Toda España sabe que Rivadavia ha sido el último pueblo ganador en 2024 del concurso navideño de Ferrero Rocher ‘Juntos brillamos más’. A poca distancia del segundo finalista, Biar, este pequeño municipio gallego de 4973 habitantes ya cuenta desde ayer con el gran alumbrado prometido por la mítica compañía de bombones.
250.000 bombillas led de bajo consumo hacen que impere el dorado por las calles y plaza Mayor del pueblo por el que, por primera vez, su maestro de ceremonias ha perdido la neutralidad. “No puedo explicar lo que siento. Por fin gana un pueblo gallego y estoy feliz de que sea uno tan bonito como Ribadavia”, ha expresado Jesús Vázquez, natural de Ferrol.
Esto es lo que ha diferenciado de lejos a Ribadavia de sus competidores
Así pues, este bonito pueblo de Galicia se une a una cada vez más larga lista de municipios que han conseguido el mismo premio en las navidades de otros años desde 2014. Pueblos tan conocidos como Valderrobres, en Teruel; Mojácar, en Almería, o Puebla de Sanabria, en Zamora ya han podido disfrutar de su decoración navideña al más puro estilo de Ferrero Rocher. Pero, ¿por qué este año Rivadavia ha sido el gran vencedor?
Muchos son los atractivos del cuidado pueblo emplazado al oeste de la provincia de Ourense, pero el más imponente está a la vista de todos sus visitantes en cuanto entran a Ribadavia: su majestuoso castillo, también engalanado de luces doradas y brillantes estas navidades. Un lugar con mucha historia.
Sobre su imponente castillo
El monumento, pese a haber sufrido un expolio en el siglo XVII, aún cuenta con parte de su muralla intacta. Un castillo que en tantas ocasiones defendió al pueblo de las guerras medievales, pues hay que tener en cuenta que el municipio fue clave entonces en el escenario político y bélico de Galicia del siglo XV.
En su interior se esconde también una conservada necrópolis (siglo IX y XII) que desde los años setenta es punto de encuentro cultural en la comarca de O Ribeiro por ser sede fija de la Muestra de Teatro de Ribadavia, una interesante propuesta de ocio durante la Festa de Historia. Todos los agostos el pueblo vuelve a la Edad Media con esta y otras actividades lúdicas.
Ribadavia fue la comunidad judía más próspera y grande de toda Galicia
Una vez ya dentro del municipio, es obligado visitar su conservado casco histórico. Lugares tan bellos como su Ayuntamiento, su barroco Pazo Condal, sus no pocos centenarios edificios con cristaleras blancas encima de soportales o su flamante Plaza Mayor confirman porque Ribadavia es pueblo Ferrero Rocher de estas navidades.
Un precioso entramado de callejuelas y viviendas construidas a piedra que son el recuerdo de que Ribadavia fue, según explican en ‘National Geographic’, la comunidad judía más próspera y grande de toda Galicia: sus plazas porticadas o los balcones voladizos que en la actualidad todavía conserva el pueblo es muestra clara de dicha etapa histórica. Si te interesa especialmente este aspecto de la historia del municipio, muy cerca de la Plaza Mayor podrás visitar su recomendable museo Safardí.
Naturaleza en estado puro
Y hay más, porque su nutrido pasado histórico sigue ‘vivo’ en prácticamente todos sus rincones. Muy recomendable es que visites también el pazo de Baamonde, Museo Etnológico a día de hoy; la iglesia de la Magdalena, sede en la actualidad
de la Festa do Viño do Ribeiro, o la de Santiago, y que pasees por la Porta Nova: es la única de todas las puertas del pueblo que se salvaron de la crisis sufrida en el siglo XIX.
Por otro lado, el enclave natural en el que se encuentra Rivadavia está a la misma altura que los encantos urbanos del pueblo. Un entorno que permite todo tipo de actividades al aire libre, pero del que destacan sus termas o las Pozas del Melón.
Un paraíso termal a solo 10 kilómetros de su casco histórico
Estas últimas son una maravillosa opción de ocio, principalmente en verano, por tratarse de un conjunto totalmente natural de piscinas de agua natural proveniente del río Cerves, a solo 10 kilómetros del casco histórico. Un formidable balneario salvaje de belleza inconmensurable en el que pasar un buen día en familia.
Además de diversión en plena naturaleza, Ribadavia también te proporcionará relax, si quieres, por ser un paraíso termal. Las Termas de Prexigueiro, a diez minutos en coche del pueblo, cuentan con dos pozas de agua fría, cinco de agua caliente y un spa al que no le falta de nada: los tratamientos con algas o sus bañeras de hidromasajes son solo dos de las muchas alternativas con las que mimar tu cuerpo.