En el mes de junio de 2023 conocíamos que el hijo de Mar Flores, el actor Carlo Costanzia, había sido condenado a 21 meses de prisión por un delito de estafa y actualmente acumularía siete meses, pero el modelo por el que se rige el cumplimiento de dicha condena tiene unas particularidades y en Lecturas explicamos al detalle cómo es su situación penitenciaria.
Cumple condena por un delito de estafa
El Ministerio Fiscal pedía para Carlo Costanzia una pena de nueve años de prisión, pero finalmente se llegó a un acuerdo entre las partes, "de conformidad" y se dictó sentencia con una reducción a 21 meses, lo que le ha permitido adoptar otro modelo de cumplimiento de la misma.
En el programa 'Espejo Público' de Antena 3 rompía su silencio, el 7 de julio, tras esa condena por un delito continuado de estafa agravada con coches de segunda mano, tal y como figura en la sentencia, en la que también se especifica una multa de seis euros diarios durante cinco meses.
Cuando Carlo es acusado de estafa, cumplía una condena previa "por haber conducido bajo los efectos del alcohol y las drogas y sin carnet de conducir", tal y como él mismo explicaba en la entrevista que le hacía Susanna Griso solo unos días después de conocer la decisión judicial.
La pulsera telemática
Aunque muchas personas hayan podido pensar que la pulsera telemática que Carlo Costanzia lleva en el tobillo de su pie izquierdo, se le pone tras la condena por estafa que conocíamos en junio, ya la lleva desde la anterior por los delitos contra la seguridad vial.
"Tengo unos horarios en los que tengo que estar en casa, me permite salir a trabajar como pizzero y yo nunca he tenido problemas en buscarme la vida", explicaba en el citado programa el actor sobre las obligaciones añadidas a ese dispositivo, que no tuvo ningún problema en mostrar a cámara.
Según informa la periodista Leticia Requejo en 'TardeAR', su nombre figura en el contrato de la casa, "lo que quiere decir que desde el lunes Carlo está durmiendo allí". Además, añade que "la pulsera se activa desde las 9:00 de la mañana a las 21:00 de la noche y a partir de ahí, se desactiva y puede dormir donde quiera. Eso sí, tiene que ir a firmar al centro".
Además, hablaba de un "recurso de súplica que todavía no ha sido resuelto", lo que le mantiene en privación de libertad, pero en un modelo regido por un artículo concreto del régimen penitenciario del que él también ha hablado abiertamente y que explicamos a continuación para entender por qué se da una "monitorización electrónica".
El artículo 86.4 del reglamento penitenciario
"No duermo en la cárcel en sí, ya que digamos que este tercer grado es una fase posterior donde ya se autoriza a la gente a poder salir a trabajar", explicaba Carlo en ese momento sobre el modelo de régimen penitenciario que tiene actualmente.
El actor duerme en el centro de inserción social (CIS) Josefina Aldecoa, al lado de la prisión de Navalcarnero Madrid IV, pero lleva una vida normal durante el día y la pernocta depende del programa fijado para él, ya que tal y como explica la cuenta oficial de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias en 'X' (Antiguo 'Twitter'), se trata de "una modalidad de cumplimiento del tercer grado" que "prevé el control del interno" mediante la citada pulsera telemática.
En Lecturas hemos acudido al artículo concreto dentro del Reglamento Penitenciario para entender su aplicación y poder explicar algunos detalles. Una de las claves es que este punto del artículo "llega a posibilitar una forma específica de cumplir condena en régimen abierto".
Privación de libertad y residencia de Carlo
En el mismo punto del artículo 86 del reglamento al que estamos acudiendo para explicar la situación penitenciaria de Carlo Costanzia deja claro desde la primera página que "el interno no reside en el Centro de Inserción Social", lo que le da la opción de tener su propio domicilio.
Él mismo reconocía y explicaba que está en "privación de libertad", pero el modelo al que estamos acudiendo especifica que el interno "se encuentra plenamente inmerso en su contexto familiar o comunitario y sujeto a los dispositivos telemáticos", aunque sí dependan de estos centros penitenciarios en los que son clasificados.
Al igual que se estudian los talleres en los que cada persona que cumple condena en este grado y con este régimen, también se detalla que las cuestiones como la "periodicidad y duración" con que tiene que acudir al centro se estipulan en el llamado "programa de tratamiento" fijado para el interno.