Qué significan las contracciones en la cara y cómo podemos solucionarlas

Las contracciones en la cara son un trastorno motor incontrolable que puede afectar tanto a niños como adultos

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Mejilla
PEXELS

Los espasmos en las zonas de la cara como la mejilla o la mandíbula son muy comunes, pero no debemos pasar por alto estos síntomas. En algunos casos pueden relacionarse con afecciones como la parálisis facial. Conocer su origen y la causa puede ayudarnos a solucionarlo. Los expertos recomiendan acudir a un especialista en el momento en que estos espasmos sean recurrentes.

¿Qué significan los espasmos en la cara?

Las contracciones en la cara son un trastorno motor que no se puede controlar. Puede afectar tanto a niños como adultos que surge, habitualmente, en situaciones de estrés, aunque también existen otras causas. Estos espasmos son indoloros, aunque sí incómodos. Según Dr. José Luis Fernández Plaza, neurofisiólogo del Hospital Quirón Salud Sur, "no hay que confundir los espasmos con los tics, que son trastornos motores mucho más complejos y de control central". De hecho, las contracciones en la cara son una alteración en el funcionamiento del sistema músculo-nervioso.

El espasmo más frecuente

Las contracciones se distinguen según su origen y causas. El más común es el llamado 'espasmo hemifacial', un trastorno nervioso que genera un movimiento involuntario y rítmico en un lado de la cara. Su principal causa es un vaso sanguíneo que roza un nervio de la cara. Es un espasmo que antes de pasar por la cara puede llegar a comenzar en el párpado. En ocasiones puede ser una señal previa a una parálisis facial.

Un dato curioso sobre este tipo de espasmo es que se puede producir en ambos lados del rostro, aunque no de manera simultánea. Algunos de los tratamientos para esta afección son medicamentos, cirugía o la inyección de botox. En caso de sufrir contracciones faciales se recomienda visitar a un experto para que a través de un examen determine cuáles son las causas exactas, qué tipo de espasmo es y cuál es su tratamiento. 

Todo sobre la parálisis facial

La parálisis facial, que puede ser anticipada por el espasmo hemifacial, se basa en la pérdida parcial o total del movimiento muscular voluntario en un lado de la cara. Lo que ocurre, es que se produce un fallo en el nervio facial impidiendo que las órdenes nerviosas lleguen a los músculos principales de la cara. En cuanto a los síntomas, destaca la imposibilidad o dificultad para mover alguna parte en concreto de la cara como puede ser cerrar un ojo, emitir una sonrisa o levantar una ceja. Como consecuencia, la parálisis facial genera una asimetría bastante perceptible, aunque depende de su gravedad.

La causa más frecuente es la parálisis facial idiopática, más conocida como "de Bell". Una de las principales teorías que explican la aparición de esta afección es que el virus del herpes simple provoca esta inflamación del nervio. El pronóstico para quienes padecen esta afección es mejor de lo que parece. En general, es benigno, ya que son muchos pacientes quienes se terminan recuperando por completo. El tiempo puede variar entre cuatro y algo más de seis semanas. En los casos que se recuperan, puede quedar una pequeña secuela, normalmente poco perceptible en la cara por la debilidad de los músculos. Aun así, existen situaciones que pueden tener un peor pronóstico como aquellas personas de edad avanzada. 

Para determinar las causas exactas de la parálisis se llevan a cabo distintas pruebas médicas. Algunas de ellas son, una prueba de salivación, pruebas auditivas o pruebas para medir el lagrimal de los ojos. Con ello, se pretende descartar que se vaya a ocasionar un infarto cerebral  o un tumor. Aunque se crea que es una patología que solo afecta a los adultos, realmente no es así. Puede afectar también a niños que ronden los 10 años