polémica la pondría el propio acusado. Y es que este considera, sin ápice de duda, que no es su obligación moderar lo que en Telegram ocurre entre sus usuarios. Punto de vista que, además, ha sido apoyado por otros gurús de la tecnología como Elon Musk, CEO de X, el influyente abogado de Puigdemont Gonzalo Boye y diferentes políticos.
Así le defienden sus empleados
Habrá que esperar para saber de qué cargos y condena le acusan en el previsible juicio contra Durov, pero su negocio ya está abonando el terreno en su defensa de cara a la opinión pública. En un reciente comunicado, Telegram ha expresado lo siguiente: “Cumplimos con la legislación de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales: su moderación se ajusta a las normas del sector y mejora constantemente". Y apostillan que "es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma. Casi mil millones de usuarios en todo el mundo utilizan Telegram como medio de comunicación y como fuente de información vital".
Así pues, las encontradas opiniones sobre la mediática detención -mártir político para algunos o empresario sin escrúpulos para otros- son argumentos a favor y en contra de un debate que todavía no se ha abordado de frente por la clase política en el mundo: sobre hasta donde llegan los derechos y libertades en redes sociales como Facebook o en servicios de mensajería instantánea como Telegram. Mientras tanto, la aplicación en la que se centra la polémica sale beneficiada de los supuestos hechos delictivos de su célebre fundador. Pero, ¿durará solamente el mismo tiempo que continúe esta trama en los medios de comunicación? Probablemente sí.