La idea cada vez más factible de conectar España, así como Europa, con el continente africano está siendo tema de revuelo en la prensa británica porque comparado con su famoso túnel del canal de la Mancha, que une al país del brexit con Francia, se trataría de un proyecto mastodóntico.
Porque según recogen en ‘The Sun’, a diferencia de su túnel, el que se quiere construir en el Estrecho de Gibraltar tendría que hacer frente a complejos problemas de profundidad, fuertes corrientes marinas o la velocidad del aire durante su levantamiento. Y estos son solo ‘handicaps’ secundarios, pues el gran problema de la nueva conexión subterránea son las placas tectónicas que justo se ubican bajo la zona, de temblores habituales.
Sobre tan majestuosa obra civil
En todo caso, según se explica en ‘El Confidencial’, este proyecto de gran envergadura que llegaría, exactamente, hasta Marruecos, está todavía en fase cero. Y justo por todos los inconvenientes que en ‘The Sun’ comparten con sus lectores, todavía especialistas marroquíes y españoles están estudiando pormenorizadamente la viabilidad del largo túnel. La finalidad es abordar con éxitos dichos desafíos, así como conocer con exactitud el coste económico de tan majestuosa obra civil.
Los principales datos conforme al esperado túnel submarino -ya en 1979 se firmó un primer acuerdo entre el rey Hassan II de Marruecos y nuestro rey emérito- que asombran a los británicos son su distancia, 42 kilómetros de recorrido total de los que casi 28 estarán bajo el agua, y la profundidad máxima que probablemente alcance: 300 metros.
Tres túneles ferroviarios que, probablemente, no estarán hasta 2030
En Lecturas Diario hemos querido conocer más a fondo lo que se sabe del proyecto transnacional, que sí tendría una primera gran diferencia respecto al canal de La Mancha. Por el del Estrecho no estaría prevista la circulación de turismos. Así lo explican desde el ‘Instituto de la ingeniería de España’, parte importante implicada en la futura construcción:
‘Su ejecución y explotación se realice en dos fases: la primera, con un solo túnel ferroviario monotubo por el que circularían los trenes (tipo AVE y de mercancías) en ambas direcciones de forma alternativa en tandas de 12 convoyes y, la segunda, con dos túneles ferroviarios de dirección única que entraría en servicio cuando la demanda lo requiriera”, explican en una publicación de agosto de 2024 de su página web oficial.
“El mayor dispositivo europeo de estas características y uno de los más importantes a escala mundial”, según el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, pero que seguramente no podamos ver ni disfrutar hasta 2030 o incluso 2040, según estimaciones de Secegsa en el informe mencionado.