La presión social de no beber alcohol: hablamos con tres abstemios acerca de las consecuencias que viven día a día

Las personas que deciden no consumir bebidas alcohólicas tienen que explicar, a menudo, su decisión

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Amigos celebrando una fiesta en casa
GTRES

José Luis tiene más de 60 años y lleva décadas siendo el alma de la fiesta sin necesidad de beber una cerveza o una copa, aunque llama la atención en cualquier celebración por la energía que desprende, lo que resulta increíble para el resto de personas que comparten con él la pista de baile. 

Como él, un 13% de la población en España no bebe alcohol, pero el mismo porcentaje lo hace a diario según publicaban en 'La Ventana' de 'Cadena Ser', mientras el resto lo toma ocasionalmente. Los que deciden ser abstemios tienen que dar demasiadas explicaciones y se enfrentan a una presión social importante, aunque pueda parecer mentira. Estos son sus testimonios. 

"Más vale un abstemio famoso que alcohólicos anónimos": David Broncano

El cómico y presentador David Broncano ha contado en numerosas ocasiones que no bebe alcohol y ha querido expresarlo en sus monólogos e intervenciones televisivas con orgullo, como decía él en 'La vida moderna', "sin vergüenza", porque "más vale un abstemio famoso que alcohólicos anónimos", pero más allá del tono de humor, los abstemios se sienten discriminados en muchas ocasiones porque sienten que al ser "una droga aceptada socialmente", nos dice Pablo Núñez, que hace años decidió "no probar ni una gota", es difícil justificarlo con las personas con las que comparten un rato en una terraza, un bar o una discoteca. 

Ya sea un hábito, se haga por desinhibición, porque es algo social, el consumo llega muchas veces demasiado pronto y esto ha obligado a las marcas a advertir del consumo responsable, al igual que a crear alternativas "sin" o con la fórmula '0,0', aunque la primera de ellas sí tiene un porcentaje bajo, por debajo del 1% del volumen. Los expertos advierten de los riesgos para nuestra salud, sobre la adicción y también ponen en marcha numerosas campañas que eviten peligros en la carretera para que los conductores no conduzcan bajo sus efectos. 

"He venido aquí a hacer una confesión pública, a quitarme la careta y a abrir mi corazón con todos vosotros. Soy abstemio, no he probado el alcohol y aquí me tenéis, insultadme, porque de hecho no lo he hecho en mi vida, es doloroso para mi porque llevo toda la vida aguantando a la gente", compartía el presentador en 'El club de la comedia', donde también bromeaba con alguna de las situaciones a las que había tenido que enfrentarse cuando ha pedido un zumo, porque es su bebida favorita, aunque sean los de "concentrado de frutas y artificiales". 

Una decisión que "la gente no entiende": la presión social 

Cristina Moreno tiene 32 años y tampoco bebe, porque "no siente la necesidad de hacerlo", porque además aboga por un estilo de vida saludable, le encanta el deporte y prefiere no consumir alcohol, pero no cree que sea un tema de fuerza de voluntad, porque precisamente en su caso no ha tenido que enfrentarse a la decisión de dejar de hacerlo, sino que simplemente no está entre sus opciones. Pablo, al que mencionábamos anteriormente, también ha superado los 30 y en su caso sí lo hacía hace años, de una forma consciente y responsable: “Ahora ya menos, pero al principio notaba presión para que bebiese. Es peor cuando has bebido y lo dejas de hacer, porque la gente no lo entiende".

Su novia, Verónica, le pregunta mientras le hago la entrevista que por qué no lo hace cuando se trata de "un día especial", si están en una celebración o es algo puntual, a lo que el responde sin pensárselo: “porque si empiezas, te cuesta parar y no puedo tomarme dos copas y parar porque me vengo arriba y prefiero no hacerlo". "Me lo paso bien igual y no me compensa la resaca del día siguiente o que no te acuerdes de cosas porque es como que pierdes la noche con flashes”, explica sin exaltarse poniendo el foco en las lagunas o en los riesgos de "decir cosas y hacer el ridículo si no mides". 

“El sitio más peligroso para pasarte es un evento de empresa, porque puedes arriesgar tu puesto de trabajo”, bromea antes de reflexionar sobre esa presión social que sí que cree que ha disminuido, al menos en su caso y en el de su primo, que tiene 19 años, "tampoco bebe alcohol, sale hasta tarde" y no recibe tantos comentarios por parte de sus amigos. “Tú quedas para tomar unas cañas o hacer una ronda en muchas ciudades, pero no para hacer lo mismo con otro tipo de drogas”, continúa. En el caso de las mujeres, por otro lado, a veces se asocia a la posibilidad de estar embarazada, porque si no lo haces por voluntad, van a pensar que estás esperando un hijo. 

Hay que dar "demasiadas explicaciones" por no beber alcohol

“En una boda fue un poco incómodo y también lo ha sido en cenas con amigos cuando te insisten mucho, porque lo explicas, siguen razonando ellos y el esfuerzo de decir que no te cansa, porque estás dando demasiadas explicaciones por no tener un mal hábito, algo absurdo”, contesta Pablo Núñez a nuestras preguntas sobre anécdotas que recuerde de momentos en los que ha sentido esa presión social por ser abstemio y vuelve a insistir en lo que gana con la decisión que tomó hace años: “según va avanzando tu vida, no tienes tanto esa visión de pasarlo bien hoy y perder el día siguiente. Pienso que hay un momento en la vida para todo, porque hay otras prioridades”. 

Cristina Moreno también nos deja otra reflexión importante y es que considera que “es difícil ser una persona abstemia en una sociedad en la que el alcohol está presente y nos acompaña en la mayoría de nuestras celebraciones, actos sociales y hasta en la manera en la que procesamos sentimientos. Además es una tradición social que se ha convertido en una especie de rito por lo que a ojos de los demás es tan disruptivo que genera desconfianza: no puedo contar las veces que me han dicho la mítica frase de “quien no bebe no es de fiar”. Para ella, al final, "se trata de hacer una elección donde la salud trata de imponerse a una tradición socialmente heredada de miles de años”.

En agosto de 2023, el Ministerio de Sanidad lanzaba una pregunta en el perfil de la red social 'X' (antiguo 'Twitter') del 'Plan Nacional sobre Drogas' y preguntaba a los abstemios "si habían sentido presión social cuando salen", a lo que más del 65% contestada con una respuesta afirmativa.