Tercera sesión del macro juicio contra Daniel Sancho, ‘autor confeso’ del asesinato y desmembramiento este pasado verano en Tailandia. Las anteriores se han caracterizado por ser tensas e incluso duras para todas las partes, pero la de este jueves pone al hijo de Rodolfo Sancho en una tesitura gracias a un dibujo del cuerpo fallecido de Edwin Arrieta que él mismo esbozó durante la investigación policial.
Un ‘monigote’ en el que el joven de 30 años dividió con gran frialdad el cuerpo del médico colombiano en 17 cuadrículas, enumerando así la ubicación exacta de esas partes o extremidades de la víctima y, lo más importante, su ubicación en las proximidades de la isla tailandesa donde se produjeron los hechos.
¿Para despistar a los investigadores?
El documento gráfico, elaborado ‘a puño y letra’ por el joven chef, y que el mismo recalcó que lo hacía de buena fe "para indicar la ubicación de las 17 partes del cuerpo que desmembré”, es ya en la tercera sesión del proceso una prueba que ‘desmontaría’ parte de la estrategia de la defensa, basada en la predisposición y colaboración de Sancho con la policía tailandesa.
La sesión de este jueves ha sido crucial por los testimonios de “dos miembros de la Policía que participaron en la elaboración del atestado policial (...) cuando la policía consiguió poner el foco en la sospecha de Daniel al recibir información por parte de la operaria del basurero que se habían encontrado restos humanos" que, además de ofrecer todos los detalles de la investigación, han sido preguntados sobre esta evidencia dibujada entonces por el nieto de Sancho Gracia.
Un dibujo erróneo: el torso nunca fue hallado
La pregunta a estos testigos ha sido clara: ¿el dibujo ayudó a encontrar los restos del colombiano de 44 años? Se desconocen las palabras exactas de sus respuestas porque, como es sabido, todo el juicio se va a mantener a puerta cerrada y no tiene acceso a él ni un solo medio de comunicación, pero está claro que no se trató de un plano perfecto con el que recuperar todas las partes y órganos desaparecidos del médico colombiano.
Por ejemplo, el 3 de agosto hallaron una bolsa de basura con la cintura de Arrieta y 24 horas después, el muslo y la pantorrilla izquierda. Varios días después daban con los brazos y la cabeza. Casi todo, pero el torso, parte importante del cuerpo, nunca fue hallado. ¿Realmente quería ayudar con su dibujo?
Tras este giro de guión ya en el tercer día de juicio, los abogados de Daniel se encuentran con algo que, posiblemente, podría agravar la condena. Obstrucción a la justicia. Aunque muy pronto podrá defenderse de este agravante y, sobre todo, del delito por el que está pendiente de él toda la opinión pública: si fue un crimen premeditado o, como él y su defensa sostienen, fue todo resultado de una desafortunada pelea con un final fatal para Arrieta.
"No recuerdo si lo desmembré entre 17 y 20 partes"
Ya desde la cárcel, Sancho explicó: "No recuerdo si lo desmembré entre 17 y 20 partes, en unas ocho o nueve bolsas, pero no recuerdo qué órganos contenía cada bolsa". También aseguró que estaba asustado y confundido, "lleno de emociones" y "no podía controlarme", palabras que si repite en sala judicial podrían ayudar a zanjar la hipótesis planteada en el juicio de que Sancho quiso con su dibujo despistar y desorientar a los investigadores.
El esperado momento llegará el 25 de abril, en la última fase del proceso en el tribunal de Koh Samui, cuando el acusado de asesinato y descuartizamiento, Daniel Sancho y su padre, el actor Rodolfo Sancho, comparecerán ante el juez y todos los allí presentes. En un juicio que terminará poco después, el 3 de mayo y en el que, por cierto, el joven chef podrá hacer un alegato final. Dos únicos momentos donde el madrileño podrá aclarar dudas como la del dibujo de Edwin hecho por él y, sobre todo, justificar su supuesta inocencia.