Patricia Ramírez quiere, evidentemente, mantener intacto el honor de su pequeño asesinado a manos de Ana Julia Quesada en 2018 y no piensa dar un paso atrás para evitar que la productora que tiene prevista la grabación de un documental basado en la atrocidad que por aquel entonces la pareja de su ex perpetró contra Gabriel Cruz siga adelante con el proyecto audiovisual.
Y lo tiene muy claro. Principalmente las enormes ‘irregularidades’ que supuestamente se estarían cometiendo en la cárcel de Brieva, en la que está prisionera Ana Julia -una de las pocas condenadas en España a prisión permanente revisable- estaría siendo entrevistada para dicho contenido documental. En Lecturas queremos rectificar el titular que inicialmente se utilizó en esta noticia y pedir disculpas por el malentendido, ya que el padre de Gabriel es un apoyo fundamental para ella, aunque se encuentre trabajando fuera del país y la propia Patricia nos ha pedido que lo tomemos en consideración: "Su padre me ayuda en todo este horror porque nos afecta a ambos y nuestras familias".
La información con la que cuenta sobre el documental
Ramírez sabe lo que allí está pasando, según apuntó recientemente en ‘RNE’. Dijo que tiene fuentes seguras que le han informado de algo que quebrantaría por completo las normas habituales de los centros penitenciarios en nuestro país. Esta es la información que le ha llegado: al parecer, cuenta con indicios claros de que la asesina de su hijo tendría un teléfono móvil con el que habría estado contactando con varios periodistas para grabar esta ‘poco ética’ producción audiovisual desde la cárcel.
También avisó que iba a llegar hasta donde hiciera falta, incluido el Senado o el Gobierno de España. De momento, ha conseguido ser escuchada por el primero. El 11 de junio a las 11.00 Patricia Ramírez aprovechará al máximo esta oportunidad de ser escuchada por todos los senadores que componen la cámara baja de nuestro país. Principalmente, la madre de ‘El Pescaíto’ quiere solicitar “medidas urgentes” para investigar el escandaloso hecho y “depurar responsabilidades” por las presuntas “irregularidades” dentro de la cárcel donde cumple condena Ana Julia.
¿Se estaría beneficiando económicamente la asesina?
Pero Patricia aprovechará sus minutos ante el Senado para mucho más. Gritará si hace falta. No dejará pasar el momento para recordar que debe “resolverse su situación económica en aras de la responsabilidad civil” respecto al medio millón de euros al que fue condenada la asesina -cantidad económica que todavía no ha satisfecho- y tampoco querrá olvidar al resto de afectados en España por los ‘true crimes’ cuando enumere los "continuos incumplimientos del estatuto de la víctima tanto por acción u omisión". Posiblemente, no serán pocos.
"Espero nos atiendan, protejan y amparen para tener calma, vivir sin miedo posibilitando que ninguna víctima tenga que pasar por el mismo horror" es el llamamiento que Ramírez hará a los políticos que en unos días podrá mirar a los ojos por estar sentados a escasos metros de ella, pero sin dejar de centrarse en la trágica historia de su niño cruelmente asesinado. Tiene claro que el objetivo de la producción audiovisual es "lesionar" a los allegados de Gabriel Cruz al "contar una nueva versión de lo acontecido".
Irá hasta el final contra quienes han permitido todo esto
Su intervención del Senado será solo un hito más en su beligerante batalla contra el presunto enriquecimiento de la asesina contando su relato posiblemente ‘adulterado’ de un suceso que hace solo seis años desgarró a un país entero. Tiene claro que después de pasar por una de las instituciones políticas más importantes de España sus próximos pasos irán dirigidos contra los funcionarios de prisiones de esta cárcel en Ávila.
Patricia Ramírez, según ha hecho oficial también públicamente, interpondrá las correspondientes querellas a quienes están permitiendo tales ‘irregularidades’ por supuestos delitos de cohecho al haber autorizado dichas entrevistas “sin permiso” de los altos cargos de la prisión en cuestión, así como contra la propia Ana Julia Quezada y, de forma subsidiaria, contra Instituciones Penitenciarias.
"Nuestros peces no se venden"
‘Nuestros peces no se venden'. ¿Podrá la fuerza de una madre harta de que los medios de comunicación se beneficien de la imagen y la cruel historia de su hijo poner ‘coto’ a este tipo de producciones audiovisuales que, posiblemente, carezcan de ética y la sensibilidad suficiente para con las víctimas y sus familiares?
A Patricia no le falta la energía suficiente para subirse al estrado del Senado o poner todas las querellas que sean necesarias. Hay límites que no pueden sobrepasarse, y esa parece que es la misión que mantiene viva la poca ilusión de una madre que jamás podrá recuperar a su hijo. Por el honor de su pequeño Gabriel nunca la abandonará. Luchará hasta el final.